Ministro de Salud: Llegada de nuevas cepas del COVID-19 'es inevitable'

El Gobierno todavía espera los resultados de laboratorios internacionales sobre la presencia de la variante brasileña del coronavirus.

El ministro de Salud, Jeyson Auza, ratificó que es inevitable la llegada de las nuevas cepas del COVID-19 a Bolivia, después de que el martes, autoridades de Santa Cruz y Beni, con base a estudios de laboratorios privados, informaron que ya circula la variante brasileña P1 en esas dos regiones.

"En cuando a la llegada de las nuevas cepas que existen en el mundo, eso, en un país globalizado, es totalmente inevitable; hemos recibido el reporte de la UMSA (Universidad Mayor de San Andrés), el cual manifiesta que esta cepa (brasileña ya) pudiese estar presente y lo asumimos que así podía ser; (ahora solo) estamos a la espera de los resultados de los laboratorios internacionales, los cuales seguramente van a confirmar esta situación o van a dar más bien adecuaciones u otros descubrimientos", dijo.

Agregó que si los resultados de los laboratorios internacionales ratifican la presencia de la variante P1 en Bolivia, se continuará "con la misma lógica" que en este momento el país está enfrentando la lucha contra la pandemia.

"Y con esto queremos dar tranquilidad a la población boliviana porque nosotros ya hemos asumido que vamos a (…) contar con la cepa P1 y otras cepas desde el 22 de marzo, cuando (empezamos a realizar) todo un despliegue de contención y mitigación en las zonas fronterizas para no repetir los escenarios que se dieron en la primera ola", remarcó la autoridad en una entrevista con Cadena A.

Mientras el país sigue en una segunda ola del coronavirus, que –según el Ministro– es mucho más agresiva y además se prevé que la tercera ola también podría ser de similares características, "a menos que se tomen medidas de contención y mitigación, que sí las estamos asumiendo".

Incluso, "nosotros habíamos previsto de que inmediatamente (se registre) el descenso de la segunda ola, iba a iniciar la tercera ola y las medidas de contención que estamos llevando adelante están logrando que tal vez la línea de tendencia siga horizontal y no vaya en ascenso", señaló. Los primeros dos casos de COVID-19 en Bolivia se registraron el 10 de marzo de 2020 y desde entonces se reportaron un total de 291.675 infecciones, de los cuales 240.336 pacientes lograron recuperarse de la enfermedad, 38.644 todavía tienen el virus activo en su organismo y 12.695 personas perdieron la vida.