Al MAS: «El llunkerío es más fuerte y yo no soy de esas personas»

Critica a la cúpula del MAS que no permite que surjan nuevos liderazgos y dice que en el MAS "ahora salen airosos, como salvadores, pero en su momento nadie quiso decir yo soy masista".

Eva Copa está en la cresta de la ola. Rebosa seguridad y confianza. "RenuEva" es el lema de su campaña: "Quiero que surjan desde El Alto miles y miles de liderazgos (...)que persigan sus metas, no dejen que nadie se las quite".
Sin embargo, detrás de la adrenalina de la campaña y el pronóstico de triunfo, se muestra dolida. Llora al recordar los días de noviembre de 2019 cuando saltó a la palestra de manera intempestiva y sintió la "pesada carga" de defenderse y defender al MAS; de "pararle el coche a los abusos del gobierno de Añez". Está dolida también con "la cúpula del MAS que no permite que nadie surja" y que ahora la llaman aliada del golpismo.
La visitamos en su casa de El Alto, en la zona Mercedario, que es también un centro de campaña. Allí están sus dos hijos, Santiago y Samanta, su madre, sus principales colaboradores y varios periodistas, que esperan entrevistar al "fenómeno Eva".
Tiene 34 años y viene de una familia de siete hermanos. Su madre es artesana y vive con ella desde que murió su padre. Dice que ella es su apoyo, junto con su compañero de vida, que es ingeniero petroquímico y se dedica a la docencia.
Nunca soñó lo que ahora vive, pero el germen del interés por la política y la gestión lo obtuvo de su padre. "Mi papá siempre me llevaba a sus reuniones de juntas vecinales y me gustaba mucho verlos debatir, organizarse para la seguridad ciudadana, con sus silbatos, los trámites para que entre el agua, la luz. Aprendí bastante".
Escogió la carrera de trabajo social y desde allí empezó su propio trayecto. "Me llamó la atención que nuestros dirigentes eran varones, y nosotros en su mayoría éramos mujeres. Ahí empezamos a comentar con las compañeras, ¿por qué no armamos un frente?".
Se convirtió en dirigente universitaria, fue secretaria general de la FUL, asesora del Congreso de Universidades, y luego delegada ante la COR, de donde surgió su precandidatura como asambleísta del MAS en las elecciones de 2014. En la Asamblea Legislativa participó de varias comisiones hasta que, después de la renuncia de Evo Morales y varios legisladores, fue nombrada presidenta del Senado.
¿Cómo recuerda esos días?
(Se quiebra) Fueron momentos muy duros. Hago un recordatorio de todo lo que he pasado y me da mucha nostalgia. Ya no los veo a mis compañeros. La mayoría éramos mujeres, los titulares habían renunciado y se quedaron mujeres de provincia, de las organizaciones sociales. Nos juntábamos, tomábamos nuestro cafecito con pan, tratábamos de ponernos fuertes ante las amenazas de que iban a cerrar la Asamblea. Muchas lloraban y decían: qué voy a hacer, mi casa está sola, mis hijos están solos. Yo no me podía quebrar, tenía que ser fuerte con ellas.
¿En esa época usted tenía un bebé pequeño?
(Llora) Mi hija, la Samanta, tenía meses; el Santiago estaba muy asustado; cada vez que escuchaba sirenas decía: nos van a detener. Mi mamá dormía con un palo en la puerta. Mis hermanos igual. Nadie me conocía, yo no era una persona pública y he aparecido en la palestra de la noche a la mañana. Era señalada con el dedo porque era masista. Espero que en un futuro la gente entienda que se han tomado decisiones por pacificar y que todo era muy duro.
Las últimas encuestas ponen a Eva Copa con más del 70% de preferencia, mientras que su rival del MAS no llega al 10%. ¿Cuál es su opinión sobre la situación de su candidatura a pocos días de la elección?
Para nosotros estos datos son una referencia para redoblar la campaña, y no sólo redoblar, sino triplicar. Cada día que pasa es eterno para mí; y creo que la gente, el ciudadano de a pie de la ciudad de El Alto está respondiendo a la lucha que hemos hecho en momentos muy duros. No los hemos abandonado, hemos estado junto a ellos y yo estoy eternamente agradecida porque me dieron su apoyo cuando más lo necesitaba y lo siguen haciendo. Esta carga es muy pesada porque la ciudad de El Alto es muy exigente: puede brindarte todo su apoyo, pero si no lo haces bien también te lo puede quitar. Yo, como soy alteña, voy a trabajar 24/7 por ellos, sobre todo con mucha lealtad y honestidad con mi ciudad.
Las encuestas le son favorables, pero también han sido motivo de ataques. El MAS la acusa de ser aliada del golpismo, que ha sido favorecida con el gobierno de Añez. ¿Qué opina sobre ello?
Son declaraciones incoherentes, irracionales. La desesperación los está haciendo actuar de esa manera. Lamentablemente, dentro del MAS sigue prevaleciendo esa cúpula que no permiten que nadie surja. Yo no estaba dentro de los planes de ese grupo privilegiado, por eso actuaron como actuaron. Me da mucha pena escuchar a algunos parlamentarios quererme involucrar en algunas investigaciones sobre el crédito del FMI. No sé si reír o renegar, porque parece que ese señor no estaba en el país, o dónde estaría, que no vio las noticias. Fue la Asamblea quien impidió que salga ese crédito porque no cumplía con los requisitos; fue por unanimidad en la Comisión de Planificación que no salió. Pero también he escuchado de parte de mis adversarios cosas irracionales como que soy aliada de la derecha, traidora, no sé qué más. ¿Qué puedo hablar con una persona que se fue a esconder a una embajada, y que salió y fue privilegiada con una candidatura? No hay moral, no hay ética.
La ciudad de El Alto no se merece este tipo de comentarios. ¿Qué la gente está confundida porque cree que Eva Copa sigue siendo del MAS? ¡Oiga! Nos están viendo con qué tipo de cara. ¿Tiene que venir alguien a "desconfundirnos" y decirnos qué está bien y qué está mal? Yo creo que tienen apreciaciones muy erróneas. El Alto es una ciudad muy madura políticamente y ellos van a tomar su decisión. El 7 de marzo, el ciudadano definirá quiénes quieren que sean sus autoridades.
¿Cuál fue su relación con el gobierno de Añez, se arrepiente de haber viabilizado su nombramiento?
Nosotros en la Asamblea nos propusimos que no haya ni un muerto más. Ese era nuestro objetivo; que cese el conflicto. La crisis era terrible en el país. El hecho de ver muerte en mi ciudad, ver familias afectadas, madres que perdieron a sus hijos de 19, 20 años, era desconsolador. No cabía en nuestra mente que siga continuando eso. Nosotros trabajamos de acuerdo a nuestras competencias como Asamblea Legislativa, como dice el reglamento y la CPE, y también le paramos el coche a ese gobierno de Jeanine Añez que nos quería amedrentar. Porque todo era sedición, todo era terrorismo y atentado a la salud pública. Ahora, (los del MAS) salen airosos, como héroes, como salvadores, en su momento nadie quiso decir soy masista, todos se escondieron y se callaron y nosotros, los que estuvimos allí, nos paramos de frente. Nos acusaban con el dedo, nos querían llevar presos, nos insultaban, arremetían contra nosotros. Ojalá hubiese sido solamente contra nosotros, pero también contra nuestras familias y aún así continuamos hasta el día de hoy. Por este grupo sectario y privilegiado del MAS, hay mucha gente que se ha desencantado y eso se está demostrando el día de hoy.
¿Cómo surgió en Eva Copa el impulso y el deseo de seguir una carrera política e inclusive romper con el MAS?
Es que no se puede confundir la lealtad con el sometimiento. Todos tenemos un objetivo, pero podemos verlo con miradas diferentes y discrepar; y no porque no pienses igual que los que están en esos grupos selectos eres traidor. Eso es lo que molesta; que unos tengan oportunidades y otros no. El paso que he dado no es por mí, es por la gente que está atrás, quiero que surjan desde El Alto miles y miles de liderazgos que se proyecten a nivel nacional, que salgan adelante y que no se les prohíban sus objetivos.
¿Volvería al MAS?
No. Es un viaje sin retorno, porque esa cúpula no va a salir de ahí y nunca va a dar oportunidades a quienes no sean del entorno. El llunkerío parece que es más fuerte y yo no soy de esas personas. Pero, me llevo muy bien con algunos compañeros de ahí, con los verdaderos masistas que luchan por la reivindicación de sus pueblos, los que buscan la inclusión y la participación de todos.
¿Cree que de no ser por esa cúpula, Evo Morales podría haberla apoyado?
Hay un círculo que lo rodea y no deja que se acerque a la gente. Yo no me voy a retractar de lo que dije cuando asumí la presidencia del Senado: hay errores que se han cometido y se tienen que rectificar, y uno de esos era alejarse del pueblo. Pensé que iban a volver y se iban a dar un baño de humildad e iban a abrazar a la gente que ha luchado en tantos momentos tan duros. Pero no fue así. Hay que encaminarse y ser leales al pueblo; no a una persona, no a un color: al pueblo, a la gente que ha estado con ellos en los momentos difíciles. Eso es lo que yo voy a hacer.
Sin embargo, ¿hay gente del MAS que está con usted en esta candidatura?
No sé si me estoy equivocando, pero creo que casi toda la regional de El Alto se vino conmigo y los simpatizantes. Y yo estoy muy agradecida con ellos. No por la lealtad a mí, sino a nuestros principios y convicciones. Yo siempre seré una mujer de izquierda, siempre voy a luchar por los más humildes, por la reivindicación de las mujeres y los pueblos indígenas, esa va a ser mi lucha.
También se ha dicho que muchos funcionarios de la gestión de Edgar Patana, que ha sido muy cuestionado, ahora están con Eva Copa, ¿es así?
Eso han dicho los de la cúpula... no hay ética ni moral para lo que me dicen: la exsecretaria de salud de Edgar Patana es la viceministra de Salud; otro es secretario de Culturas... Yo quiero renovación, quiero gente nueva, dar oportunidad a ese joven profesional. Hay alteños que han ido al exterior para tener mejor formación académica y no tienen oportunidades aquí; hay que darles esas oportunidades.
La alcaldesa Soledad Chapetón dijo a Página Siete que no se puede confiar en Eva Copa porque cuando estuvo en el Senado pudo hacer leyes a favor de El Alto y no lo hizo...
¿Qué le puedo decir a la señora Chapetón si siendo alcaldesa de El Alto nunca hizo respetar a su ciudad? Podría haberle puesto un alto al señor Murillo cuando vino e hizo sus estrategias militares, pudo haber dicho: Un momentito señores del gobierno, acá soy la alcaldesa de El Alto y la gente tiene quien los defienda. No lo hizo. En el tiempo que he estado como senadora y como presidenta de la Asamblea, he ido a dejar víveres a los lugares más alejados de los distritos de El Alto porque no tenían qué comer; hemos llevado medicamentos. A ellos hemos ido a ayudar. Hemos hecho leyes en favor del pueblo boliviano: alquileres, clínicas privadas, el diferimiento de créditos, el bono contra el hambre que ahora se está pagando... Bastante leyes recogiendo la necesidad de la población boliviana y de El Alto. Mejor muestra no puede haber.
Muchos candidatos, tanto a la alcaldía como a la gobernación, tienen la vista puesta en El Alto para hacer maquilas, empresas, grandes proyectos. El Alto ha quedado postergado de esas inversiones por los conflictos, ¿cuáles son sus planes para su ciudad?
Tenemos que tener una alianza estratégica con el empresariado, con quienes han migrado por la falta de seguridad jurídica y social. Mucha gente, muchos empresarios. Queremos que vuelvan; queremos sentarnos con ellos y queremos también tener una reunión con todas las embajadas que están en Bolivia y promocionar todo lo que tenemos en El Alto en tema de camélidos, textiles, quinua, artesanías... queremos exportar. Queremos potenciar la mano de obra calificada del alteño, a ese joven emprendedor. Queremos dar un bono semilla para el emprendedor que quiere iniciarse en la ciudad de El Alto. Los requisitos son tan burocráticos que cuando uno quiere empezar se cansa y dice mejor me voy a otro lugar. Vamos a acabar de ser burocráticos y les vamos a dar la mano para que puedan surgir.
¿Cuánto se podrá avanzar en el ordenamiento de la ciudad?
Es posible poner orden en el tema vehicular. Tenemos vías alternativas que no se usan por la falta de mantenimiento. Ustedes que han venido a mi casa han debido pasar por la avenida Litoral y cuando llueve es terrible, parece un río y hay muchos accidentes. Queremos mejorar eso, tener dos centros de mantenimiento que se encarguen de las vías en el norte y en el sur. También es importante hablar con la gente, con los hermanos transportistas, determinar las rutas para evitar los trameajes. Hemos encontrado seis puntos en El Alto donde se van a construir puentes en desnivel: tranca Río Seco, extranca Senkata, cruce Viacha, en la Ceja, entre la calle 1 y 2... Yo no puedo prometer aeropuertos donde entren 100 aviones, cuando sé que la pandemia nos ha golpeado tanto económicamente, no sólo a Bolivia, y habrá una reducción del presupuesto. Quiero ofrecer obras reales, de acuerdo a las necesidades que he mencionado: transporte, educación, salud y ordenamiento vial.
Otro problema de El Alto es la basura y las aguas servidas que van al lago Titicaca, ¿qué se puede hacer para resolverlo?
El problema que vive el alteño todos los días es la concentración de basura en las calles, por eso tenemos muchas enfermedades de la vista y otras. Queremos apostar al reciclaje orgánico, hacer un compost y convertirlo en abono para poner en nuestras plazas, porque se puede volver verde El Alto, sólo hay que poner voluntad, cuidado y educarnos para cuidar el medioambiente. Queremos dar el paso a la industrialización de la basura, tenemos que buscar fuentes de financiamiento, para que ya no estemos inundados por la basura. Es un conflicto de muchos años. Villa Ingenio ya ha sobrepasado su capacidad y esas aguas se están filtrando y llega a las plantaciones de hortalizas. Es una preocupación. Todo lo que filtra del puente de Río Seco van al lago Titicaca, queremos poner plantas acuáticas que puedan purificar el agua.
Jallalla, la agrupación que ahora Ud. representa, está mostrando un crecimiento en La Paz, pero aún no tiene una mirada nacional, ¿qué planes tiene la agrupación política?
No lo he pensado, yo soy una invitada de Jallalla, no soy ni de la directiva, tampoco estoy militando para poder participar en elecciones nacionales y tener una sigla; por eso es con esta que me he presentado. Ahora mi prioridad es mi ciudad, mi mente está ahora enfocada en cubrir sus necesidades.
¿O sea que no hay planes políticos a futuro por el momento?
Así es. Mucha gente me dice, ¿Eva, no has pensado en gestar una nueva fuerza política a nivel nacional? Y es importante dar más opciones a la población para que haya mayor democracia y libertad de expresión en lo político. Pero en estos momentos, para mí no; yo quiero dar todo en esta campaña, ya estamos en la recta final, y si Dios quiere que lleguemos a ganar, enfocarme en el plan y hacer la ejecución más rápida.