El alto el fuego entre Israel y Hamás entra en vigor

Las dos partes aceptan la propuesta de mediación egipcia y acuerdan un cese de hostilidades en Gaza "recíproco, simultáneo y sin condiciones"

Un niño de 10 años recibe tratamiento médico por las heridas causadas por la ofensiva israelí, este jueves en la localidad de Khan Younis, en el sur de Gaza.

El Gabinete de Seguridad de Israel, órgano gubernamental que decide sobre las ofensivas militares, ha aprobado en la noche del jueves un acuerdo de alto el fuego en Gaza tras 11 días de enfrentamientos con las milicias palestinas. El Gabinete aceptó la propuesta de mediación de Egipto para un cese de los combates "recíproco, simultáneo y sin condiciones". La tregua permanente –bajo el principio de calma en el frente a cambio de calma en las filas del adversario–, ha entrado en vigor a las 2.00 del viernes (la 1.00, hora peninsular española). El alto el fuego ha sido respetado sin incidentes. Mientras, Israel ha empezado a levantar algunas de las restricciones impuestas en el sur del país y la frontera con la Franja.

Mientras se anunciaba el alto el fuego, ambas partes prosiguieren los ataques esporádicos con lanzamientos de cohetes desde la Franja hasta 10 minutos ante de su entrada en vigor. Los mediadores egipcios ultimaron los detalles de su aplicación en Jerusalén, ante las autoridades hebreas, y en Ramala, sede de la Autoridad Palestina. "La resistencia palestina cumplirá el acuerdo mientras lo cumpla el poder ocupante (por Israel)", aseguró a Reuters un portavoz de Hamás. Un comunicado oficial israelí enfatizó que "la evolución de la realidad sobe el terreno determinará el futuro de las interacciones militares".

En una breve alocución desde la Casa Blanca, el presidente de EE UU, Joe Biden, anunció que había hablado con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien le había confirmado la hora de entrada en vigor del alto el fuego. Biden valoró los esfuerzos diplomáticos de Egipto para llevar a buen puerto las negociaciones y señaló que había recibido información a través de las autoridades de El Cairo de que Hamás también había aceptado el acuerdo. Biden ha asegurado a Netanyahu que EE UU reforzará el sistema antimisiles Cúpula de Hierro, que ha interceptado numerosos cohetes de Hamás, y, al mismo tiempo, ha expresado su compromiso para enviar a Gaza ayuda humanitaria en coordinación con la comunidad internacional.

Las hostilidades habían proseguido el jueves en Gaza mientras se intensificaban las negociaciones para alcanzar un alto el fuego. Sin apenas disparos de cohetes hacia Israel durante horas y con los ataques de la aviación israelí cada vez más espaciados y concentrados sobre objetivos militares de Hamás, la escalada bélica de Gaza se encaminaba al inicio del jueves hacia un principio de alto el fuego. La presión ejercida el miércoles hacia Israel por el presidente de Estados Unidos para forzar una inmediata desescalada pareció haber surtido efecto. Al menos durante la madrugada anterior, no se produjeron bombardeos aéreos ni lanzamientos de proyectiles. Pero la lógica de la guerra de golpe por golpe se impuso en ambos bandos, que reanudaron las hostilidades durante la jornada.

Musa abu Marzuk, dirigente de Hamás, el movimiento islamista que gobierna de facto en Gaza, fue quien más claramente detalló las exigencias islamistas en una entrevista emitida por un canal de televisión libanés durante la noche del miércoles. Como condiciones, Hamás exigió a Israel que no vuelva a penetrar con sus fuerzas de seguridad en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, tercer lugar sagrado del islam, y cancele los procesos de desahucio contra decenas de familias palestinas amenazadas con ser expulsadas de sus viviendas en el barrio de Sheij Yarrah, al norte de la Ciudad Vieja.