Guillén advierte contradicciones en los datos económicos del Gobierno transitorio

"Lo que pasa es que ellos están elaborando un informe para decir que estos 11 meses, ellos han manejado bien la economía", indicó el exministro de Economía.

Hay contradicciones en los datos económicos que presentó el Gobierno transitorio y "están elaborando un informe para decir que estos 11 meses, ellos han manejado bien la economía", señaló este miércoles el exministro de Economía Mario Guillén, quien fue el invitado del programa El Financiero Empresas, de La Razón.

El programa de streaming, que estuvo bajo la conducción de Liliana Aguirre y Marco Ibáñez, también contó con la participación de los economistas Pablo Rossell y Armando Ortuño.

Guillén afirmó que la única tarea del Gobierno transitorio era llamar a nuevas elecciones, sin embargo, asumió acciones de índole político que empezaron a afectar el modelo económico y el crecimiento en el país.

"Ellos querían bajar el déficit fiscal en dos meses, y hay dos formas de bajar un déficit fiscal: aumentando ingresos o reduciendo gastos, y ellos van por el segundo camino que es reducir gastos, y ¿qué gastos reducen ellos?, principalmente los gastos de inversión".

Acotó que el Gobierno decidió quitar la inversión pública y, además, suspendió los pagos a empresas que ya habían realizado algún trabajo en el Estado, lo cual marcó el inicio de la "contracción de la economía".

El exministro señaló que se conocerá el "real estado" de la economía que está dejando el gobierno de Jeanine Áñez cuando las nuevas autoridades empiecen a asumir sus funciones; no obstante, observó que hay contradicciones en los datos económicos que fueron presentando los ministros.

"Cuando estaba el ministro (Óscar) Ortiz, él decía que el déficit andaba por los Bs 22.000 millones, a esa fecha, cuando él estaba (…), entonces ahora de pronto nos dicen estamos dejando Bs 15.000 millones, y lo que pasa es que ellos están elaborando un informe para decir que estos 11 meses ellos han manejado bien la economía".

También hizo notar que, antes de la llegada del COVID-19 al país, ya había tendencias decrecientes de la economía. "Hasta marzo de este año no había pandemia, sin embargo, los indicadores ya eran negativos, ya estaban mal, ya estaban decreciendo y la gente ya lo sentía".

Sobre el tipo de cambio y el valor del dólar dijo que es un "tema delicado" que se debe analizar con prudencia. "Hay que ir midiendo qué es lo que podemos hacer con el tipo de cambio, por ahora nosotros no vemos la necesidad de cambiarlo".

En relación a las nuevas acciones que debe asumir el gobierno electo de Luis Arce, dejó en claro que "hacia adelante, lo que necesita el país es una inyección importante de recursos, y lo que tenemos que ver es cómo vamos a generar esa inyección".

Dijo que la pandemia obligó a generar ajustes y durante los últimos meses se trabajó en un nuevo plan de gobierno, en el que se establecen medidas inmediatas como el Bono contra el Hambre de Bs 1.000. Aseguró que este beneficio social, a la vez, ayudará a dinamizar la economía boliviana.

"Vamos a funcionar en un entorno con menos recursos y creo que eso ya lo tenemos que asumir", subrayó, por su parte, Ortuño.

Resaltó que durante más de una década se tuvo un gobierno "hegemónico" en el que las decisiones del Ejecutivo se cumplían con cierta facilidad, pero pese a eso, hubo algunas dificultades.

A su turno, Rossell señaló que el "el tema fiscal es crítico, es clave en nuestro país, se hace cada vez más importante y al día de hoy es seguramente el más crítico que va a enfrentar el nuevo Gobierno".

Advirtió que, en un entorno de déficit fiscal "demasiado acentuado, el Estado no tiene tanta capacidad como para generar inversión pública y crecimiento". Apuntó que otro reto del próximo Gobierno es la gestión de la carga de la deuda externa, en un contexto en el que "los prestamistas internacionales se van a volver más tacaños".