El tipo de cambio se mantiene inamovible hace una década

Expertos dicen que se debe mantener un equilibrio con la balanza comercial.

Este martes 2 de noviembre se cumple una década de que el tipo de cambio se mantiene inalterable en Bs 6,86 para la compra y Bs 6,96 para la venta por cada dólar. Un experto dice que es positivo, pero que se debe tener un equilibrio con la balanza comercial.

La última vez que se movió el tipo de cambio en el país fue el 2 de noviembre de 2011, cuando la moneda nacional se apreció de Bs 6,97 a 6,96 para la venta y de Bs 6,87 a 6,86 para la compra por cada dólar estadounidense. En el gobierno del presidente Evo Morales (2006-2019) se aplicaron políticas para mantener la estabilidad de la moneda nacional, como la bolivianización o el tipo de cambio fijo.


Para el economista Roberto Laserna, el mantener fijo el tipo de cambio es favorable para la economía boliviana, lo que permite que no haya una elevación de precios en diferentes sectores. Pero dijo que también esa medida debería mantener un equilibrio con la balanza comercial. "El tipo de cambio fijo es deseable, sobre todo en países como Bolivia que lo utilizan como referente de precios, costos y transacciones de todo tipo, pero debe conseguirse mediante el equilibrio en la balanza comercial y de pagos, no mediante decisiones normativas o de política. Esto puede distorsionar los mercados y causar daños muy grandes a la economía, al modificar arbitrariamente el sistema de precios, por ejemplo, abaratando las importaciones cuando el tipo de cambio sobrevalúa nuestra moneda con relación al dólar".

En tanto, el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, explicó que el mantener el tipo de cambio es beneficioso y perjudicial para la economía de Bolivia. En el primer caso, permite dar una estabilidad al país y generar confianza en la moneda nacional. Por el otro, le quita competitividad con las economías de los países vecinos, como Argentina y Brasil, y eso alienta a que el contrabando crezca y afecta a la industria boliviana.

"Creo que el sentimiento es encontrado porque, por un lado, es una buena señal (el mantener el tipo de cambio), pero, por el otro, nos está afectando porque los países vecinos se han puesto muy baratos y un efecto negativo de ello es el gran contrabando", indicó Blazicevic a La Razón.

Añadió que no es prudente realizar algún ajuste al tipo de cambio porque la población no soportaría una nueva crisis económica como la acontecida con la UDP.

Durante el gobierno de la Unidad Democrática y Popular (UDP), entre 1982 y 1985, Bolivia sufrió una de las peores crisis económicas, ya que se registró una hiperinflación que llegó hasta un 8.171%.

"Esa experiencia ha sido traumática, sin duda. Entonces, Bolivia, por eso, tiene muchas cicatrices y creo que cualquier cambio o cualquier ajuste en el tipo de cambio tiene que ser muy bien pesando e implementado de manera muy gradual", explicó Blazicevic.

El 17 de diciembre de 2020, El Banco Central de Bolivia (BCB) dijo que se mantendrá la "inamovilidad y estabilidad del tipo de cambio" para velar por la estabilidad de la economía y con el fin de dar seguridad a las familias bolivianas.

El 3 de marzo de este año, el presidente del BCB, Edwin Rojas, reveló que el gobierno de la expresidenta Jeanine Áñez se comprometió ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) a un ajuste "a mediano y largo plazo" de las políticas cambiaria y fiscal.

En su Informe de Política Monetaria, Rojas dijo que "la estabilidad del tipo de cambio contribuyó a que la población recupere la confianza en el boliviano".