"Los argumentos de la Sra. (Karen) Longaric para eximirse de las responsabilidades por ignorar el mensaje transmitido por el Papa Francisco, contradicen los principios básicos de las normas que regulan el relacionamiento diplomático", aseguró.
La autoridad realizó el cuestionamiento en relación a la nota oficial enviada por el Sumo Pontífice que pedía proporcionar los salvoconductos a quienes que se encontraban asilados en la residencia de la Embajada de México en La Paz, tras el golpe de Estado de noviembre de 2019.
"Es cuanto menos vergonzoso, escuchar que el principal argumento de la autodenominada 'docente emérita' boliviana, sea que 'esto dependía del Ministerio de Gobierno', pues el Jefe de Misión, según la Convención de Viena, representa al Estado y no a la Cancillería ni al canciller", remarcó.
Recordó que la principal función de una Misión Diplomática, según la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas (Artículo 3) es la de representar al Estado acreditante ante el Estado receptor.
El Viceministro indicó que el máximo representante del Vaticano envió un mensaje al representante de otro Estado acreditado en su territorio, que llegaba a ser el embajador Julio César Caballero; por tanto, el mensaje era para el Gobierno y no para la canciller de entonces.
"La Cancillería tiene la obligación de canalizar estos mensajes por las vías correspondientes, por tanto, al menos debería mandar la nota del embajador Caballero al Ministerio de Gobierno y a Presidencia y no ocultar la nota de tan importante mensaje", advirtió.
Blanco recordó que la excanciller de facto aseguró que un mensaje transmitido por el máximo representante del Vaticano al Jefe de la Misión acreditada en ese país simplemente no era válido, y que si el Papa Francisco hubiese deseado enviar un mensaje formal al régimen de Jeanine Áñez, lo hubiese hecho a través del Nuncio Apostólico acreditado en La Paz y con una nota verbal.
"Todo el que ha tenido algún acercamiento al mundo diplomático sabe que es muy frecuente enviar mensajes, en especial los 'delicados', a través del Jefe de Misión acreditado en el país receptor y más si este cuenta con el rango de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario", resaltó.
La autoridad dijo que resulta "ilógico" exigir que sea el representante del Vaticano quien le transmita los mensajes directamente a la canciller para ser considerados válidos, situación que atentaría contra los principios básicos del relacionamiento diplomático, dado que el representante acreditado por Bolivia en el Vaticano tiene la misma jerarquía y funciones que el representante del Vaticano acreditado en Bolivia, por un principio de reciprocidad. // ABI