"El debate de que si hubo fraude o hubo golpe puede ser muy engañoso o reduccionista, es como decir es blanco o negro, pero fue mucho más grave y complejo porque lo que ocurrió el 2019 fue una interrupción del periodo más largo de democracia que tuvimos en el país. Casi 40 años de democracia fueron interrumpidos", aseguró en radio RKC.
Dijo que lo ocurrido en el 2019 fue un "fracaso del respeto por el orden constitucional en diferentes frentes".
Recordó que las elecciones de 2019 se efectuaron con normalidad, pero se presentó –dijo- un problema de tipo técnico logístico que despertó el malestar ciudadano: la interrupción de un conteo rápido de votos y las impugnaciones que se hacían al Tribunal Supremo Electoral (TSE), lo que a su vez desbordó la protesta ciudadana.
"La gente comenzó a generar huelgas, paros y violencia. Ahí hubo una falencia constitucional y del orden público porque la contingencia llevaron a la quema de recintos electorales, alterando la fidelidad con lo que se debió haber manejado ese proceso electoral", relató.
También recordó la quema de propiedades públicas y privadas que llegaron a superar a la propia Policía.
"Luego está la actuación del Poder Legislativo, que a mi criterio fue también una presión sobre sus líderes, que generó una especie de premura para que se apure una sucesión constitucional, cuando teníamos la casa de uno de los presidentes de Diputados quemada.", continuó.
Hizo una comparación con lo ocurrido el 2005, cuando se presentó la renuncia del expresidente Carlos Mesa. Fue el Congreso que se trasladó de La Paz a Sucre, por las tensiones sociales y luego de reunir a sus dos cámaras definió si aceptar o no la renuncia de los mandatarios.
"Eso se hizo con la renuncia de Carlos Mesa, de Gonzalo Sánchez de Lozada, pero no con la renuncia de Evo Morales y Álvaro García Linera, lo que se presentó fue una autoproclamación de la senadora Jeanine Áñez. A mí siempre me pareció algo irregular", dijo el que también fuera expresidente de la desaparecida Corte Suprema de Justicia.
Destacó que en este caso se mantuvo la vigencia de la Asamblea Legislativa, que a su vez, constituyó un nuevo Tribunal Supremo Electoral.
"Por eso me parece complejo reducir la denominación de lo que ocurrió fue un golpe de Estado", sentenció Rodríguez Veltzé.
También se refirió al papel que desempeñó el Órgano Judicial, asegurando que se lamentó que el Tribunal Constitucional Plurinacional emita un comunicando "avalando la sucesión de la senadora Áñez". "Ningún Tribunal del mundo comunica sus decisiones, a través de comunicados. Sus decisiones o fallos son el resultado de procedimientos reglados", explicó.
"En Bolivia lo que tuvimos lamentablemente fue un descarrilamiento de nuestro orden constitucional por estos cuatro principales órganos y por otras instituciones como son las Fuerzas Armadas, la Policía o por ejemplo el Ministerio Público, que por la Constitución es el titular de la acción penal pública", remarcó.
Dijo sentirse sorprendido por la lentitud e ineficacia del Ministerio Público en el 2019.
Respecto a la intervención militar recordó que conlleva la autorización de autoridades superiores. "Esto debe explorarse a la luz de la verdad con un debido proceso, con ello se puede absolver o sentenciar. Y hay Justicia cuando hay reparación a las víctimas. No solamente escarmiento, sino justicia restaurativa", insistió.