Dos días después de que la expresidenta Jeanine Áñez fuera sentenciada a 10 años de prisión por su proclamación en 2019, Carlos Mesa advirtió que "el pueblo" no va a tolerar esa sentencia "infame", como tampoco ser acusado, y aseguró que no tiene miedo a esta situación.

En un mensaje de video difundido en sus redes sociales, el exmandatario (2003-2005) desafió al presidente Luis Arce, al expresidente Evo Morales, al Órgano Judicial y al Ministerio Público a demostrar la "mentira gigantesca" del caso Golpe de Estado II.

"Ahora, nosotros, el pueblo boliviano, los 21 días democráticos, el 21 de febrero, yo mismo que fui víctima de un gigantesco fraude, ¿vamos a ser acusados? ¿Vamos a tenerle miedo? No, vamos a acusar a ustedes", advirtió Mesa, uno de los protagonistas de la crisis poselectoral de 2019 y de la reunión extralegislativa de la Universidad Católica Boliviana (UCB), que entre los días 10, 11 y 12 de noviembre de 2019 definió la sucesión de Áñez, entonces segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores.

"No se puede aceptar ni tolerar algo como esto, un proceso exprés, inventado por el Ministerio de Justicia", insistió el exmandatario.

La exsenadora fue sentenciada el viernes a una pena de 10 años de presidio por la comisión de los delitos de resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes, e incumplimiento de deberes durante su proclamación el 12 de noviembre de 2019, en su sucesión del dimisionario Morales.

En criterio de Mesa, Áñez fue víctima de una sentencia "infame", por "un delito que no existió, por un invento descarado, un golpe de Estado que está en la mente de quienes fraguaron ese supuesto hecho para blanquear el gigantesco fraude de 2019".

Su reacción coincidió con los anuncios de continuidad de los procesos del caso Golpe de Estado contra "los autores intelectuales" de la sucesión, planteada ayer por el viceministro de Justicia, César Siles, en alusión a dirigentes políticos que fueron parte de las reuniones de la UCB en 2019.

"¿Los organismos internacionales como Naciones Unidas, la Unión Europea, algunos países amigos y una institución tan querida como la Iglesia Católica son parte acaso del golpe de Estado inventado? ¿Ellos fueron quienes lo promovieron? ¿Los facilitadores también son los acusados? Quisiéramos escuchar su palabra, pero queremos demostrar con ello la mentira gigantesca que pretenden volver con el juicio falaz y con la acusación y la condena vergonzosa a la expresidenta Jeanine Áñez", dijo Mesa.

Inmediatamente después de la renuncia de Morales, a las 16.52 del domingo 10 de noviembre, la Iglesia Católica y al representación de la Unión Europea (UE) en Bolivia propiciaron una reunión política en la UCB a la que asistieron embajadores de Brasil, Gran Bretaña y España, y dirigentes políticos, entre ellos los expresidentes Mesa y Jorge Quiroga (2002-2003), Samuel Doria Medina y Jerjes Justiniano a nombre de Luis Fernando López, entonces presidente del Comité pro Santa Cruz. Por el Movimiento Al Socialismo (MAS) asistieron la renunciante presidenta de la Cámara de Senadores, Adriana Salvatierra, y la exministra Teresa Morales, a quienes luego se sumó la diputada Susana Rivero.

Entonces se discutió una salida a la crisis política. Según dijo a radio Deseo Waldo Albarracín, que también fue parte de la cita junto al exdefensor del Pueblo Rolando Villena (+), lo que se pretendía entonces era "una salida lo más cercana posible a la Constitución".

Al final, la propuesta fue Áñez para la sucesión. En su declaración ante el fiscal Omar Mejillones, aquella develó que entre las 18.00 y 19.00 de ese día la llamó Ricardo Paz, asesor de Mesa, para plantearle una conversación con la reunión de la UCB, en la que le propusieron la sucesión.

La decisión devino en la proclamación de Áñez, que el 12 noviembre primero se atribuyó la presidencia de la Cámara de Senadores y luego la jefatura del Estado en sendos actos en la Asamblea Legislativa sin quorum ni asistencia de la mayoría legislativa del MAS.

En la misma declaración, la exsenadora comentó que Mesa se había opuesto a una eventual sucesión de alguien del MAS, como la tarde del 10 de noviembre también dijera el exmandatario.

Mesa culpó a Morales de generar un vacío de poder para "cortar" la sucesión presidencial. Él "tuvo la capacidad, por supuesto, de la conspiración, la conspiración de dejar un vacío de poder, la conspiración de pretender que con la vacancia, que es un delito dejar un cargo cuando huyó del país, pretendía que se iba a cortar la sucesión constitucional", dijo el jefe de Comunidad Ciudadana (CC).

Advirtió con acusar a Morales y a miembros del MAS: "Vamos a acusar al autócrata, vamos a acusar a este gobierno, que está destruyendo la Justicia, que está destruyendo algo importante: la integridad espiritual de un país que está viendo cómo la corrupción premia, cómo la arbitrariedad gana; no se puede seguir resistiendo así".

El sábado, Morales calificó de "benigna" la sentencia a Áñez y este domingo la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, dijo que el Gobierno va a apelar la sentencia y dijo que va a insitir en la ampliación de la pena, a 15 años.

También fueron condenados a 10 años de prisión los excomandantes de las Fuerzas Armadas Williams Kaliman y de la Policía Boliviana Yuri Calderón. Otros seis militares también fueron sentenciados a penas, pero menores.