Rogelio Mayta: "No pensamos que las relaciones deban estar fundadas en lo ideológico"

Fue abogado defensor de las víctimas de Octubre en 2003. Ingresó a la política en 2019. Ocupa el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores desde noviembre de 2020. Analiza las nuevas relaciones de Bolivia con Latinoamérica y el mundo

La pandemia ha obligado a los países a tener una mayor relación, ¿con quiénes encontró más apertura para nuevos negocios?
Hemos restablecido relaciones con países y Estados estratégicos, que han sido muy importantes en el proceso de conseguir vacunas debido a la premura que teníamos y tenemos todavía.
Es el caso concreto de China y Rusia. Relaciones que se habían enfriado significantemente con el anterior Gobierno, para nosotros inconstitucional.
Recuperamos esas relaciones que nos permitieron, tener más acercamientos también con sus empresas. Pero, además, nosotros no pensamos que las relaciones internacionales deben estar fundadas en un relacionamiento ideológico, por eso hemos recurrido a farmacéuticas como AstraZeneca, por ejemplo, que es de la órbita occidental.
Es parte de una comprensión de una realidad global a la que no nos podemos sustraer. En ese periodo de interrupción del orden democrático del Gobierno, que para nosotros fue de facto, había una nostalgia por el pasado, como en la década del 90, una visión unipolar del mundo.
La realidad hoy es distinta y debemos comprenderla de forma inteligente para relacionarnos internacionalmente. Estamos en un momento de reordenamiento. Al momento de buscar vacunas no teníamos miramientos de orden ideológico, sino que tratamos de realizar una prospección amplia, por eso tenemos vacunas rusa, china, inglesa y estadounidense.
Por otro lado, en el tema de medicamentos hicimos lo propio, no cerrarnos a nada. Se ha tenido contacto con más de 120 empresas proveedoras de insumos y medicamentos en 32 países de diferentes continentes, incluso de nuestros vecinos de Latinoamérica. Hemos visto un escenario internacional en una gran disputa por esos insumos. En este proceso hemos tenido que competir y ha sido complicado, pareciera fácil cuando llega un avión, pero hay muchísimo trabajo detrás. Hemos tenido que aprender en el camino y consideramos que hemos respondido en forma eficiente.
_¿Qué fue lo más difícil de todas estas negociaciones?
Lastimosamente en el Gobierno de facto no se tomaron previsiones, no se establecieron contactos con las farmacéuticas para tener provisión de vacunas. Ha sido un escenario complejo, incluso seguimos pendientes todos los días por cualquier situación que pudiera suceder. Seguimos negociando, encima de los compromisos que tenemos porque hemos visto casos como el de la Unión Europea y México, por ejemplo, que a pesar de los contratos se pueden incumplir los compromisos.
Estamos tomando previsiones para que los contratos sean honrados. No hemos anunciado de las vicisitudes de la negociación porque queríamos llegar al momento de los anuncios sólidos y concretos. Y decir acá están los medicamentos y la solución efectiva.
_¿El viernes pasado, la Unión Europea duplicó su apoyo para el sistema Covax y ahora donará $us 1.250 millones, ¿qué significa esto para Bolivia en cuanto a cantidad de vacunas dentro del sistema Covax?
Bolivia tiene comprometido en el mecanismo Covax casi un millón de vacunas para este año. Ese mayor apoyo que anunció la UE, consideramos que también va a tomar una ruta similar el Gobierno de Biden en un futuro cercano, no va a tener incidencia para Bolivia.
Probablemente para el 2022. Ese incremento de recursos probablemente va a beneficiar a otros países, que requieran de esa ayuda, nosotros ya nos hemos beneficiado.
Sin embargo, el mecanismo Covax tenía dos dificultades, primero no había el dinero suficiente para comprar las vacunas y cuando tuvieron sustentabilidad no había vacunas a la venta y esto fue motivo de críticas de la Organización Mundial de la Salud, porque las grandes farmacéuticas como AstraZeneca y Pfizer, fundamentalmente, habían dedicado su producción a sus compromisos con Estados, pero no al mecanismo Covax, generando una inequidad global entre los más ricos, que iban a contar antes con más vacunas que los países en vías de desarrollo.
_¿Con esos 15,2 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus que llegarían al país hasta el 31 de julio, se cierran las compras, o hay otras negociaciones pendientes?
Inicialmente no se tiene pensado comprar más, pero hay una reserva para hacerlo (una adenda en el contrato con la vacuna Sputnik V). No estamos en plan de acaparamiento, lo hemos cuestionado. Pero estamos alertas a los requerimientos del Ministerio de Salud. Llegó un primer avión con medicamentos y próximamente llegarán otros, y seguiremos en ese proceso de adquisición siempre que se necesite.
_El vocero presidencial, Jorge Richter, dijo que las 500.000 dosis de Sinopharm llegarían la semana que viene, ¿tiene detalles al respecto?
Ya lo mencionaron, las vacunas estarían llegando la semana que viene, no quiero adelantar más. Cuando tengamos asegurado todo, daremos el anuncio.
_¿Con el 'Vacunagate' en Perú y el reciente problema surgido en Argentina con las vacunas de privilegio o preferenciales para políticos y los amigos del poder, ¿cuál es su posición al respecto? y ¿qué medidas se están tomando para evitar esa clase de acciones?
El Ministerio de Salud tiene un plan de vacunación y su respectivo control. Es importante resaltar que este es un gobierno de corte popular y las autoridades de gobierno tienen la disposición de vacunarse en el momento que se disponga según el plan de vacunación. Cada quien debe ser vacunado en el momento que le toque.
Al margen del control, también todos los bolivianos y bolivianas debemos estar pendientes de que no suceda una situación de ese tipo, sería algo reprochable y lo es en cualquier parte del mundo, más viniendo de parte de los gobernantes, porque para estar en una posición jerárquica se ha tenido la confianza de la población, que deposita esa confianza para que sirvan y no se sirvan de ella. Si hubiera ese tipo de situaciones, estoy seguro de que el presidente Luis Arce no va a dudar en tomar las medidas que sean necesarias.
_¿Debido al nuevo Gobierno en Estados Unidos, ¿hay un cambio en las relaciones entre ambos países?
Bolivia se ha mantenido en una posición invariable. Nos relacionamos con todos los Estados en función de que se respete nuestra soberanía y nuestra autodeterminación.
Lamentablemente Estados Unidos tiene una triste tradición de intervención en varias latitudes del mundo y principalmente en Latinoamérica. Se han referido a nosotros como 'su patio trasero' e incluso han actuado de esa forma.
El ejemplo claro es el tema de las dictaduras. Luego ha habido otro tipo de injerencias de corte político, económico, bajo el término de democracia. Hemos tenido un impasse en 2008 porque cometieron injerencia.
En el último tiempo, en lo que para nosotros fue un golpe de Estado, ahí también hubo denuncias, tal vez todavía no corroboradas de una acción de los Estados Unidos; luego, ya cuando estaba en la Presidencia la señora (Jeanine) Áñez, su asesor personal terminó diciendo a un medio estadounidense que era agente de la CIA. Ese tipo de cosas generan desconfianza.
Y eso no lo ha hecho Bolivia, sino actores vinculados a EEUU, en este caso estamos hablando de una persona que fue empleado de la embajada de EEUU, antes de ser asesor de Áñez. Bolivia se mantiene invariable, no manda espías a EEUU, Bolivia no hace injerencia en la política interna de EEUU. Si se respeta nuestra soberanía, nosotros estamos dispuestos a mantener una relación amigable, la confianza se construye y se lo hemos expresado a la encargada de Negocios de los EEUU aquí en Bolivia, le hemos dicho que tenemos esa disposición para ir construyendo gradualmente un proceso de confianza, pero que no nos traten de sorprender porque ingenuos no somos.
Volviendo al principio no es un mundo unipolar, de una hegemonía total de EEUU, vivimos en un mundo que se está construyendo, mínimamente tripolar … y en ese marco vamos a establecer nuestras relaciones con la comunidad internacional.
_El viernes hubo una comunicación de EEUU respecto a su reincorporación al Acuerdo de París y envió un comunicado que dice: "Espero una colaboración respetuosa con el Gobierno boliviano sobre el medioambiente (…) Ningún país puede librar esta lucha solo", dijo la nueva encargada de negocios de la embajada de EEUU en Bolivia, Charisse Phillips, ¿Cómo toma estas declaraciones?, ¿podría ser el inicio de un nuevo proceso de relacionamiento?
Lo tomamos como que es la asunción de una responsabilidad de EEUU. En este momento el calentamiento global que enfrentamos y la eventual crisis que podemos ver y vivir en algunas latitudes, incluso con el desabastecimiento de agua potable, la han producido estas grandes economías, han agredido al medioambiente, a nuestra Pachamama y ahora tenemos estos resultados. La acción de (Joe) Biden al reasumir un rol en la lucha contra el cambio climático es un acto de responsabilidad.
La convocatoria que pidieron hacernos a participar de estas acciones, resulta un tanto discursiva, porque nosotros nunca nos hemos ido. Hemos propiciado los derechos de la Madre Tierra, que el agua sea declarado un derecho humano, hemos estado presentes y seguiremos estando. Nuestro país no ha desarrollado acciones de contaminación tan grandes como los países desarrollados. Tenemos el interés de preservar a nuestra Madre Tierra porque es la forma de preservarnos a nosotros como humanidad y hemos de seguir accionando en ese sentido, no porque un Estado nos invite a eso, sino porque nosotros estamos liderando y vamos a seguir haciéndolo en la medida que podamos, siendo un país chiquitito, pero que ha tenido y va a recuperar tener una voz fuerte en la comunidad internacional.
_¿Cómo está Bolivia relacionándose con los países vecinos?
Estamos superando un relacionamiento que lastimosamente fue de ruptura, de posicionamiento hiperideologizado. Tenemos una buena relación con nuestros vecinos. Estamos construyendo agendas bilaterales que sean productivas recíprocamente.
Con Perú tuvimos reuniones en noviembre, nos visitó la canciller peruana, en ese entonces construimos una agenda, teníamos actividades para enero, pero la situación política interna de Perú nos ha impedido avanzar más. Con Argentina se ha restablecido una relación inmediata y estamos en el proceso de nuevos embajadores en forma recíproca. Tenemos una agenda extensa, profundizando nuestras relaciones, con la visita del vicecanciller argentino, seguimos en mesas de trabajo. En unas semanas tendremos la visita del canciller argentino para aterrizar esta agenda bilateral.
_¿Se han restablecido las relaciones con Chile?
En el caso de Chile hemos conversado con el canciller de ese país sobre preocupaciones recíprocas respecto a la frontera y compartiendo temas en relación a la pandemia. Tenemos el canal abierto como debe ser entre dos países vecinos, pese a las circunstancias históricas que han herido muy profundamente la conciencia de nuestros pueblos. En el caso de Brasil han sido muy gentiles cuando el presidente Arce estuvo allá por una situación de salud y lo valoramos. Hace más de una semana estuve conversando con el embajador brasileño en Bolivia y tenemos una agenda que definimos reactivar, estamos en ese proceso.
_¿Más allá de la pandemia, ¿cuáles han sido los momentos más complicados que le ha tocado sobrellevar en este breve tiempo como canciller?
No hemos tenido escenarios complicados en el ámbito internacional. Los diferentes Estados y pueblos están abocados fundamentalmente a su lucha contra la pandemia. Y, por otro lado, recobrar la institucionalidad democrática y la legitimidad del Gobierno del presidente Arce ha logrado una votación impresionante y ha dado una legitimidad que ha sido bien recibida por la comunidad internacional, eso nos permitió encaminar esos procesos de buenas relaciones, 'aperturar' inclusive este relacionamiento con EEUU. Nos ha permitido también fortalecer nuestras relaciones con nuestros vecinos inicialmente a través de una agenda bilateral y retomar una participación en el ámbito de Mercosur, volvimos a estar en el proceso de adhesión plena de Mercosur.