Martín Natalevich: Que Almagro acepte la repostulación de Morales fue una estrategia

El autor del libro que relata la biografía del Secretario General de la OEA dice que el objetivo era que una misión de ese organismo audite las elecciones de 2019.

Uno de los autores del libro Luis Almagro no pide perdón (Planeta, 2020), Martín Natalevich, reveló este martes que la repentina aceptación del Secretario General de la OEA de que Evo Morales se repostule en los comicios de 2019 fue una estrategia para conseguir que una misión de observadores audite ese proceso electoral.

«Su estrategia, si hubo una estrategia política del Secretario General, fue justamente ganarse la confianza de Evo Morales y era una confianza resistida, porque en su primera campaña, Almagro era resistido por gran parte del Alba», develó el periodista en entrevista con La Razón Radio.

El autor del texto explicó que el objetivo de la estrategia de Almagro era que «no se robe ni un solo voto» en los comicios generales de octubre de 2019, considerando que el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) había desoído el referéndum de 2016 que le dijo No a la repostulación y acudido al Tribunal Constitucional para insistir en ese propósito.

En criterio de Natalevich, Almagro hizo ese «cálculo político» basado en la hipótesis de que en caso de perder una elección, Morales supuestamente no iba a aceptar los resultados.

«Él trabajó con hipótesis antes de que sucedieran los hechos, con interpretaciones que son de él o de su equipo, y era la eventualidad, la posibilidad de que el oficialismo en Bolivia, porque creía que no iba a ganar en primera vuelta y tampoco en segunda vuelta. Entonces tenía la posibilidad de que hubiera fraude», explicó.

En el libro, el líder del organismo multilateral contó que en el referéndum de 2016 Morales tardó en admitir su derrota y que en las elecciones de 2019 se temía que "si se robaba la elección, si había fraude electoral". "Había que estar, y la manera de estar era asumir determinadas responsabilidades y retos políticos", admitió Almagro.

Conforme con la llegada de la misión, admitió en el libro: "Abríamos una posibilidad que era que Evo ganara legítimamente. Era el costo que tenía eso. Para mí, eso era imposible, imposible. Evo tenía menos votos todavía que los que había tenido cuando el referéndum, o sea que no tenía forma. Después abríamos la posibilidad de que la oposición ganara legítimamente. Y cerrábamos la posibilidad de que Evo se robara la elección".

Natalevich reveló que la presencia de una misión de observadores fue pactada entre Morales y Almagro en una reunión en Nueva York, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde Almagro puso tres condiciones: «Tiene que haber participación total, o sea no puede haber proscritos políticos; no puede haber muertos en las calles y no te tiene que robar un solo voto».

Natalevich explicó que bajo esos parámetros se firmó el acuerdo para que una misión de observadores de la OEA participe en los comicios nacionales.

«Almagro se ganó la enemistad de la oposición, lo veía como traidor, que estaba jugado para los intereses de Evo Morales. De hecho, ahora que estuvimos en Nueva York, ha contado el propio Secretario General tuvo una reunión con algunos congresistas bolivianos, entre ellos (Arturo) Murillo, (Óscar) Ortiz, que casi termina a las piñas (golpes)», agregó Natalevich.

La semana pasada, se presentó el libro Luis Almagro no pide perdón, que narra la trayectoria del Secretario General basada en una entrevista de 20 horas con él y más de 100 conversaciones con su entorno y políticos, con opiniones encontradas sobre su legado tras su elección en 2015 y su reelección en 2020.

Aunque Almagro negó que la razón de sus movimientos en Bolivia hayan sido cálculo político, el libro reseña que "hubo una responsabilidad mayúscula de Luis Almagro, que lo admite sin ruborizarse y hasta se enorgullece de haber podido contribuir a cortar con un proceso de reelección que sobrepasaba el marco legal".

El otro autor del libro es el también periodista uruguayo Gonzalo Ferreira.