El domingo 10 de noviembre de 2019, luego de 13 años, nueve meses y 18 días en el poder, Evo Morales renunciaba a la presidencia denunciando que había sido víctima de un golpe "cívico, policial y político". Luego, ya asilado en México y después en Argentina, dijo que al golpe se habían sumado militares e incluso la Organización de Estados Americanos (OEA).
Repitió la denuncia en las innumerables entrevistas que ofreció durante este tiempo y en distintas intervenciones públicas. Y las bases de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), hicieron también suya esta interpretación.
Bautizaron a los policías como "motines", haciendo alusión a su amotinamiento de hace un año, y los efectivos de las FFAA escucharon el grito de "golpistas" muchas veces, cuando en noviembre de 2019 salieron a respaldar los operativos antidisturbios en jornadas que acabaron con muertes en Sacaba (Cochabamba) y Senkata (La Paz).
Para los sectores afines al MAS y a Morales, no hay duda de que policías y militares fueron engranajes de un complejo aparato golpista y esa idea aún no ha desaparecido. Esto quedó demostrado el último miércoles, durante los eventos posteriores a la entrega de credenciales a Luis Arce Catacora y David Choquehuanca, como presidente y vicepresidente electos para la gestión 2020-2025.
La militancia masista que se dio cita en el lugar del acto, el Banco Central, realizó una marcha de festejo que, a su paso cerca de un cordón de seguridad policial que se encontraba custodiando el ingreso a la Plaza Murillo, gritó a los policías: "¡Asesinos!, ¡Asesinos!", y luego exteriorizó un pedido: "¡Basta de motines!, ¡Basta de motines!".
La herida aún está abierta y el nuevo gobierno del MAS, el de Arce y Choquehuanca, deberá trabajar para cerrarla. Para ello, tres fuentes de ese partido coincidieron en que la fórmula debe estar basada en el respeto a la institucionalidad, que pasa por mantener alejadas a estas instituciones de las inclinaciones políticas, y el cumplimiento de los roles que para ellas dispone la Constitución Política del Estado (CPE).
"Tenemos que valorar la importancia de la demanda de seguridad ciudadana que hay en la población, para eso la Policía es fundamental y la mejor forma de tener una relación con ellos, de garantizar una coordinación, es respetando la institucionalidad. Que los mejores de cada curso asciendan, que los mejores de cada año ocupen los mejores destinos y así vamos a tener a la Policía conforme", opinó, por ejemplo Sebastián Michel, vocero de este partido.
Dijo que similar fórmula se aplicará con las FFAA y consideró que lo peor que podría ocurrir en ambos casos es que no se respeten los méritos de sus miembros para los ascensos, que a futuro dependerán de la mayoría absoluta del MAS en la Cámara de Senadores. "Lo peor que puede pasarle a la Policía es lo que se ha hecho ahora. Que alguien que no está en la línea, que no ha hecho méritos en toda su carrera, que tenía muchas observaciones, termine siendo comandante. Lo mismo en las Fuerzas Armadas. Que no aparezca de general el que estaba en el puesto 25 de su curso", advirtió.
La primera semana de marzo el gobierno de Jeanine Añez ratificó al 90% del Alto Mando Militar. Sólo cambió al comandante del Ejército Iván Patricio Inchausti Rioja por Rubén Salvatierra. Y el 20 de julio, tras un bloqueo legislativo del MAS, el Gobierno aprobó un decreto para saltar el trámite legislativo de ascensos y permitir la imposición de grados de generales y almirantes, a oficiales de una lista enviada por las FFAA.
Para Michel, esto no se puede repetir y la forma de evitarlo es -insistió- respetar la institucionalidad de ambas instituciones.
El diputado Édgar Montaño coincidió con ello y planteó la necesidad de una reconciliación que además cambie la percepción que la población tiene sobre ambas instituciones.
"Nos vamos a sentar entre los hermanos policías y militares. El ministro de Gobierno, obviamente después del 8 de noviembre, va a convocar a los generales y a los coroneles y tiene que haber una reconciliación, porque al final el pueblo ha dicho, por mandato del voto en las urnas, que quiere respirar paz y tranquilidad", afirmó.
Anunció que lo que se espera es una relación "más amigable", institucional y alejada de las influencias políticas.
"La Constitución y la LOFA (Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas) son claras en este tema. Es institucional, no es ideológico ni es político (…) Ellos, obviamente, no tienen que ingresar al área política y la relación que se tiene que tener es de manera institucional", afirmó.
Consultado si ello significaba que no se repetirán experiencias como la Escuela Militar Antiimperialista instituida en la gestión de Morales, respondió: "Bueno, esas son tareas del nuevo ministro de Gobierno. En estos momentos no podemos adelantar estos temas porque la señora Añez hizo desaparecer aquello. Estamos en una etapa de crisis, los recursos económicos son pocos… y el nuevo ministro tendrá que atender estos temas".
Esa escuela fue creada el 14 de noviembre de 2015 por Morales con el argumento de que los miembros de las Fuerzas Armadas deberían prepararse ideológicamente para defender la soberanía y la dignidad del país. El Gobierno actual la cerró el 22 de enero de este año con el argumento de que era un espacio de adoctrinamiento político.
Jerjes Mercado, exministro y flamante diputado electo por el MAS, coincidió con Michel y Montaño: "La Policía y las Fuerzas Armadas tienen que manejarse institucionalmente. Ni estar sometidas al poder político, pero tampoco tienen que estar en contra del poder político. Tienen que cumplir lo que dicen la Constitución y las leyes", dijo.
Arce asume la presidencia del país el domingo 8, momento desde el cual se constituirá además en Capitán General de las FFAA, por lo que conducirá él la relación con esta institución. Con la Policía lo hará su ministro de Gobierno.
Lo que dice la CPE sobre la Policía Nacional
Artículo 252 I. La Policía Boliviana, como fuerza pública, tiene la misión específica de la defensa de la sociedad y la conservación del orden público, y el cumplimiento de las leyes en todo el territorio boliviano. Ejercerá la función policial de manera integral, indivisible y bajo mando único, en conformidad con la Ley Orgánica de la Policía Boliviana y las demás leyes del Estado. II. Como institución, no delibera ni participa en acción política partidaria, pero individualmente sus miembros gozan y ejercen sus derechos ciudadanos, de acuerdo con la ley.
Artículo 253 Las Fuerzas de la Policía Boliviana dependen de la Presidenta o del Presidente del Estado por intermedio de la Ministra o Ministro de Gobierno.
Artículo 254 Para ser designado Comandante General de la Policía Boliviana será indispensable ser boliviana o boliviano por nacimiento y reunir los requisitos que señala la ley.
Artículo 255 En caso de guerra internacional, las fuerzas de la Policía Boliviana pasarán a depender del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas por el tiempo que dure el conflicto.
La CPE y las FFAA
Artículo 245 Las Fuerzas Armadas tienen por misión fundamental defender y conservar la independencia, seguridad y estabilidad del Estado, su honor y la soberanía del país; asegurar el imperio de la Constitución, garantizar la estabilidad del Gobierno legalmente constituido, y participar en el desarrollo integral del país.
Artículo 246 La organización de las Fuerzas Armadas descansa en su jerarquía y disciplina. Es esencialmente obediente, no delibera y está sujeta a las leyes y a los reglamentos militares. Como organismo institucional no realiza acción política; individualmente, sus miembros gozan y ejercen los derechos de ciudadanía en las condiciones establecidas por la ley.
Artículo 247 I. Las Fuerzas Armadas dependen de la Presidenta o del Presidente del Estado y reciben sus órdenes, en lo administrativo, por intermedio de la Ministra o del Ministro de Defensa y en lo técnico, del Comandante en Jefe. II. En caso de guerra, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas dirigirá las operaciones.
Artículo 248 I. Ninguna extranjera ni ningún extranjero ejercerá mando ni empleo o cargo administrativo en las Fuerzas Armadas sin previa autorización del Capitán General. II. Para desempeñar los cargos de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Jefe del Estado Mayor General, Comandantes y Jefes de Estado Mayor del Ejército, Fuerza Aérea, Armada Boliviana y de grandes unidades, será indispensable ser boliviana o boliviano por nacimiento y reunir los requisitos que señale la ley. Iguales condiciones serán necesarias para ser viceministra o viceministro del Ministerio de Defensa.
Artículo 249 El Consejo Supremo de Defensa del Estado Plurinacional, cuya composición, organización y atribuciones determinará la ley, estará presidido por el Capitán General de las Fuerzas Armadas.
La receta del MAS para cerrar heridas con la Policía y FFAA
Los sectores sociales que respaldan a este partido aún mantienen fresca la imagen de lo que ocurrió entre octubre y noviembre del pasado año en el país
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