Con el país en su ola más dura de la pandemia del COVID-19, el Gobierno informó que se realizan negociaciones con empresas y laboratorios de China y Rusia que permitan garantizar las vacunas, medicamentos suficientes así como la adquisición de plantas generadoras de oxígeno medicinal para abastecer la demanda, que sube a la par con el incremento abrupto de contagios.

"Estamos trabajando con Sinopharm y estamos programando que se haga el envío alrededor de la tercera semana de junio, es decir en unos días más, de esta cantidad grande (un millón de dosis). Ya trajimos en mayo un millón de vacunas, tuvimos que emplear tres vuelos, una aeronave tuvo que ir tres veces y estamos ahora viendo la posibilidad de optimizar al máximo el tema del transporte y además utilizar las mismas naves para traer algunos medicamentos que estamos necesitando, tenemos la instrucción de sobreabastecer de medicamentos para UTI (Unidades de Terapia Intensiva) y estamos en esas intensas negociaciones para conseguir medicamentos que estén con disponibilidad inmediata para traer a nuestro país", explicó en La Razón Radio el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco.

Afirmó que también se negocia con la empresa china Sinopharm, productora de las vacunas del mismo nombre, la provisión de pruebas de COVID-19 a precios directamente a costo de producción, a la par con las gestiones que se llevan adelante por las vacunas rusas Sputnik V y se espera que también de ese país se puedan importar fármacos.

"Entonces tendremos al menos un millón de vacunas que ya está confirmado por la República Popular China y en paralelo estamos trabajando también con Gamaleya, con el Fondo Ruso de Inversión, tenemos que recoger en estos días 100.000 vacunas que nos quedaron pendientes el anterior mes (…) Estamos tratando de hacer coincidir la entrega de estas 100.000 vacunas con un lote muy importante de medicamentos que también podrían venir de Rusia".

Otro tema de preocupación es el oxígeno medicinal, insumo de alta demanda sobre todo en las regiones más afectadas por este nuevo rebrote de la pandemia como son Santa Cruz y Cochabamba, donde familiares de pacientes en fases complicadas del COVID-19 hacen filas por horas en las plantas generadoras para conseguir el suministro y llevarlo a los hospitales o a improvisados consultorios instalados en casa.

Al respecto, Blanco informó que además de las importaciones de oxígeno que se concretaron, la principal de 320 toneladas desde Brasil, también se gestionan plantas generadoras para el país, de manera que la producción interna sea reforzada. El problema es una vez más la alta demanda mundial que limita la disponibilidad, aunque —indicó— las negociaciones prosperan.

"Nosotros importamos oxígeno para poder atender a nuestros centros de salud, el problema es que los países vecinos hicieron una prohibición, un cierre de fronteras para la exportación de oxígeno (…) Estamos trabajando también a mediano plazo para que en un par de meses podamos tener nuestras propias plantas generadoras de oxígeno (…) Gracias a la República Popular de China se ha logrado un contacto directo con una fábrica de plantas generadoras de oxígeno que podrían priorizarnos algunas unidades en los próximos meses, para comprar en total 13".