Carta abierta a la Ministra de Culturas, Descolonización y
Despatriarcalización
PhD Sonia Victoria Avilés
Dra. en Arqueología e Historia
Apreciada Ministra Sabina Orellana Cruz:
Después del sangriento golpe de estado y el retorno a la democracia, la arqueología boliviana
ha sufrido una estocada final. Por ello, es hora de reivindicarla y afirmar así nuestra identidad:
tesoro y pilar fundamental del desarrollo y de la revolución democrática y cultural del Estado
Plurinacional de Bolivia.
Durante décadas hemos tenido una institución nacional de arqueología modificada en el
tiempo, sin un rol exitoso, porque ha sido centralista con sede en La Paz. Por tal razón,
propongo una "descentralización" de la tutela del patrimonio cultural en nuestro enorme y
diverso país, imposible de ser regido por una sola entidad, sino que requiere de
fortalecimientos regionales para una mejor atención a las culturas locales en directa
coordinación con la Dirección General del Ministerio.
El Ministerio de Culturas es el más importante porque toca nuestra alma, raíz, identidades,
tiempo presente y proyecciones. Sino invertimos en un nuevo humanismo que beba de la
riqueza del pasado, nuestro proceso de cambio continuará vulnerable. Durante la última
dictadura (2019-2020) la fuerza de la cultura ancestral recuperada por el socialismo y
reconocida a nivel internacional, fue un factor determinante, y lo es también hoy, en el apoyo
de los países hermanos frente a la violación del estado de derecho.
La investigación de nuestro orígenes y transculturaciones es imprescindible, así como la
conservación de los bienes culturales, para luego retornar al pueblo en publicaciones
orientadas a educarnos y comprender quiénes somos.
Me permito sugerir el siguiente organigrama a implementarse reorganizando la actividad
arqueológica ya sea a través de la Ley de Patrimonio o de un Decreto Presidencial, que
garantice la continuidad de las gestiones culturales con un equipo contratado por concurso
público a tiempo indeterminado, con el objetivo de crear en un futuro próximo el Centro de
Investigación y Conservación del Patrimonio Plurinacional de Bolivia (proyecto tan avanzado
destruido por el golpismo).
¡Está en sus manos el mayor reto de nuestra historia! No está sola, los arqueólogos la
apoyamos, porque Ud. conoce mejor que nosotros los académicos qué es la identidad de un
pueblo y su lucha por descolonizarse y como mujer el sometimiento de nuestro sexo al
patriarcado.
No se preocupe por la falta de presupuesto: Cultura es siempre la Cenicienta. Pues, los
pueblos no necesitan metálico, necesitan voluntad y orientación en la apropiación del propio
patrimonio. Etnias y comunarios, mejor que cualquier otro componente de la sociedad, están
conscientes de que mejorando su patrimonio cultural mejoran su calidad de vida, no sólo por
el turismo sino por los conocimientos que las tecnologías y saberes ancestrales transmiten.
Precisamente, nuestros pueblos no quieren dinero, porque nunca fueron capitalistas, nos
quieren presentes en la conservación y restauración de sus bienes histórico-artísticos y
arquitectónicos. Nos quieren tanto en la limpieza de sus templos arqueológicos, como en la de
sus iglesias coloniales, nos quieren con la mano en la tierra levantando y consolidando las
ruinas de sus monumentos, como lo hacían los abuelos o los incas con materiales ecológicos
(piedra, arcilla, paja, cal y mucílagos), buscando una vía intermedia entre lo tradicional y la
high technology (consolidantes químicos), valorizando así su propia identidad. Podemos
levantar las ruinas antiguas sin presupuesto, si hacemos de las comunidades nuestras aliadas
en la lucha por la conservación del patrimonio cultural. Nuestras naciones no conocían la
contaminación del dinero, crearon grandes civilizaciones con el ayni, la mink'a, el trueque y
la colaboración de todos: hoy te regalamos nuestro trabajo y mañana tú nos regalas el tuyo y
juntos reconstruimos una Arqueología Social Viva.
Carta abierta a la Ministra de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización
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