Cuatro de los socios del exministro de Gobierno Arturo Murillo fueron condenados este jueves en Estados Unidos por el delito de conspiración para cometer el delito de soborno internacional y lavado de dinero. El procurador del Estado, Wilfredo Chávez, informó que la sentencia sirve de base para la sentencia contra el principal acusado, Murillo.

Los sentenciados están vinculados a una investigación destapada en mayo de 2021 que determinó que la empresa Bravo Tactical Solutions (BTS), con sede en Florida, se adjudicó de forma directa la compra de gas lacrimógeno y otros equipos no letales por cerca de $us 5,6 millones, con un sobreprecio fue de $us 2,3 millones.

Bryan Berkman, dueño de Bravo Tactical Solutions (BTS), fue condenado a 28 meses de cárcel (2 años y cuatros meses) y hasta 1.000 horas de trabajo comunitario, por el delito de conspiración para cometer el delito de soborno internacional y violación de las prácticas corruptas en el extranjero.

Luis Berckman, padre de Bryan, fue sentenciado a 38 meses de prisión (3 años y dos meses) y hasta 1.000 horas de trabajo comunitario, por el delito de conspiración para cometer lavado de dinero.

Mientras que Philip Lichtenfeld fue condenado a 26 meses de prisión (2 años y 2 meses), el pago de una multa de $us 75.000 y trabajo comunitario de hasta 1.000 horas, por el delito de conspiración para cometer un delito de soborno internacional.

Sergio Rodrigo Méndez Mendizábal, exjefe de Gabinete de Murillo, fue condenado a 42 meses de prisión (3 años y seis meses), por el delito de conspiración para el lavado de dinero.

"Arturo Murillo como cabeza de un grupo delincuencial se ha había enriquecido con dinero provenientes del Estado boliviano y que habían sido evacuados a los Estados Unidos por diferentes medios y luego había sido retornado en condición de sobornos", explicó al dar a conocer la sentencia contra los acusados.

A diferencia de los sentenciados, Murillo no se declaró culpable y su proceso fue pospuesto hasta noviembre. Chávez perfiló que la sentencia contra el exministro será mayor a la dictada a sus cómplices porque no se declaró culpable.

La sentencia demostró que "existe verdad material, que ha existido un robo a los bolivianos en tiempos de pandemia, que ha existido deliberadamente un abuso del poder por parte de estas personas vinculada, a la cabeza de Arturo Murillo, al nefasto gobierno de facto que se ha instalado desde 2019", sostuvo.