Argentina no pedirá PCR para ingreso al país a nativos y residentes


El Gobierno argentino anunció en el Boletín Oficial la sustitución del inciso 4 del artículo 1 de la Decisión Administrativa que imponía, entre otras cosas, la presentación de una prueba PCR negativa contra el COVID-19 por parte de cualquier persona vacunada que quiera ingresar al país, dejando este requisito solo a extranjeros no residentes.
Asimismo, el decreto indica que las personas vacunadas con esquema completo seguirán eximidas de realizar la cuarentena prevista en el artículo 7, inciso 1), apartado d) del Decreto N 260/20.
También aclara que "para el caso de los argentinos o las argentinas que hubieran residido en el exterior durante al menos el último año, se entenderá por esquema de vacunación completo al definido por las autoridades sanitarias del país de residencia".
Aquellas personas no vacunadas o con esquema de vacunación incompleto deberán seguir presentando una prueba PCR negativa realizada en el país de origen dentro de las 72 horas o una prueba de antígeno hecha 48 horas antes de ingresar a territorio argentino.
También realizar la consabida cuarentena durante siete días contados a partir del día siguiente a la toma de la prueba PCR o antígeno.
Además, el decreto aclara que las personas vacunadas deberán completar, al menos 48 horas antes del inicio del viaje, una declaración jurada exigida por la Dirección Nacional de Migraciones.
Asimismo, también se autoriza "el ingreso en vehículos particulares de argentinos y argentinas y personas residentes vacunados con esquema completo y que sean casos positivos que ya hayan completado siete días de aislamiento desde la fecha de inicio de síntomas o la fecha de toma de muestra de prueba diagnóstica laboratorial".
Según el documento, la decisión tiene en cuenta que la variante ómicron tiene una ventaja de crecimiento sustancial sobre la variante delta con un tiempo de duplicación de dos o tres días y un rápido incremento en el número de casos en varios países, incluidos aquellos en los que la variante se ha vuelto dominante.
También que el riesgo de hospitalización por variante ómicron fue un tercio del riesgo de hospitalización por variante delta.
Argentina superó los seis millones de casos el pasado 6 de enero luego de una meseta que duró cinco meses y que fue interrumpida por el ingreso de la variante ómicron. Así, este país sudamericano contabilizó dos millones de contagios de COVID-19 en sólo 19 días.