En su primer discurso después de haber sido posesionado, el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, exigió al presidente Luis Arce dejar la "persecución" y la "asfixia económica" a Santa Cruz e incluso le advirtió que si no cambia su actitud hacia esa región del oriente boliviano lo único que quedará es la defensa.
"Al presidente Arce le digo que deje la persecución, que respete las libertades de todos; Presidente tiene una responsabilidad enorme con Bolivia, la pandemia y la crisis económica nos azota fuertemente y en usted está la decisión; yo le ofrezco como gobernador que trabajemos juntos para superar estos problemas y así poder ayudar a Santa Cruz y a los bolivianos", dijo la autoridad que fue elegida por la alianza opositora Creemos.
En ese sentido, remarcó que en la actual coyuntura de pandemia por el COVID-19, las decisiones que las autoridades tomen "pueden dejar a un hijo sin su madre o a una madre sin su hijo".
Por tanto, "recapacite en su actitud hacia Santa Cruz, hacia las regiones que no se sometieron a votar por una opción política e ideológica (como) la suya, usted tiene la obligación de gobernar para todas las regiones de Bolivia", añadió.
Además, recordó al Jefe del Estado que las autoridades no son dueñas de la "plata del pueblo" porque solamente son servidores públicos, es decir, sus empleados con un mandato que se debe cumplir en el marco de la responsabilidad y "sin revanchismo".
"No obstante, si no cambia la actitud hacia Santa Cruz, si continúa con el amedrentamiento y la persecución, si nos sigue lastimando con medidas económicas que nos asfixian, lo único que nos queda es defendernos y usted sabe que lo sabemos hacer y lo hacemos muy bien", advirtió.
En ese contexto, también subrayó que "defender Santa Cruz", en la actual coyuntura, está más vigente que nunca, aunque no debería ser parte de la agenda de la institución.
Es decir, "defender a Santa Cruz del avasallamiento de tierras con fines políticos, de la persecución de su gente con fines políticos y de la necesidad absurda del (gobierno) nacional de imponernos (…) un modelo político y económico, que como región rechazamos, y lo decimos de frente y con firmeza: dejen de intentarlo, nunca podrán someter a Santa Cruz", manifestó.
Del mismo modo, indicó que uno de sus propósitos será lograr que el centralismo entregue a Santa Cruz todas las competencias y los recursos que le corresponde.
Además, afirmó que peleará incansablemente por un censo inmediato y por un pacto fiscal, que no se concentre solo en el dinero, sino en la entrega, precisamente, de todas las competencias que se consiguió en la lucha autonómica.
Por tanto, "nuestra región recuperará la fuerza, la fuerza de esa autonomía y abrirá el camino hacia el anhelado federalismo. Y para emprender esa tarea necesitamos de la unidad de nuestras instituciones cívicas, de nuestros gremios productivos, empresariales y sobre todo de la unidad de todo nuestro pueblo", puntualizó.