El expresidente y jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, consideró este martes que "los golpistas quieren dar golpe a la base social" de la organización política en función de gobierno y que la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) intenta denigrar al movimiento cocalero para supuestamente debilitarlo políticamente.

"Tal y como hemos advertido, la conspiración de la DEA contra dirigentes y senadores del Trópico (de Cochabamba) intenta denigrar al movimiento cocalero para debilitarnos políticamente. Por más que mientan, el pueblo conoce la verdad. Los golpistas quieren dar golpe a la base social del MAS-IPSP", expresó Morales a través de su cuenta en Twitter.

El MAS, en los últimos meses, se mantuvo en la agenda mediática y política del país por sus problemas internos que surgieron a partir de algunos pedidos de renovación de su dirigencia nacional, que incluso derivaron en determinadas expulsiones.

Por esa situación, incluso, el Pacto de Unidad —que aglutina a las organizaciones sociales que respaldan al oficialismo— convocó hace una semana a una reunión política, a la que, sin embargo, el jefe del MAS no asistió y solo participaron de ella el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, además de distintos dirigentes.

Aunque días después, Morales aseguró que no tiene ningún problema con el presidente Arce ni su Gobierno y que está en contacto directo con el Pacto de Unidad.

Además, el expresidente insistió que de manera permanente "la derecha interna y externa" está provocando "cierta traición" e intento de división en el MAS.