Héctor Arce: "La Secretaría de Almagro tiene que explicarle al Congreso de EEUU que el caso de la elección del 2019 está.


Una semana después del evento que, organizado por la embajada de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), se llevó a cabo en la capital de Estados Unidos –precisamente en la sede de ese organismo multinacional– para discutir sobre las anuladas elecciones generales de 2019, la polémica sigue abierta.
Tal vez porque hay temas pendientes, como el esclarecimiento de lo que unos llaman una gran mentira y lo que otros insisten en llamar fraude monumental, el fondo de lo ocurrido en las elecciones de ese año despierta pasiones y, al mismo tiempo, desnuda la necesidad de mantener abierta la discusión.
El embajador de Bolivia ante la OEA, Hector Arce, principal responsable de la organización del evento del anterior viernes, accedió a conversar con TalCual.bo sobre el mismo y sus repercusiones. Durante el diálogo se refirió a un tema que, por sus implicaciones, mantendrá abierto ese debate: una solicitud del Congreso de Estados Unidos a su Cancillería para que le pida explicaciones a la OEA sobre el rol que jugó en la elección de hace un par de años y sobre los sucesos luctuosos que siguieron después de su anulación.
P. El evento realizado la semana pasada en la OEA, que fue organizado por la legación boliviana que usted encabeza, sigue causando repercusiones en el país. Hay bastantes críticas al mismo, principalmente sustentadas en la concurrencia al mismo.
Estas alocuciones que hemos escuchado de parte de dos actores básicamente, el señor (Ronald) Maclean y el señor (Jaime) Aparicio, no corresponden a la verdad. En primer lugar, hay que destacar que esta es la segunda vez que se utiliza el Salón de las Américas después de la pandemia. Estuvo cerrado durante casi un año y medio y sólo se abrió hace poco para la recepción del presidente Pedro Castillo. Esta es la segunda oportunidad en la que se lleva adelante un evento en este lugar. Es muy oportuno decir que en el salón sólo podían estar 40 personas, incluidas las de apoyo, porque las normas del Distrito de Columbia establecen, por ejemplo, que tiene que haber dos metros –seis pies– entre persona y persona y por este motivo, entre otras restricciones de tipo biosanitarias, se ha respetado la limitación de que solamente podía haber 40 personas. En todo caso, en Bolivia se debe saber la verdad: hubo un gran interés de participar de manera presencial de varias autoridades, de varias personas, de los embajadores y eso incluso hemos tenido que limitar.
Hablando de la verdad, hemos debido tener, internamente, como 25 embajadores y jefes de misión. También hubo autoridades académicas. Hubo representantes de varias universidades, como la George Washington University o la American University. Hubo personas de varios centros académicos importantes y hubo personas muy interesadas en conocer lo que allí presentamos. Los espacios se agotaron rápidamente, por lo que hubo mucha gente que siguió el evento de manera virtual: hemos tenido aproximadamente 150 inscritos que estaban en las plataformas de zoom que han trasmitido en evento en varias plataformas.
El evento se ha desarrollado con la presencia del Presidente del Consejo Permanente de la OEA, el embajador Josué Fiallo, que es el embajador de la República Dominicana; estaba el embajador coordinador del Grupo Aladi, que es el embajador de Chile, Issa Kort Garriga; estaban los embajadores de Argentina, Perú, Ecuador, Colombia; han estado los jefes de misión, los segundos al mando, de Paraguay y Brasil, que no tienen todavía una representación titular; han estado presentes varios embajadores y embajadoras de Centroamérica, como los de Costa Rica, Guatemala y Nicaragua. Varios embajadores de la Caricom –que es la comunidad del Caribe– han participado de manera virtual; ha estado Sir Ronald Sanders, que es el embajador de Antigua y Barbuda y que tiene un gran peso en la OEA. Es una lista larga de más de 25 embajadores, que de una u otra manera han asistido a este evento.
De 33 países representados en la OEA –porque ya no se cuenta ni a Cuba ni a Venezuela– hemos tenido una representación de 25 embajadores, lo cual habla por sí solo. Eso desmiente, por ejemplo, la versión del señor MacLean, que pese a saber bien que aquí hay muchas restricciones por el Covid-19, ha ido a la puerta de la OEA a hacer un espectáculo, tratando de afectar la imagen de un evento que era toralmente académico. Es su autoengaño, su manera de mentirse a sí mismo.
Ahora bien. Las tres personas que han expuesto en el evento son profesores de altísimo nivel, ellos han hecho unas presentaciones absolutamente técnicas ante todos estos embajadores, a quienes hemos entregado material y sobre ese material estamos trabajando en una publicación sobre el evento.
Hemos hecho este evento expresamente semanas antes de un histórico periodo de la Asamblea General de la OEA, que se va a realizar los días 10, 11 y 12 de noviembre y que va a coincidir con el segundo aniversario del quiebre constitucional que vivió Bolivia el 10 de noviembre de 2019, en el que se han producido 38 muertos cuyas familias esperan una respuesta; una explicación. Este era el momento propicio para dar la información técnica a los embajadores sobre lo que ha sucedido en Bolivia en 2019.
Lo único verdaderamente lamentable ha sido la ausencia absolutamente injustificada del señor (Francisco) Guerrero, que es el secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA, y del señor (Gerardo) de Icaza, que es el responsable del departamento encargado de la Observación Electoral, quienes fueron invitados con toda formalidad del caso para que participen en este evento, que, además, se ha llevado a cabo a seis metros de sus oficinas, en su propia casa.
Ha dejado una sensación de mucha preocupación en los embajadores el hecho de no hayan asistido; había dos sillas vacías que les correspondían a ellos, porque, más allá de sus argumentos carentes de sustento real, tenían la obligación de asistir. Ellos han explicado que no asistieron por razones de fortaleza, pero fortaleza demuestra quien da la cara; han esgrimido razones de dignidad institucional para no asistir, pero la dignidad se demuestra en el campo. la hubieran demostrado asistiendo al evento y demostrando sus puntos de vista.
P. En una carta que le han enviado justamente a usted, los personeros de la OEA han explicado que no asistirían a la reunión porque ese organismo había dado por cerrado el tema de la elección de 2019.
Bueno, eso es relativo. Eso van a tener que decirle al Departamento de Estado de Estados Unidos, que en unas semanas les va a pedir información oficial sobre la elección de 2019, porque este es un tema que está en consideración del Congreso de Estados Unidos y veamos si les van a decir lo mismo.
Lo cierto es que ni para el Congreso de Estados Unidos, ni para muchos de los países que tienen representación en la OEA, este es un tema cerrado. Está claro que existe una desesperación en algunos personeros de la Secretaría General de este organismo por cerrarlo y aquí quiero puntualizar algo y dejarlo muy claro: nuestro problema no es con la OEA, que es la reunión de todos los países que conforman el sistema interamericano de integración, que es muy antiguo y exitoso, pero hay que decir con mucha claridad que la OEA corresponde a los estados. Nosotros tenemos un tema pendiente con la actual Secretaría General, que no es la OEA, sino una instancia al servicio de los estados.
Quiero decir que quienes forman la OEA son los estados, no la Secretaría General, aunque, en los hechos ha habido una especie de superposición de esta instancia sobre los estados y eso es algo irregular que tarde o temprano va a tener que acabar; que debe acabar para reestablecer la institucionalidad en la OEA, como era antes, cuando era Secretario General el señor José Miguel Insulza.
En general, la OEA de los países que tienen representación en ella, está con nosotros, porque mantiene las mismas preocupaciones; porque comparte el sentimiento de búsqueda de la verdad que tiene la legación boliviana. Nuestro problema ni siquiera es con la Secretaría General en su conjunto, sino con un pequeño espacio de misma, que ha faltado a la verdad y que ha conseguido que un país que vivía en democracia pase a vivir, durante un año, alejado de la democracia. La OEA, que es una institución para defender la democracia en la región, se ha convertido en los hechos, en noviembre de 2019, en la institución que ha generado el quiebre constitucional y el quiebre de la democracia en Bolivia.
P. Esto que usted menciona del Congreso de Estados Unidos y su preocupación por la crisis política que vivió el país en 2019, ¿es algo pendiente o ya ha sido atendido?
Ante una iniciativa de parlamentarios demócratas, en la Cámara de Representantes –que es como la Cámara de Diputados nuestra– se ha aprobado, dentro de la Ley de Apropiaciones –que es similar a la Ley del Presupuesto General del Estado que nosotros tenemos–, un acápite específico que le da un mandato o una instrucción al Departamento de Estado –que es como la Cancillería en el país– para que pida información a la OEA sobre el rol de la Secretaría General en el quiebre constitucional que se ha vivido el año 2019 en Bolivia. En un procedimiento legislativo similar al nuestro, este proyecto ha pasado a la Cámara de Senadores, donde se ha mejorado la redacción y se ha aprobado un nuevo texto de esa petición, que es el siguiente y leo textualmente:
"El Comité está preocupado por la equidad de las elecciones generales de Bolivia de 2019 y la crisis política que le siguió, y el papel de la misión de observación electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en ese proceso.
El Comité encarga al Secretario de Estado que evalúe: (1) la transparencia y legitimidad de las elecciones solicitando información de expertos independientes, incluida una evaluación del papel de la OEA, y (2) el avance de las investigaciones sobre responsabilidad por violaciones graves a derechos humanos ocurridos durante ese periodo, tomando en cuenta las conclusiones de agosto de 2021 del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el GIEI-Bolivia.
El Secretario deberá presentar un informe a los Comités de Apropiaciones detallando los resultados de dicha evaluación a más tardar 120 días después de la promulgación de esta resolución".
Es decir, el Senado de Estados Unidos ha mejorado la redacción y le ha pedido al Departamento de Estado una investigación no solamente del rol de la OEA mediante expertos independientes, que es justamente lo que nosotros hemos hecho el día viernes anterior, donde un panel de profesionales independientes ha expuesto su visión de lo que ha ocurrido en la elección de 2019. Pero, además, se incluye en esta redacción mejorada un pedido de información sobre el avance de las investigaciones sobre la responsabilidad de violaciones graves a los derechos humanos ocurridos durante los acontecimientos de 2019.
Vale la pena hacer notar que cuando se aprobó esa resolución en la Cámara de Representantes todavía no se había hecho público el informe del GIEI – Bolivia; pero como cuando se trató en el Senado ya se lo conocía, esto ya se ha incorporado. Y se ha dado un plazo adicional, porque hay un plazo de 120 días en los que el Departamento de Estado, una vez solicitada la información de la Secretaria General de la OEA, tiene que informar a este Comité de Apropiaciones.
Por lo tanto, este es un tema que está lejos de estar cerrado. Quien piensa y sostiene que está cerrado está faltando a la verdad.
P. Hay cierta preocupación por el futuro de las relaciones de Bolivia con la OEA, que, en definitiva, es un organismo muy importante en la región.
Esa preocupación es también falsa. El grado de relación de Bolivia con los países que hacen a la OEA está expresado en la asistencia de los representantes de esos países al evento del viernes pasado. Fue un evento técnico, un evento académico, un evento científico e incluso matemático de lo que ha ocurrido en Bolivia el año 2019 y que ha concitado la atención de todo este grupo de embajadores. Eso, por sí solo, responde el lugar que tiene Bolivia y el respeto que se ha ganado Bolivia en esta labor de búsqueda de la verdad.
La misión boliviana no está en búsqueda de venganza contra nadie. No nos interesa el cargo de nadie. No nos interesa afectar a nadie. Nosotros creemos que los bolivianos –y particularmente los familiares de las víctimas fatales de las 38 personas que han fallecido– tienen el derecho a saber la verdad. Tienen el derecho a saber cuál fue la motivación de esta gran mentira que se ha formado para desestabilizar a un gobierno constitucional y generar un gobierno de facto durante todo un año; un gobierno anticonstitucional que ha cometido gravísimas violaciones a los derechos humanos. Ha habido 38 personas fallecidas, ha habido cientos de personas heridas, miles de personas perseguidas detenidas injustificadas, exiliadas.
Se ha pagado un costo muy elevado por el accionar incorrecto de una entidad que debería defender la democracia y no nos vamos a callar en nuestra búsqueda de la verdad; no nos vamos a callar en una búsqueda de la razón. Tarde o temprano, esta verdad que ha empezado a salir, ya sea por la vía de la investigación en las Naciones Unidas en la que se está trabajando con el embajador Diego Pary, o por una investigación en la propia OEA, va a tener consecuencias para los responsables de este crimen contra la democracia en el país. Los responsables de estos crímenes deben ser identificados y deben ser sancionados, porque estamos hablando de la vida de las personas y de la propia democracia de los estados.
Yo me he reunido con muchísimos embajadores. Constantemente me reúno con embajadores. Todos me manifiestan que Bolivia es un país ampliamente respetado y valorado por ese resultado del 55% que ha obtenido el presidente (Luis) Arce en las pasadas elecciones. Es un país que habla con firmeza, con determinación. Nunca hemos tenido un intercambio ni un roce con ningún otro país. Tenemos las mejores relaciones con todos los países, incluidos los Estados Unidos, incluido Canadá e incluido Colombia.
Entendemos la desesperación que tienen algunos líderes de oposición, que coincide con la desesperación de la Secretaría General de Luis Almagro, que quieren ver esto como un tema cerrado. Pero, bueno, ahí están los hechos. Eso que le digan al Congreso de Estados Unidos, una vez que se apruebe esta resolución.