Las elecciones subnacionales de este domingo son para el partido gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) un momento crucial, porque se juega su reorganización interna después de su retorno al poder y el regreso de Evo Morales al país. La oposición, por su lado, se juega un cambio de liderazgos, con miras incluso al 2025, y la posibilidad de evitar que el partido azul logre el poder absoluto, según la visión de analistas.
Más de 7,1 millones de bolivianos están habilitados para acudir este domingo a las urnas, para elegir mediante el voto popular a gobernadores, asambleístas departamentales, alcaldes y concejales municipales en todo el territorio nacional.
El analista político Marcelo Arequipa dijo a Página Siete que esta jornada se juega el futuro de los siguientes cinco años de los liderazgos políticos territoriales en Bolivia. En el caso del partido oficialista, indicó que se juega el cómo se reorganiza internamente.
"Lo que el MAS se juega en realidad es ver cómo va a estar reorganizada su competencia interna, que ya hemos visto está ahí presente desde que Evo Morales vuelve a Bolivia, eso es lo que se juega el MAS. Es decir, cómo va a estar reorganizado, ver ahora quiénes componen ese MAS. Además, después de esta elección se va a ver realmente cuánto peso tiene Evo Morales", indicó Arequipa.
A diferencia del partido azul, la oposición en estos comicios se juega la conservación de sus bastiones y la renovación de sus liderazgos.
"Primero, la oposición se juega que el MAS no tenga ese poder absoluto. Segundo, la oposición se está jugando a conservar los escenarios que tiene para evitar una crecida del MAS. Y tercero, qué nuevos rostros, líderes y actores políticos va a presentar frente al MAS y hacia la gestión futura 20-25", aseguró el analista Paúl Coca.
El periodista y analista Rafael Archondo ve que este proceso electoral, que se presenta después de un año de prórroga, será una suerte de evaluación del desempeño de las autoridades regionales, además que se medirá si se ha producido una renovación de líderes políticos en Bolivia tras la salida del escenario de algunos actores políticos, después de 10 o 15 años.
En ese marco, Archondo identifica a Eva Copa, expresidenta del Senado, exmilitante del MAS y ahora candidata de Jallalla, como un "fenómeno nuevo" que le hace frente al partido azul, fuerza en la que ella construyó su imagen política.
"Eva Copa salió del MAS junto con su pueblo, entonces ese es un fenómeno completamente nuevo", afirmó Archondo. Agregó que la oposición al MAS se presenta con "muchas posibilidades de recuperar espacios" en distintas regiones (como Beni y Chuquisaca), donde parecía que el partido azul estaba consolidado.
El exministro de Gobierno y analista Hugo Moldiz hizo énfasis al afirmar que estos comicios regionales tienen particularidades propias de cada departamento y municipio. Ahora, en esta elección, desde su perspectiva, se verá el nivel de relación conflictiva o armoniosa entre el Gobierno y los gobiernos subnacionales.
"Lo que se juega es ver el nivel de configuración o reconfiguración política en los campos departamentales, regionales y municipales. Configuración o reconfiguración en otros casos que van a dar una idea de por dónde va la dinámica política, que podría traducirse en una relación o de conflicto o más bien de relación armoniosa entre el gobierno nacional y los gobiernos subnacionales", afirmó Moldiz.
La exautoridad aseguró, además, que "existe el riesgo real" de que después de estas elecciones los "sectores más conservadores de la derecha boliviana pretendan desarrollar desde las regiones formas no democráticas de oposición al gobierno de Luis Arce y David Choquehuanca". Apuntó a Luis Fernando Camacho, en Santa Cruz, y Manfred Reyes Villa, en Cochabamba.
Para Coca, en estas elecciones también están en juego: la continuidad y profundización del proceso autonómico, el cambio de modelo y mentalidad boliviana tras la pandemia y las prioridades que tendrán las nuevas autoridades regionales, con miras incluso a la conmemoración del Bicentenario.
Las misiones de observación
Dos organismos internacionales y uno nacional desplegarán este domingo sus misiones de observación electoral en distintos puntos del país.
Se trata de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) y la Observación Ciudadana de la Democracia (OCD) Bolivia.
Las dos misiones internacionales se presentan con un número menor a la de las elecciones nacionales, informó el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
En tanto, la OCD refirió que estará presente en 41 municipios urbanos y rurales del país, con 173 observadores acreditados ante el ente electoral.
Según el TSE, las misiones de observación electoral tienen el objetivo de dar seguimiento a todas las acciones y características del proceso electoral, a fin de comprobar su normal desarrollo.
Dos preguntas clave
Rafael Archondo Periodista y analista
¿Qué se juega el MAS?
"La hegemonía del MAS va a continuar, por lo menos en lo que resta de la gestión de Luis Arce, pero lo que sí se va a poner a prueba es la capacidad de que tendría o no el MAS para traducir ese liderazgo nacional en liderazgos departamentales. Se sabe que el MAS nunca ha podido ofrecerles a las ciudades grandes buenas gestiones municipales. Si hacemos una lista para saber cuáles son los alcaldes sobresalientes del MAS, esa lista se va a quedar sólo en las zonas rurales, porque en las grandes capitales ha habido alcaldes del MAS que han decepcionado, porque en tantos años no ha tenido la capacidad de formar una generación de administradores municipales ni gobernadores eficientes".
¿Qué se juega la oposición?
"La oposición se juega la posibilidad de recuperar terreno, sin duda alguna, pero yo creo que no sólo la oposición tradicional, sino en esta elección por primera vez estamos viendo la posibilidad de que, por ejemplo, la candidata de Jallalla, Eva Copa, le gane al MAS, habiendo sido el MAS antes su partido. Ese es un fenómeno nuevo. Por primera vez, la gente que sale del MAS, los liderazgos que se construyeron en el MAS, de pronto no sólo salen de esta organización política y lo hacen junto con las bases sociales. Por otra parte, la oposición tiene muchas posibilidades de recuperar espacio, lo va a hacer en el Beni, en Chuquisaca y vamos a tener un panorama no muy favorable al MAS".
Hugo Moldiz
Exministro y analista
¿Qué se juega el MAS?
"El MAS no juega a consolidar su hegemonía lograda en la elección de octubre de 2020. Hay que separar una cosa de la otra, porque está demostrado que la gente actúa con una lógica cuando tiene que elegir Presidente y con otra lógica cuando tiene quiere elegir Alcalde y Gobernador. Mientras el oficialismo y la oposición tratan de ideologizar ese voto, está claro que la gente no lo hace de esa manera, la gente vota de una manera para Presidente y vota de otra manera para gobernaciones y municipios. A eso me refiero que los problemas del MAS, es en relación de no correspondencia entre una cosa y otra, no hay una relación de una cosa con la otra".
¿Qué se juega la oposición?
"La oposición está extremadamente fragmentada y yo creo que la oposición juega cuánto de supervivencia puede lograr a pocos meses de haber recibido una gran tunda electoral. Cuánto puede recuperarse y creo que sería política de ficción afirmar que eso va a implicar un nivel de recuperación o de articulación. No creo que las victorias dispersas, fragmentadas de la oposición impliquen una recuperación de la oposición en términos nacionales. Al mismo tiempo, la oposición puede obtener réditos importantes a nivel de los gobiernos subnacionales, pero no por eso supera el límite de lo nacional. La oposición tiene tremendas dificultades para convertir victorias parciales en victorias nacionales".
Paúl Coca
Analista político
¿Qué se juega el MAS?
"En Bolivia, el poder se divide en dos partes: el poder nacional, a través de elecciones nacionales y el poder subnacional, que es el que se está jugando en este instante y resulta que el MAS se está jugando tener, lograr la otra mitad y en base al parámetro de Evo Morales, que es ganar 300 municipios y siete gobernaciones. Entonces, frente a eso el MAS se está jugando muchas cosas: se está jugando lograr esa hegemonía del poder que quiere, se está jugando el hecho de mostrar que esos disidentes son eso, meros accidentes o casos fortuitos, se está jugando que ellos tienen que tener el poder para gobernar de manera tranquila".
¿Qué se juega la oposición?
"Se juega tres cosas: la primera es que el MAS no tenga ese poder absoluto, conforme a la regla de Evo Morales, ganar siete gobernaciones y 300 municipios; la segunda es que la oposición se está jugando a conservar los escenarios que tiene para evitar una crecida del MAS y tercero, qué nuevos rostros, líderes y actores políticos va a presentar frente al MAS y hacia la gestión futura 20-25".
Marcelo Arequipa Analista político
¿Qué se juega la oposición?
"Lo que el Movimiento Al Socialismo se juega en realidad es ver cómo va a estar reorganizada su competencia interna, que ya hemos visto, está ahí presente desde que Evo Morales vuelve a Bolivia, eso es lo que se juega el MAS. Es decir, cómo va a estar reorganizado, ver ahora quiénes componen ese MAS. Además, después de esta elección se va a ver realmente cuánto peso tiene Evo Morales".
¿Qué se juega la oposición?
"Los opositores se juegan de verdad liderazgos territoriales claves. La oposición se juega justamente si van a repetir los espacios territoriales donde gobiernan y además si van a seguir los mismos o si surgen otros liderazgos, creo que la idea es que van a ser otros. También está presente la idea de quienes van a constituir una suerte de recambio de actores en algunos municipios y gobernaciones importantes".
MAS se juega su reorganización interna y la oposición un cambio de liderazgos
"Después de esta elección se va a ver realmente cuánto peso tiene Evo Morales", indica el analista Marcelo Arequipa. Su colega Paúl Coca dice que la oposición se juega la conservación de sus bastiones.
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