Chile dice que es libre de usar las aguas del Silala "como le plazca sin pago o acuerdo alguno". También solicita que la Corte declare que el derecho internacional no reconoce el concepto de caudal artificial.
En el cuarto día de la presentación de los alegatos orales por las aguas del Silala, en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Chile solicitó que se rechacen las tres contrademandas presentadas por Bolivia y se negó a aceptar un posible pago a futuro por ese recurso hídrico que nace en manantiales ubicados en el territorio boliviano.
"Mediante tres contrademandas presentadas en su contramemoria, Bolivia pide a la Corte que aclare los derechos y obligaciones que se aplican a las aguas del Silala y a las obras relacionadas con su uso; (pero) la Corte debe rechazar estas tres demandas reconvencionales", dijo Laurence Boisson De Chazournes, una de las abogadas de la defensa del vecino país.
En su primera contrademanda, Bolivia sostiene que "tiene la soberanía sobre los canales artificiales y las instalaciones de drenaje en el Silala, que están situados sobre su territorio, y que tiene el derecho de decidir si los mismos deben mantenerse y de qué manera".
Sin embargo, "no hay y nunca hubo disputa en cuanto a (esta) primera contrademanda boliviana. Chile siempre ha reconocido la soberanía de Bolivia sobre los canales situados en su territorio (…) y de ello se desprende de que no existe ninguna disputa entre las dos partes con respecto a esta primera demanda, por lo tanto, la presente Corte no es competente para resolver esta demanda reconvencional de Bolivia", remarcó la jurista.
En la segunda contrademanda, Bolivia afirma que "tiene soberanía sobre el flujo artificial de las aguas del Silala, gestionado, aumentado o producido en su territorio, y que Chile no tiene ningún derecho sobre ese caudal artificial".
No obstante, Stephen Mccaffrey, otro abogado de Chile, indicó que la Corte debe considerar que esta segunda contrademanda "es insostenible" porque, según insistió, "Bolivia tiene soberanía sobre las obras hidráulicas, que incluyen, entre otras cosas, el derecho a desmantelar esas obras".
"Chile no cita ningún principio del derecho internacional consuetudinario que le pueda negar a Bolivia ese derecho, al contrario, Chile ha dejado meridianamente claro que Bolivia posee dicho derecho", sostuvo Mccaffrey.
Pero, más adelante, ese abogado también dijo que "no existe ninguna base jurídica para que Bolivia reivindique la exclusión, en la aplicación de las normas del derecho internacional consuetudinario, de alguna porción supuestamente artificial de ese caudal".
"Por tanto, Chile solicita que la Corte declare y confirme que el derecho internacional no reconoce el concepto de caudal artificial tal y como se ha inventado Bolivia, que las normas relevantes del derecho internacional consuetudinario (…) se aplican a la totalidad del caudal del sistema que constituye el curso del agua del Silala y que no hay ningún avance en el derecho internacional para la aseveración de Bolivia, según la cual tiene soberanía sobre el flujo artificial de las aguas del Silala mejoradas y creadas en su territorio, y que Chile no tiene derecho a ese caudal artificial", subrayó Mccaffrey.
Entretanto, en la tercera contrademanda, el Estado Plurinacional señala que "todo abastecimiento de parte de Bolivia a Chile, del caudal artificial de las aguas del Silala, y las condiciones y modalidades de dicho abastecimiento, incluida la compensación que se deba pagar para dicha entrega o dicho abastecimiento, están sujetos a la conclusión de un acuerdo con Bolivia".
Además, el martes, Mathias Forteau, uno de los abogados de Bolivia, indicó que este país, en su dúplica, "aclaró que (esa) tercera contrademanda se dirige más bien de cara al futuro y no con vistas al pasado, y que si los canales y otras instalaciones fueran desmanteladas, por supuesto, la segunda y tercera contrademandas quedarían sin objeto alguno".
En ese sentido, Alan Boyle, el tercer abogado de Chile que expuso este miércoles ante la CIJ, afirmó que esa "aclaración no hace nada para ayudarnos y lo que hace es sencillamente demostrar que esta demanda reconvencional carece de fundamento y (que se debe) desestimar".
Asimismo, "al presentar su demanda de esta forma, centrándose en futuras entregas de agua, parece que se acepta o que se abandona cualquier tipo de reivindicación relativa al agua que ya ha llegado a Chile, es decir, lo que se ha denominado la 'deuda histórica' que reivindicaba Bolivia hace algunos años en considerables cantidades. (Entonces) el hecho de que ha abandonado esa reivindicación, nos indica que toda la idea de pago por la entrega del agua carece de todo fundamento jurídico", añadió Boyle.
Además, Boyle reiteró que "Chile no tiene ningún interés" de que se mantengan las canalizaciones. Y, "si Bolivia decide mantener las canalizaciones, Chile no tendría obligación alguna de pagar por la entrega continuada de las aguas del Silala", enfatizó.
Del mismo modo, Boyle sostuvo que "Chile rechaza de plano la reivindicación de que un acuerdo es una condición previa y necesaria para la entrega futura de las aguas del Silala o que haya que pagar cualquier parte de agua que fluya a Chile, ya sea de forma artificial o de otro modo".
Por tanto, "esto (que pide Bolivia) no es derecho internacional ni debería ser. Los (argumentos) de Bolivia me parecen los más desestabilizantes y peligrosos que escuché hasta la fecha; ningún tratado de usos de agua adopta un arreglo para regular el caudal de agua entre ribereños, y por todos los motivos anteriores, les instaría (a los jueces) a que rechacen esta demanda infundada e indignante de Bolivia (porque) ni de hecho ni de facto tiene una base", apuntó Boyle.
Además, "nosotros decimos que Chile es libre de usar las aguas del Silala como le plazca sin pago o acuerdo alguno adicional siempre y cuando su uso sea equitativo y razonable; invitamos a la Corte a que falle en consecuencia porque (…) el Silala, en su totalidad, es un curso de agua internacional compartido por dos Estados", puntualizó.
La disputa por las aguas del Silala llegó hasta la CIJ después de que Chile presentara una demanda en 2016 para que ese recurso hídrico, que nace en manantiales del territorio boliviano, sea reconocido como un "río" de curso internacional, y dos años después Bolivia decidiera contrademandar.
La última etapa de este largo proceso judicial, correspondiente a la exposición de los alegatos orales, comenzó el pasado viernes y se prolongará hasta el 14 de abril.
Chile pide a la CIJ rechazar las tres contrademandas de Bolivia y se niega a pagar por el Silala
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