Los resultados de las elecciones subnacionales de marzo, nos muestran muchas cosas más que solamente quiénes ganaron, en qué lugares y con cuanto, por ciento, permiten ratifican algunas tendencias que ya se vieron en elecciones anteriores. El voto ciudadano es muy elocuente, es importante usar la lupa y revisar los resultados con detalle, para escuchar esas voces que son silenciadas en los porcentajes de los votos obtenidos por cada partido.
Una de esas tendencias, es la crisis del sistema de partidos. ¿Cuáles son los resultados que permiten hacer tal afirmación? Hay tres elementos que nos ayudan a analizar ese fenómeno: el ausentismo (los inscritos en padrón que no van a votar) en un país donde el voto es obligatorio; el voto blanco (no me gusta ningún candidato); y el voto nulo (no creo en el proceso).
Aquí presentaré el análisis de los votos blanco y nulo, que en las provincias superan el 50%, pero que en general superan el 30%. Por razones de espacio, solo pondré algunos ejemplos tomando los resultados del voto a asambleístas por población, uno de los absurdos inventos de la antigua Corte Nacional Electoral cooptada por el MAS.
En las provincias de Chuquisaca, los votos blanco y nulo por provincia suman: Azurduy 30,59%; Belisario Boeto 37,52%; Hernando Siles 36,20%; Luis Calvo 40,24%; Nor Cinti 37,77%; Oropeza 36,54%; Sud Cinti 36,76%; Tomina 29,78%; Yamparaez 47,80%; y Zudáñez 28,52%. Podemos afirmar que, en Chuquisaca, a 1 de cada 3 ciudadanos no le gusta ninguno de los candidatos de partidos.
En las provincias de La Paz, los votos blanco y nulo por provincia suman: Abel Iturralde 43,83%; Aroma 43,67%; Bautista Saavedra 62,69%; Camacho 57,87%; Caranavi 37,09%; Franz Tamayo 56,12%; José Manuel Pando 32,51%;
Gualberto Villarroel 31,34%; Ingavi 44,62%; Inquisivi 42,94%; Larecaja 50,42%; Loayza 41,96%; Los Andes 54,4%; Manco Kapac 48,86%; Muñecas 66,81%; Murillo 34,42%; Nor Yungas 49,19%; Omasuyos 51,59%; Pacajes 45,43%; y Sud Yungas 46,35%. Podemos afirmar que en La Paz la tendencia se ratifica y profundiza, ya que 16 de las 20 provincias están por encima del 40% y dos de ellas por encima del 60%.
Lo propio en el departamento de Oruro: Abaroa 39,07%; Carangas 34,53%; Cercado 35,32%; Ladislao Cabrera 37,42%; Litoral 25,29%; Mejillones 34,51%;
Nor Carangas 36,77%; Pantaleón Dalence 31,74%; Poopó 35,78%; Sabaya 30,81%; Sajama 36,12%; San Pedro De Totora 41,03%; Saucari 29,72%; Sebastián Pagador 38,66%; Sur Carangas 23,75%; Tomas Barrón 25,57%.
En el departamento de Potosí la tendencia es más parecida a la de La Paz: Alonso de Ibáñez 52,04%; Antonio Quijarro 45,11%; Bustillo 47,18%; Charcas 42,81; Chayanta 48,11%; Cornelio Saavedra 53,11%; Daniel Campos 35,32%; Enrique Baldivieso 54,24%; Gral. Bernardino Bilbao 32,72%; José María Linares 47,64%; Modesto Omiste 49,29%; Nor Chichas 48,48%; Nor Lípez 39,52%; Sud Chichas 46,63%; Sud Lípez 49,92%; Tomás Frías 43,01%.
Lamentablemente el espacio limitado me obliga a cortar los ejemplos. Pero el mensaje de l@s ciudadan@s es claro. Ojalá que los partidos abran las orejas.
Los resultados también muestran que es muy difícil confiar en el Órgano Electoral: ¡los resultados consolidados al 100% en la página del TSE siguen cambiando! no por miles de votos, pero cada vez que vuelves a los datos, hay modificaciones; algunas sumas no cuadran y lo más importante, que el número de votos emitidos a gobernador, asambleísta por población y asambleísta por territorio son distintos en varios casos, lo que es imposible de explicar, ya que las tres franjas estaban en una misma papeleta, pero es lo que tenemos.
Jimena Costa es politóloga.
MAS allá de lo evidente
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