El presidente Luis Arce impuso grados al alto mando de las Fuerzas Armadas y les demandó "apoyen a las clases populares en su lucha liberadora", mientras que el comandante de la institución armada, Augusto Lara, defendió los ascensos ante una serie de cuestionamientos y reafirmó la misión de "proteger la paz y estabilidad de nuestro pueblo y gobierno".
"Bolivia necesita que las Fuerzas Armadas apoyen a las clases populares en su lucha liberadora de conductas opresoras del pasado, continuando con la misión emancipadora de los ejércitos que nos legaron la independencia de 1825", afirmó en el acto que debió realizarse el jueves y que fue pospuesto sin explicación para este viernes.
También les recordó su mandato constitucional "de garantizar el imperio de la Constitución Política del Estado y la estabilidad del gobierno legítimamente constituido y sólidamente respaldado por el pueblo en las urnas".
A través de un comunicado, la Unión de Militares del Servicio Pasivo de las Fuerzas Armadas cuestionó el 5 de febrero que en el Senado se haya avalado la "preclusión" y no ascenso de las promociones 87 y 88 de la institución, mientras que sí se aprobaron los ascensos de las promociones 89 y 90.
"El ascenso de las promociones 1989 y 1990 es más complejo y frustrante desde el punto de vista moral y ético, porque implica una serie de atropellos a las Leyes y Reglamentos e incumple la Sentencia Constitucional TCP No. 0026/21", establece el comunicado y alerta que esa situación "ha calado profundamente en forma negativa en el espíritu de todos los militares del servicio activo y pasivo de las Fuerzas Armadas de Bolivia, porque ha vulnerado sus principios básicos".
Lara respondió en el acto público que los militares que ascendieron a generales y almirantes cumplen con los requisitos y condiciones establecidas en las normas legales.
"Los mismos son merecedores y con legítimo derecho han cumplido los requisitos que establece la Constitución Política del Estado y las leyes militares, cuyos méritos se basan en la eficiencia, dinamismo e innegable capacidad profesional, así como un brillante patriotismo a lo largo de su carrera militar preservado y pregonando en sus actos una disciplina férrea", afirmó Lara.
Fueron ascendidos al grado de general de Ejército Augusto Lara; al grado de general de División el comandante del Ejército Hugo Arandia; al grado de general de Fuerza Aérea a Teófilo Medina, actual Jefe de Estado Mayor de las FFAA; a general de división al comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Marcelo Heredia; y al grado de almirante al Hernán Crespo, inspector General de las FFAA, entre otros.
Para Lara, el Senado, al avalar la propuesta de ascensos del Ejecutivo, "ha adoptado una acertada y justa decisión en momentos en los que la institución armada es considerada como un eficaz elementos aglutinador y unificador de nuestra patria".
Arce recordó que la institución armada está volviendo a acercarse al pueblo, luego de alejarse en la crisis de 2019 cuando exigió, a través de sus altos mandos, la renuncia del expresidente Evo Morales.
"Bolivia merece militares patriotas identificados con la causa del pueblo", insistió.
Arce demanda a las FFAA 'apoyar a las clases populares' y Lara refirma misión de proteger la paz y estabilidad
El presidente Luis Arce impuso grados y entregó bastones de mando a los militares que ascendieron a generales y almirantes.
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