El vocero presidencial, Jorge Richter, apunta que el juicio a Jeanine Áñez por autoproclamarse Presidenta en 2019 es parte de la definición electoral que el país tomó en la elección del 2020, cuando el MAS ganó con 55,1%. En las urnas, dijo, "el país también decidió porque se haga justicia".

Para la autoridad, la previsible conclusión del juicio a la exsenadora en el caso Golpe de Estado II es un hecho que debía suceder: ser enjuiciada por lo que considera una "ruptura del orden constitucional" al costo, además, de la vida de varios bolivianos.

"Para enunciarlo en sentido figurado, (Áñez) está a unos metros frente a frente con la Justicia que la está interpelando, la está acusando en nombre de miles y miles de bolivianos que la vieron hacer cada una de sus interpretaciones para atribuirse el mando del Estado. Posiblemente pensó que era un momento que no iba a llegar", destacó este jueves Richter.

¿Qué hubiera pasado si en 2020 hubiera ganado Carlos Mesa —al que Richter se refiere solo como "el señor de Comunidad Ciudadana"—?, se preguntó. "Áñez hubiese estado protegida por la impunidad que le hubiese otorgado ese gobierno porque el candidato de CC tuvo una participación descollante en los sucesos de 2019", respondió.
Pero en la elección de 2020, la mayoría de la población marcó otro rumbo, aseveró.
"El golpe de Estado, la temática del 'fraude' electoral, que era el eje discursivo de los candidatos de CC y de Creemos, las responsabilidades sobre lo ocurrido en Senkata y Sacaba y la forma de gobernar arbitraria, abusiva y en una lógica de desfalco económico a nuestro país, fueron los temas que quedaron a consideración de los bolivianos en el proceso electoral de octubre de 2020", apuntó.
El entonces candidato Luis Arce, indicó Richter, proponía restablecer la economía, enfrentar de mejor modo la pandemia, pero también hablaba de que "el capítulo del golpe de Estado pueda encontrar un cauce de justicia; y esa fue la elección mayoritaria del país, 55%, más de un millón de votos respecto de la segunda candidatura".
Y es que "para eso sirven los procesos electorales", destacó el vocero. ¿Cuál es el valor de estos procesos?, se preguntó. No solo son para elegir al Presidente y otras autoridades, sino también para resolver los grandes problemas urgentes que tienen los países. La elección abarca "un conjunto de decisiones societales para tratar de avanzar en la resolución de los problemas críticos", señaló.