La oficina del alcalde electo de La Paz, Iván Arias, lamenta las desaprensivas,
preocupantes e irresponsables declaraciones de Luis Revilla, el burgomaestre saliente, sobre el
recojo de basura en la ciudad sede de gobierno.
La declaración de Revilla, en sentido de que Arias sería responsable del paro de labores de los
trabajadores de la empresa La Paz Limpia, que ha ocasionado que toneladas de basura se
acumulen en calles y avenidas de la ciudad, es inaceptable y amerita una retractación.
Revilla, que ha colocado al gobierno municipal en una situación de riesgo financiero, con un
déficit previsto para este año que se acerca a los 500 millones de bolivianos (la anterior cifra de
411 millones ha sido recalculada en base a información oficial) y con onerosas deudas con un
sinfín de proveedores privados y municipales, pretende rehuir sus responsabilidades acusando
al ganador de los comicios de marzo pasado.
Lo que debe quedar claro es que si en La Paz los trabajadores de la limpieza están en paro es
responsabilidad del alcalde saliente, que mantiene con esa empresa una deuda de 56 millones
de bolivianos y que subirá a 70 millones a fines de este mes. No es pues el alcalde electo, quien
no ha tomado todavía el mando de la ciudad, a quien se debe acusar.
Es el propio alcalde Revilla, cuyo partido no pasó del 4% de los votos en las elecciones, quien
se contradice. Él, en su insólita declaración de este domingo, dijo que "siempre en el pasado" ha
habido deudas con la empresa La Paz Limpia por retraso de pagos de dos meses. Pero la deuda
que enfrenta ahora dicha empresa es de cuatro meses, que subirá a cinco cuando termine el
mes de abril. Entonces el mismo Revilla reconoce que ahora el gobierno municipal ha aumentado
su deuda a más del doble de lo que era usual.
Luis Revilla no puede simplemente dejar que el alcalde electo resuelva los problemas. Él será
alcalde hasta el último día de su gestión y tiene que asumir esa responsabilidad. Revilla demostró
ser un cómodo administrador en tiempos de bonanza, pero no ha sabido enfrentar la crisis que
afecta a la economía del gobierno municipal, mostrando más bien incapacidad y desinterés.
Además de la deuda con La Paz Limpia, existen muchas otras, como una de 120 millones de
bolivianos a empresas y proveedores privados, y cientos de millones adicionales a empresas
municipales, como las siguientes:
• Emavías (60 millones de bolivianos, lo que impide realizar bacheos de calles y avenidas).
• Emaverde (tres millones, que pone en peligro el arreglo de áreas verdes).
• Empresa Municipal de Maquinaria (24 millones, que puede paralizar los trabajos de
prevención de riesgos).
• Empresa proveedora de diésel (10 millones, lo que pone en riesgo el funcionamiento de
buses y maquinaria).
Esta última es importante ya que es la que provee de diésel a los buses PumaKatari; la situación
ha amenazado con que se corte el suministro de ese carburante y paralizaría ese servicio.
Hacemos la siguiente pregunta: ¿si los buses PumaKatari suspenden su servicio, el alcalde Iván
Arias también será responsable?
Convocamos al alcalde saliente a cumplir con las responsabilidades que marca la ley hasta el
último día de su gestión, peor aún en un tema tan serio como el actual, que tiene relación directa
con la salud de la población.
Arias lamenta las declaraciones de Revilla a cerca del paro de labores de La Paz Limpia
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