El vocero presidencial insta al diálogo ante el paro cívico en Santa Cruz

"Llevar a una región directamente a una medida (de presión) es hacerle un daño profundo y no tener una genuina vocación de diálogo", afirmó Richter.

Mientras en Santa Cruz se cumple este viernes un paro cívico de 24 horas en contra de las "arbitrariedades e injusticias" presuntamente cometidas por el Órgano Judicial, el Ministerio Público, la Policía y el Gobierno, el vocero presidencial Jorge Richter instó al diálogo.

"El presidente (Luis Arce), ya en su discurso del 22 de enero, señaló un ánimo distinto para este año, donde podamos apuntalar el crecimiento de la economía, que las regiones puedan crecer y que los bolivianos (puedan) vivir mejor, (pero) esto solamente se realiza en un plano de estabilidad y con diálogo, si el diálogo fuese la demanda mayor, tendríamos una actitud diferente y el paro no le hace bien a Santa Cruz", dijo.

Y cuando fue consultado qué hará el Gobierno para que esta protesta cívica en Santa Cruz no se convierta en un conflicto mayor, Richter enfatizó que "el diálogo siempre es el camino para ello y el Presidente ya habló de las necesidades importantes para Bolivia, como la estabilidad económica".

Por tanto, en criterio del funcionario, "el eje de todo esto es el diálogo" y no puede existir una medida de presión con demandas que "adicionalmente son difusas".

"¿Se quiere dialogar? Entonces hay que buscar los canales correspondientes para el diálogo y no solo tratar de sorprender con medidas de movilización y de tensionamiento; el diálogo es el camino", insistió Richter en una entrevista con Unitel.

Sin embargo, aclaró que para el diálogo tiene que haber una vocación de los sectores que hoy se movilizan y generan demandas.

En ese sentido "¿cuáles son las demandas específicas del sector cívico?, ¿cuáles son los propósitos que se buscan?, ¿se tuvo antes la intención de dialogar (o) de establecer acercamientos antes de que se determine esta medida?", cuestionó.

Entonces, "éste es el problema y la esencia del conflicto; se debe tener una vocación en el país para dialogar entre los diversos actores y si no existe (eso) es complicado; y llevar a una región directamente a una medida (de presión) es hacerle un daño profundo a la región y no tener una genuina vocación de diálogo y de ejercicio democrático", agregó.