En un reporte de los periodistas Claudia Guerrero y Antonio Baranda, con fecha: 31 de agosto de 2021,del periódico REFORMA de la ciudad de México informa que elementos de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) revelaron sus sospechas de que un proyectil pudo ser lanzado contra el avión que rescato al expresidente Evo Morales, justo en el momento en que despegó del aeropuerto de Cochabamba-Bolivia en noviembre de 2019. Cuentan que durante el ascenso inicial, el piloto alcanzó a observar desde el lado izquierdo de la cabina de mando, y cuando casi alcanzaba los 500 pies sobre el terreno, una estela luminosa similar a la característica de un cohete (atrás a la izquierda de la trayectoria del avión). El piloto estimó que en caso de haberse tratado de un proyectil, el punto donde fue lanzado pudo estar ubicado en las inmediaciones del aeropuerto de Cochabamba, según el reporte. Los periodistas informan que el documento de la Secretaría de la Defensa Nacional, publicado en el último libro del Presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, detalla que, desde que se encontraban en la terminal aérea, un elemento de la Fuerzas Armadas de Bolivia, apuntó a la aeronave, de manera permanente, con un lanzacohetes. De acuerdo con la descripción del piloto, la estela luminosa pudo provenir justo de esa posición. Posteriormente a ello, efectuó un viraje cerrado hacia el lado contrario de la trayectoria del proyectil (lado derecho) incrementando el régimen de ascenso para evitar el impacto, observando que la traza, situada muy por debajo de la aeronave, efectuaba una parábola hacia el terreno sin haber alcanzado la altura que en este momento ya tenían, aproximadamente a 3 mil pies sobre el terreno. Al concluir su apreciación que el posible cohete podría haber provenido del lanzador RPG que observo en el aeropuerto detalla: En el informe , se reconoce que el incidente no fue comunicado a la tripulación para evitar que se incrementara la tensión de la misión diplomática, que buscaba rescatar al ex Mandatario y darle asilo en México. En el reporte se establece que cuando el avión del la FAM (Fuerza Aérea Mexicana) llegó al aeropuerto, en Bolivia, ya era evidente la presencia de elementos armados en el lugar. Pese a ello, Evo Morales y sus dos acompañantes (El ex Vicepresidente Alvaro García Linera y la ex Ministra de Salud Gabriela Montaño) lograron abordar la nave. Aunque todo estaba listo para el despegue, la autorización fue negada a último momento, por lo que el avión tuvo que regresa a su posición inicial. Al volver, los elementos de la FAM se percataron de que la presencia militar se había incrementado "Percatándose de una mayor actividad de personal armado y vehículos situados a ambos lados de la pista de aterrizaje, así como de las inmediaciones del rodaje" Según la narración, el piloto Miguel Eduardo Hernández Velázquez descendió de la aeronave para tratar de comunicarse con el Secretario de Defensa Nacional de Mexico, Luis Cresencio Sandoval, y reportar la situación. Tras intentarlo sin éxito, se registró una primera amenaza de los bolivianos para intentar bajar a Evo Morales del avión. Cuentan que los elementos armados golpearon al piloto, con la finalidad de que accediera a sus exigencias Le ordenaron que bajara los brazos, diciéndole que bajara a Evo Morales de su avión. En ese momento, otro de los individuos se le aproximó por detrás y lo golpeó en la espalda baja con la culata de un arma larga, tipo Garand, por lo que el piloto giró hacia la izquierda para enfrentarlo. En ese momento otro de los individuos, también uniformado, le golpeó el abdomen con el rompeflamas de un fúsil automático ligero, cargando su arma y apuntándole al pecho, sin ninguna razón aparente, refiere. En el documento se explica que la tensión terminó, luego de que l piloto se dirigió al elemento que le apuntaba diciéndole: "Joven soldado, los valientes no asesinan". Sin embargo, las amenazas se repitieron unos 10 minutos después cuando otro grupo de uniformados y civiles intentaron subir al avión. Según el reporte, el piloto impidió este hecho colocándose frente a la escalera de acceso a la nave, donde se presentó otra discusión. Tras el intercambio verbal - en el que el piloto mexicano pidió en reiteradas ocasiones que se dejara de apuntar al avión con el lanzacohetes - un General boliviano otorgó la autorización para el despegue, pero con una condición: tenían solo 30 minutos para abandonar el espacio aéreo o no responderían por la seguridad de los ocupantes, ni por la integridad de la aeronave si no se cumplía esa instrucción, agrega el documento.