En mi anterior columna presenté los resultados de los votos blanco y nulo por provincia en las elecciones subnacionales del 7 de marzo, en cuatro de los nueve departamentos. Esta semana completo la tarea, para terminar con un balance general de situación.
En las provincias de Cochabamba, los votos blanco y nulo por provincia suman: Arani 27,17; Arque 17,01; Ayopaya 30,86; Bolívar 32,4; Campero 29,05; Capinota 21,77; Carrasco 13,66; Cercado 21,52; Chapare 19,01; Esteban Arce 25; German Jordán 29,18; Mizque 23,59; Punata 32; Quillacollo 25,8; Tapacarí 19,58; y Tiraque 19,1. Podemos afirmar que, en Cochabamba, al menos a dos de cada 10 ciudadanos no le gusta ninguno de los candidatos de partidos.
En las provincias de Santa Cruz, los votos blancos y nulos suman: Andrés Ibáñez 29,46; Ángel Sandoval 45,6; Chiquitos 28,91; Cordillera 42,27; Florida 31,45; Germán Busch 36,28; Guarayos 40,2; Ichilo 26,66; Manuel María Caballero 26,61; Ñuflo De Chávez 29,92; Obispo Santiesteban 27,11; Sara 27,27; Vallegrande 32,23; Velasco 38,26; Warnes 33,12. En la mitad de las provincias el porcentaje de blancos y nulos esta por encima del 30%.
En Beni la suma de blancos y nulos baja significativamente: Cercado 8,28; Gral. José Ballivián 15,63; Itenez 11,63; Mamoré 11,68; Marban1 5,55; Moxos 16,42; Vaca Diez 14,46; Yacuma 11,66.Lo mismo sucede en el departamento Pando: Abuna 10,28; FedericoRomán 14,92; Madre de Dios 13,23; Manuripi 12,65; Nicolás Suárez 7,04.
En el departamento de Tarija las cifras bajan aún más: Arce 9,03; Avilés 10,75; Cercado 6,32; Gran Chaco 10,58; Méndez 11,73; O'Connor 9,33. Lo que muestra claramente que existen especificidades y habrá que investigar qué de bueno están haciendo los partidos para contar con mayor apoyo.
En todo el país existen 112 provincias y en 70 (62,5%) de ellas, los votos blanco y nulo superan al menos el 30% -en ocho superan el 50% y uno alcanza el 67%-, el balance debe diferenciarse por regiones: el porcentaje de votos blanco y nulo mayor al 30% en La Paz y Potosí se presenta en todas las provincias; en Oruro y Chuquisaca se presenta en dos tercios de sus provincias; en Santa Cruz en la mitad de las provincias; en Cochabamba solo en 2 provincias y en Tarija, Beni y Pando no se presenta.
La decisión de incluir una franja separada para el voto a asambleísta por población ha creado confusión en el electorado y ha incrementado el voto blanco y nulo. Si bien el diseño electoral está hecho para que el MAS logre acceder a más escaños con menos votos para controlar las asambleas departamentales, aunque pierda las gobernaciones, esto también muestra el creciente descontento que gradualmente genera este partido.
Sube el blanco, sube el nulo y sube el ausentismo. Flaco favor a la democracia en un país donde el voto es obligatorio y donde en muchos casos gana la consigna de "el mal menor". No debería ser ese el propósito de una elección y el sistema electoral debería motivar al elector a participar.
No alcanza ver los porcentajes que obtiene cada partido, las cifras muestran que en seis de los nueve departamentos l@s electores están descontentos con los partidos o con los candidatos que presentan. Los partidos se han convertido en maquinarias electorales que postulan a los que ganan más votos, no a los mejores, y a pesar de ello, existe un alto porcentaje de ciudadanos que decide no apoyarlos.
El tercer componente que falta es sumar el ausentismo al blanco y nulo, que es otro mensaje del elector al sistema. Es algo que haré en otra columna.
Jimena Costa es politóloga.
MAS allá de lo evidente. (Parte II)
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