Primer día de paro cívico, reducido y sin convicción, pero con violencia

Tres analistas cruceños explican las claves del primer día del paro cívico de 48 horas en demanda de que el censo poblacional se realice en junio de 2023.

La primera jornada de paro se caracterizó por una reducida convocatoria en las calles, escasa convicción y apoyo a la medida, pero con recrudecimiento de episodios violentos, desde la perspectiva de tres analistas cruceños.

El paro tuvo mayor fuerza en el centro y la zona norte de la capital. "Las zonas periféricas tienen otra dinámica. En las provincias un día de paro es un sacrilegio para ellos", señala Daniel Valverde, abogado y analista político.

Reymi Ferreira, ex rector de la Universidad Gabriel René Moreno y ex ministro, explica que "en general, fuera del Cuarto o Quinto anillo no ha habido paro. En muchos sectores de la ciudad el tráfico fue normal".

El internacionalista y ex ministro Hugo Siles afirma que los organizadores de la medida "no han logrado el objetivo de paralizar totalmente la ciudad, mucho menos el departamento. La paralización ha sido parcial en la capital".

"La gente no está con ánimo de movilizarse, de hacer grandes esfuerzos, de inmolarse", dice Valverde.

Al respecto, Ferreira sostiene que en esta jornada de paro hubo "activistas ultra radicales en las calles, gente fanática, pero no hay una ciudadanía movilizada. El pedido de Camacho era que la gente vaya a las rotondas y éstas estuvieron casi vacías, con grupos pequeños de bloqueadores, en la mayoría de menos de 20 personas".

Siles observa que "del paro del 25 de julio a este, la diferencia es el ingrediente de violencia, porque hay cada vez más disensos. Cada vez hay más gente en contra de este tipo de medidas".

De manera coincidente, Ferreira sostiene que "hubo tensión en muchas partes, siendo el punto más alto el acoso que recibió el alcalde Jhonny Fernández en su domicilio".

De un modo u otro, el paro de 48 horas está resultando ser en los hechos una medición de fuerzas política, por encima del tema del censo. Consecuentemente, cabe indagar sobre cómo va quedando la situación política del gobernador Luis Fernando Camacho, uno de los principales actores que convocaron a la medida.

Al respecto, Valverde sostiene que "el drama de Santa Cruz es que con una autoridad como Camacho ha quedado aislada, sin posibilidad de tejer acuerdos, articular, dialogar. Hay una mirada de desconfianza cuando él habla".

Siles señala que "Camacho está cada vez más aislado, sin ningún vínculo o identificación con ninguna otra autoridad electa fuera de Santa Cruz". Además, indica que el gobernador cruceño «no puede reproducir con la misma vehemencia o contundencia las movilizaciones de 2019 o de noviembre del año pasado».

Ferreira afirma que "su posición es cada vez más vulnerable. No va a obtener desgaste alguno del Gobierno y sí un profundo desgaste de él mismo, pero sobre todo habrá un enorme perjuicio para nuestro pueblo".