Es posible la reforma vía referendo


La propuesta de reforma judicial vía referendo ciudadano tiene
como horizonte de mediano y largo plazo la transformación de todo
el sistema de justicia.

Digo esto porque el creciente, aunque inicial, interés ciudadano por
la "propuesta" ha generado algunas apreciaciones críticas que laven
"raquítica" o que, por el contrario, por su dimensión constitucional,
aparece inalcanzable.

Tal vez puedan clarificarse esas y otras apreciaciones con un
entendimiento más integral de la problemática judicial, ya no tanto
en sus orígenes y causas, sino más bien en sus estructuras
institucionales profundamente afectadas por la crisis. Veamos:

1.El Órgano Judicial alcanza, según la Constitución, a la jurisdicción
ordinaria, la agroambiental, la indígena originaria, las jurisdicciones
especializadas e incluye, aunque de manera diferenciada, a la
justicia Constitucional y al Consejo de la Magistratura.

2.El sistema de justicia es más amplio. Además del Órgano Judicial,
están otras instituciones directamente vinculadas a la
administración de justicia, como el Ministerio Público, la
6/27/21 3:48 p. m.

Procuraduría General del Estado, la Defensoría del Pueblo,el
Ministerio de Justicia, la policía de investigaciones y el régimen
penitenciario.Enmayor o menor medida la crisis afecta a todas ellas,
en enorme desmedro de los derechos y garantías ciudadanas, cuya
vigencia el sistema de justicia tiene que garantizar.

3.Quienes ven raquitismo en la propuesta de reforma, sin duda
están visualizando el conjunto del sistema de justicia donde,
efectivamente, una parte "pequeña" comprende a los jueces
supremos, al presupuesto judicial, al Consejo de la Magistratura y a
la Justicia de Paz, objetivos iniciales de la misma. Obviamente, el
listado de temasno resueltos con la "reforma" es largo, va desde el
inhumano hacinamiento carcelario hasta la manipulación
gubernamental del Ministerio Público y la Defensoría.

4.Quienes creen que es, por el contrario, un maximalismo reformar
la Constitución, o están más atentos a reformas de menor alcance
que no necesitan cambios en la Constitución, o están partiendo de
la supuesta imposibilidad de generar consenso y movilización
suficientes porque, o "no están dadas las condiciones" por la
desfavorable correlación de fuerzas o, porque, para evitar futuros
magistrados masistas será suficiente impedir que en la Asamblea el
MAS alcance los 2/3.

5. No consideramos adecuado esperar que se "den las condiciones"
para que el cambio venga sólo cuando cambiemos al gobierno.
Basta recordar que en sólo cuatro décadas hemos tenido hasta seis
gobiernos y tres modelos estatales diferentes y que en ellos ni
nacionalistas, ni neoliberales y menos populistas han atinado a
cambiar el sistema judicial poniendo sólo parches o acomodando el
"servicio judicial" a sus distintos intereses partidarios.

6. Por eso nuestra visión, como decíamos, pretende iniciar la
reforma con la modificación de la Constitución en el corto plazo,
pero sabiendo que en el mediano y largo plazo deberá comprender
otros componentes del sistema de justicia. Hoy podemos lograr que
los próximos jueces supremos sean idóneos e independientes; que
se establezca una partida presupuestaria constitucional del 3% que
sextuplique los recursos administrados por un renovado Consejo de
la Judicatura, haciendo eficiente y accesible el servicio.
7. Es probable que en este primer momento de reforma se deba
incorporar al Ministerio Público buscando también su independencia
y hay voces autorizadas que consideran imprescindible también la
revalorización de la justicia originaria, malograda por una
concepción equívoca de "deslinde", para atender la resolución de
los conflictos de casi un 40% de la población rural e indígena que no
acuden a la "justicia ordinaria" y que consideran que el desarrollo de
sus propios sistemas de justicia es el camino.
Como ya señalamos la ruta del referendo ciudadano no es fácil ni
sencilla. Se ha empezado a trabajar en la propuesta específica, al
tiempo que algunos núcleos ciudadanos han tomado interés en
conformar una "coalición civil" que promueva la movilización y el
consenso. Deberíamos pasar del "interés"al desafío, sabiendo que
el mediano y el largo plazo pueden tener en este inicial momento de
reforma, un camino que aperture otros.

Juan Del Granado es abogado, fue parlamentario y alcalde de La
Paz.