Bolivia se aplazó en Venezuela y despierta de su sueño mundialista

Particularmente la línea defensiva de la Verde fue un desastre. Bolivia volvió a demostrar que no sabe jugar fuera del país y recibió un duro cachetazo. El martes deberá ganar a Chile para mantener chances mínimas de pelear por el repechaje.

Todo salió mal. A Bolivia no le salió nada bien y terminó goleada en Venezuela por 4 goles contra 1.

Fue un partido extraño, donde Bolivia trató y por momentos tuvo buenos momentos de medio campo para adelante, pero su línea defensiva fue un verdadero desastre.

Carlos Lampe, Diego Bejarano y Jairo Quinteros tuvieron un partido para el olvido.

Quinteros, precisamente, fue superado toda la noche por Salomón Rondón, que fue el que anotó los dos primeros goles de la vinotinto (25',35') – el primero con complicidad del arquero boliviano-

Aún así, Bolivia trató de seguir buscando el arco rival. Cuando aún el partido estaba en empate había estado cerca de abrir el marcador con un remate de Marcelo Martins que pasó cerca al arco vinotinto.

Y ya a los 38 minutos logró el descuento por un buen cabezazo de Bruno Miranda, que puso a Bolivia de nuevo en partido.

Con el descuento, y con solo un gol por debajo, la Verde inició el segundo tiempo con otra actitud. Presionando arriba y tratando de abrir la cancha para despistar a la defensa venezolana.

Por eso, estuvo, literalmente, a centímetros de lograr el empate, gracias a un gran tiro libre de Marcelo Martins.

Empero, unos minutos después, a los 55, llegó la jugada que marcó un antes y después del encuentro. Diego Bejarano inexplicablemente se equivocó en el pase a Carlos Lampe, quien, distraído como toda la noche, perdió la pelota con Machis y regaló el tercer gol a los llaneros.

Por si fuera poco, 5 minutos después Leonel Justiniano se fue expulsado por un tonto e innecesario pisotón sobre Machis.

Así, con el gol regalado y la expulsión, Bolivia perdió totalmente su libreto y solo restaba saber por cuántos goles perdería el encuentro.

El cuarto, así, llegó a los 67 minutos, nuevamente gracias a Roldón.

Con la goleada en contra, César Farías lanzó una especie de bandera blanca al sacar del campo a Marcelo Martins y otros jugadores y, por eso, el encuentro no tuvo más goles.

Así, Bolivia volvió a demostrar que no sabe jugar fuera del país y recibió un duro cachetazo que le empieza a hacer despertar de su sueño mundialista.

Ahora, el próximo martes recibirá a Chile en el Siles en un partido de vida o muerte. De ganar, la Verde mantendrá mínimas chances de pelear por el repechaje al Mundial.