El ajayu del Bocaisapo pervive en su 25 aniversario

Hoy por la noche se realizará la tradicional procesión del sapo. La figura de piedra está 'alojada' en el centro cultural La Trovería, donde se hará el festejo.

Cinco años pasaron desde el cierre físico del Bocaisapo, el mítico boliche paceño que se ubicó en la calle Jaén por dos décadas. Sin embargo, su espíritu y esencia continúan a través de una hermandad que celebra hoy su aniversario 25.

Luego del cierre del Boca —como todos lo nombraban—, en noviembre de 2017, las celebraciones en su honor continuaron. El Centro Cultural La Trovería (calle Pichincha, 666) recibió la figura de piedra del sapo o sapa —no hay un acuerdo final en ello—, a la que se lleva en una procesión por las calles vecinas.

Hoy pasará lo mismo, la cofradía Bocaisapiens —conformada por habitúes del lugar— realizará ese recorrido, con moceñada de por medio, desde las 18.00.

Aldo Cortés, Ariel Cortés, Alejandro Canedo, Alfonso Hinojosa, Marco Godoy, Ernesto Rodrigo, Paula Estensoro, Andrés Nacazone, Antonio Vargas, Daniel Castellón, Álvaro Vega, Jorge Campero, Claudia Barrionuevo e Israel Badani son sus integrantes, quienes se legaron la responsabilidad de continuar con las actividades que gestó Cayo Lucio Salamanca hasta su muerte en 2020.

Espíritu.

"El Bocaisapo no es, no ha sido y no va a ser un boliche, un bar, entre otros, sino una experiencia integral, puesto que las personas que asistimos a sus actividades, silencios, abismos y atronadoras madrugadas, encontrábamos en aquel recinto, en aquella experiencia que puede trascender el recinto, elementos y componentes fundantes de la propia existencia de cada quien", aseguró Alejandro Canedo sobre la continuidad del festejo.

El poeta expresó que aunque Cayo ya no esté presente, está vivo en el recuerdo de quienes lo conocieron. "Y esperamos que a través de nuestro testimonio y de, por ejemplo, este festejo, tengan la suerte y el privilegio de aproximarse a su música, palabras, ocurrencias y a aquello que él tejió en nuestra existencia".

"La cofradía nace prestándonos el término de esas agrupaciones religiosas y, en realidad, el sapito es nuestro Santo al cual sacamos en procesión y en torno al cual giramos y gira nuestra amistad", refirió a su turno el músico Daniel Castellón sobre el punto de referencia espiritual que representa la figura de piedra.

Para Ariel Cortés, otro de los miembros de la cofradía, realizar un nuevo aniversario significa "perpetuar a través del festejo el habernos conocido en un ámbito maravilloso, en un espacio único llamado Bocaisapo. Significa haber coincidido en tiempo, espacio y nostalgia con seres sedientos de vida y de vino".

También implica "honrar la memoria de Cayo y la nuestra propia. Festejar al sapo es guiñar el ojo a la vida, es bailarse una cueca por puro gusto, es abrazar al hermano, es morir al pie del cañón", agregó.

Un homenaje a Salamanca, además de a personas asiduas al Boca, pero que fallecieron — Omar Fuertes, Jaime Junaro y Carlos López— será parte de la jornada. Así, con júbilo y nostalgia, se evocará al lugar donde "Nada es en vano, todo es en vino".