General afirma que es un desacierto que Chile haya hablado del Lauca en la CIJ

Edwin de la Fuente propone "aprovechar" la puesta en mesa del diferendo sobre el Lauca para la definición de una nueva estrategia de defensa de intereses de Bolivia.

Chile cometió un "desacierto" —que el país debe aprovechar— al referirse en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) al desvío de las aguas binacionales del río Lauca, dijo este jueves el excomandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia general (r) Edwin de la Fuente.

Historiador y miembro de la Academia Militar de Historia, el analista se refirió a las declaraciones que el lunes hizo en la CIJ la agente chilena ante el tribunal, Ximena Fuentes, sobre el viejo diferendo bilateral.

Ella "tuvo un desacierto; es un desacierto el haber tocado el río Lauca, que habría que aprovechar en otra palestra; tenemos que buscar defender nuestros intereses", dijo, sin proponer mayores detalles, el exjefe castrense en entrevista con La Razón Radio.

El martes, ante los jueces de CIJ, Fuentes recordó que "el Lauca es otro curso de agua compartido" entre Chile y Bolivia. "En 1962, Bolivia alegó que Chile estaba impedido de utilizar las aguas del Lauca sin contar con la autorización previa de Bolivia y, habida cuenta de que Chile siguió adelante con sus planes de utilizar parte de las aguas del río Lauca, en abril de 1962 Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile", afirmó.

Entre el 1 y este jueves 14 de abril, Chile y Bolivia expusieron en la CIJ sus alegatos sobre la demanda mutua en relación al status del manantial Silala, considerado por Santiago como una "río" de curso internacional y defendido por Bolivia como un manantial desviado artificialmente, para mejorar su caudal, hacia territorio trasandino.

De la Fuente, que consideró que Bolivia recién se puso "las pilas" para reivindicar sus intereses ante Chile en los casos de la demanda marítima, cuyo fallo fue emitido en 2018, y la defensa y contrademanda del juicio por el status de las aguas del manantial Silala, ahora.


Recordó que en el caso del desvío del río Lauca —perpetrado en territorio chileno y que afectó el caudal hacia Bolivia, en el departamento de Oruro— Chile actuó unilateralmente, aunque dio opción a veto al país pero en plena época de inestabilidad política, entre 1949 y 1951, cuando, al ganar las elecciones el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), el entonces presidente Mamerto Urriolagoitia decidió entregar el poder a una junta militar, después de meses previos de guerra civil.

De la Fuente dijo que no fue casual que Chile otorgue tres meses a Bolivia para una posición respecto de su interés de desviar el Lauca, para bañar extensas áreas desérticas en el valle de Azapa.

"Se ha reclamado a todos los niveles internacionales, inclusive al TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca), pero hicieron caso omiso y se han reído de nosotros", rememoró.

A partir de 1949, Chile ejecutó las obras y fue en 1962 que desvió el curso hacia el sur del río, para alimentar el desierto y el valle de Azapa.