El presidente Luis Arce ratificó este jueves que Bolivia tuvo un golpe de Estado en noviembre de 2019, en el acto de reactivación de la planta industrial de la Empresa Pública Productiva de Envases de Vidrio de Bolivia (Envibol) del departamento de Chuquisaca.

"Aquí venimos una vez más a ratificar que en noviembre de 2019 lo que hubo fue un golpe de Estado. Así no se trata al pueblo boliviano y eso es lo que a nosotros nos lleva como han dicho nuestros hermanos acá en la planta (a pedir) justicia y eso es exactamente lo que nosotros también vamos a hacer", enfatizó.

Según datos oficiales, la ruptura del orden constitucional dejó un saldo de 35 muertos, 833 heridos y 1.504 arrestos o aprehensiones.

En ese contexto, el mandatario recordó que la Envibol fue una de las empresas públicas más afectadas, porque el régimen de Jeanine Áñez disminuyó sus operaciones y dejó con una capacidad de producción de un 7% y labores pequeñas de reciclaje.

Además, mencionó que el complejo fue invadido también por un grupo de personas que obligaron a los trabajadores a estar boca abajo y con pecho a tierra, con el argumento de que el exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, estaba escondido en el predio.

El mandatario rememoró que los autores de la ruptura constitucional reeditaron con ello el ingreso que los militares y los paramilitares realizaban en instituciones para buscar a políticos y dirigentes en la década de los 70's y 80's del siglo XX.

"Así era el golpe de Natush Busch el 79. Así el golpe de (Luis) García Mesa el 80, en julio, nosotros lo hemos vivido, nos han correteado a nosotros también en esa época", sostuvo.

El jefe de Estado pidió, por último, al ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, que se haga un informe sobre lo sucedido en la Envibol, porque "de esto alguien tiene que ser responsable".

"Esto es plata de los bolivianos, hermanos, alguien tiene que pagar por estos daños", concluyó.