Sobre el 21F


En una fecha como hoy, tan relevante para los bolivianos, como no rememorar, sin ápice de patrioterismo, lo que en casa con mis padres, hermanos y primos varios, en colegio con profesores y amigos fui asimilando del significado de nuestra tricolor. Del por qué de sus colores y de cómo éstos resumían el sentido mismo de patria.

Porque el rojo sintetiza el sacrificio y la sangre vertida por tanto patriota en su lucha por forjar nuestra nación; el amarillo la ingente riqueza mineral que guarda las entrañas de nuestro territorio; y el verde la potencialidad de sus campos, valles y llanuras como recursos agropecuarios.

Colores que juntos, ondeando orgullosos en cualquier mástil, deberían simbolizar además, la unidad de los bolivianos en su diversidad étnica, geográfica y cultural.

Amalgama singular que hoy -21 de Febrero de 2022- adquiere renovado ímpetu por la trascendencia de lo que nos jugamos como porvenir.

Porque, recuperar la democracia como régimen de convivencia política tuvo en un ayer no tan lejano un muy alto costo en vidas humanas, en sufrimiento, en sacrificio, en recursos.

Por lo que, obligación presente debería ser perfeccionar y fortalecer nuestro sistema democrático; sin despojarlo de nuestras ya débiles instituciones y sus menguados atributos constitucionales.

¡No permitamos que, a título de "profundizar el proceso de cambio", conviertan lo hasta hoy conseguido, que no es poco, en una pseudo-democracia fraudulenta!