Esta revelación es fruto de una profunda investigación de la revista The Intercept, la
misma que denunció en semanas pasadas que el gobierno de Donald Trump amenazó a
investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts para que no revelen sus
conclusiones de que no hubo fraude electoral en 2019.
El portal de The Intercept hace un extenso despliegue que incluye grabaciones, a partir de
audios y correos electrónicos interceptados que demuestran que el exministro de Defensa
de facto, Luis Fernando López, encabezó las gestiones para desatar una nueva
interrupción violenta de la democracia. También estuvo involucrado Arturo Murillo, cuyas
desavenencias con López habrían frustrado en buena medida el proyecto sedicioso que,
según los autores de la investigación, habría supuesto una masacre mucho mayor a las
perpetradas durante el régimen de Áñez.
El reportaje
El extenso texto firmado por Laurence Blair y Ryan Grim, publicado la madrugada del 17
de junio en https://theintercept.com/ titula "Exministro de Defensa boliviano planeó un
segundo golpe con mercenarios estadounidenses". Su principal epígrafe dice:
"Grabaciones telefónicas y correos electrónicos filtrados revelan que un alto funcionario
estaba dispuesto a utilizar tropas extranjeras para impedir que el partido de izquierda,
MAS de Bolivia, regresara al poder".
El texto señala, por ejemplo, que en una de las grabaciones filtradas, una persona
identificada como el ministro de Defensa boliviano dijo que estaba "trabajando para evitar
la aniquilación de mi país". Prosigue que "…los desacuerdos entre ministros y divisiones
dentro de las Fuerzas Armadas, tensos por el peso de la contundente victoria de Arce el 18
de octubre de 2020, parecen haber socavado el plan. Nunca se ejecutó, y varios altos
funcionarios del gobierno saliente huyeron de Bolivia".
En otra parte se lee que "…varios de los conspiradores discutieron el envío de cientos de
mercenarios extranjeros a Bolivia desde una base militar estadounidense en las afueras de
Miami. Estos unirían fuerzas con unidades militares de élite bolivianas, escuadrones de
Policía renegados y turbas de justicieros, en un intento desesperado por evitar que el
mayor movimiento político del país regrese al poder".
Las indagaciones de los periodistas independientes firmantes de la investigación, revelan
que una de las consignas para convencer a líderes uniformados de sumarse al plan, era
que el MAS iba a reemplazar a las FFAA y policías bolivianos por milicias de cubanos y
venezolanos. "Ese es el punto clave. Ellos [la Policía y las FFAA] van a permitir que Bolivia
se levante nuevamente y bloquee una administración de Arce. Esa es la realidad", se
escucha en uno de los audios en los que se identifica además de López, a Joe Pereira, un
exadministrador civil de una base militar de EEUU en Bolivia, y Luis Suárez, un exsargento
un exsargento del ejército estadounidense de origen boliviano, conocido por crear un algoritmo que impulsó los tweets anti-Morales durante la crisis política de 2019.
Vinculaciones
Se debe recordar que Luis Fernando López fue representante y "cuota" del actual
gobernador cruceño, Luis Fernando Camacho en el gabinete de Jeanine Áñez. Y las
referencias a "turbas de justicieros", concuerdan plenamente con el ambiente viviendo en
los días del golpe cuando cuadrillas violentas recorrían las calles de La Paz, El Alto,
Cochabamba y otras ciudades, amedrentando a la gente que quería defender la
democracia y exaltando los ánimos de los simpatizantes de la derecha.
El accionar descrito en el reportaje de The Intercept es muy similar y acorde con lo vivido
en esos días en el país, de la mano de grupos irregulares como la Resistencia Juvenil
Cochabambina y otros de escasa representatividad popular como el Comité Cívico de
Santa Cruz. Cabe averiguar ahora hasta qué punto conocían y/o estaban implicados en
este oscuro plan el Comité Cívico cruceño o quienes comandaron la revuelta con el
argumento espiro de fraude: Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho y los líderes del
Conade.
Investigación internacional revela plan de golpe e invasión armada en 2020
Bolivia estuvo al borde de un nuevo golpe de Estado y una invasión armada de mercenarios estadounidenses tras la contundente victoria electoral del presidente Luis Arce en octubre de 2020.
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