La misión de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU informó que constató que la expresidenta Jeanine Áñez, encarcelada por el caso Golpe de Estado, tiene «lesiones físicas autoinfligidas» y "dice sentirse físicamente debilitada y profundamente afectada emocionalmente".

La información fue difundida la tarde de este domingo, horas después de la representante del organismo, Yulia Babuzhina, y otra funcionaria visitaran a la exmandataria en la cárcel de Miraflores, un día después de que aquella intentara suicidarse, según contaron sus abogados.


"ONU tuvo un acceso inmediato e irrestricto al centro, pudiendo entrevistar a la señora Áñez de manera confidencial", complementa el comunicado.

"Se constataron lesiones físicas autoinfiglidas que requirieron atención médica proporcionada por el Centro Penitenciario de Miraflores".

Además, la misión señaló que si bien se están implementando medidas, como la visita de un familiar en las noches a la recluida, "los estándares internacionales indican que las autoridades penitenciarias deben implementar estrategias integrales de atención y prevención de autolesión y suicidio para resguardar la vida, integridad y salud de las personas bajo su custodia".

La representación de la Alta Comisionada consideró que "los estándares internacionales resaltan que la salud mental de las personas privadas de libertad debe ser atendida de manera específica y aplicando la perspectiva de género"

Además, reconoció las medidas aplicadas por las autoridades. "La intención manifestada por las autoridades de realizar una evaluación psiquiátrica es un buen paso, toda vez que se realice con consentimiento previo y por profesionales independientes y reconocidos por las partes".


La mañana de este domingo, en conferencia de prensa, el director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, dijo que inmediatamente se supo del incidente de Áñez, la madrugada del sábado, la familia fue informada del hecho. Además, afirmó que la familia (su hija Carolina) fue parte de la junta de médicos que el viernes analizó la situación de la exmandataria, recluida desde marzo.

A instancias de la exdiputada del Movimiento Al Socialismo (MAS) Lidia Patty, Áñez guarda detención preventiva desde el 13 de marzo de este año, acusada por presuntos delitos de sedición, terrorismo y conspiración.

El Gobierno y la Cámara de Senadores se sumaron a la causa y consiguieron que el Ministerio Público imputara también a la exmandataria por delitos de resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes, al entender que Áñez se proclamó, primero, titular de la Cámara de Senadores y, luego, presidenta por sucesión en la Asamblea Legislativa, en franca violación de la Constitución y los reglamentos legislativos.

Áñez llegó al poder dos días después de la renuncia de Evo Morales, el 10 de noviembre de 2019, que tomó la decisión acorralado por una protesta política por el presunto fraude electoral, un motín policial y la sugerencia de dimisión presidencial planteada por las Fuerzas Armadas.