En el departamento de La Paz, 600 profesionales de salud sufren secuelas por la Covid-19, según los reportes de los sectores médicos y salubristas. De este número, un 20% adelantó su jubilación. Muchos deben retornar a primera línea, pero temen estar expuestos a un nuevo contagio del coronavirus.
Tal es el caso de la licenciada en enfermería Lenny Jemio, quien con la voz un poco agitada por las secuelas de la Covid-19 recordó los momentos de desesperación y luto que vivió ella y su familia a causa de esta enfermedad. La profesional contó que luego de los días más críticos de esa infección y de su internación en el Hospital Santiago Segundo de la Caja Nacional de Salud (CNS), salió adelante y atribuyó su alta médica "a un milagro".
"Cuando entré al hospital, llegué a saturar 40, era muy bajo. Por eso estuve internada durante un mes y medio, luego recién me dieron de alta. Salí dependiente de oxígeno porque no podía respirar bien", relató.
Según las valoraciones médicas, sus pulmones se dañaron en un 70%. Tenía fibrosis, debilidad, todo el tiempo estaba cansada y fatigada. Tenía, además, dificultad de caminar y presentaba problemas cardíacos.
Luego de sentirse mejor, Jemio retornó al trabajo. "Tenía miedo volver y contagiarme otra vez, pero así es nuestro trabajo, tenía que retornar. Más bien mi jefa de enfermería fue comprensible y me dio tareas administrativas", contó la licenciada que trabaja desde hace 23 años en el área de reumatología del Hospital de Clínicas.
Entre los 600 profesionales de salud que sufren secuelas por la Covid-19 están médicos, enfermeras, bioquímicos y otros. Muchos de ellos se tuvieron que recuperar de la enfermedad para retornar al trabajo, pese al temor de contagiarse la Covid-19.
De acuerdo con el secretario ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas de Salud (Sirmes), Fernando Romero, "de los 2.500 profesionales de salud que trabajan en La Paz, el 60% (1.500) se enfermaron con coronavirus entre la primera y en lo que va de la segunda ola. (De los infectados), el 40% (600) se quedaron con secuelas", sostuvo.
"Muchos de ellos sufren por las secuelas", indicó Romero y que por eso esta patología debería ser tomada como una "enfermedad laboral".
El presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, dijo que son 170 médicos que se quedaron con secuelas de la enfermedad. Entre los problemas más comunes están "la falta de oxigenación, la fibrosis (daño pulmonar) y debilidad".
Según Romero, otra de las secuelas es la pérdida del olfato. Muchos de sus colegas también sufren por los dolores musculares y los problemas cardíacos, como la taquicardia (latidos rápidos del corazón) o bradicardia (latidos lentos del corazón). Padecen también molestias gástricas.
Además, muchos de los galenos sufren problemas psicológicos porque tienen depresión. "Estamos atravesando graves conflictos", indicó. Este tipo de situaciones ocurre en especial con los profesionales de salud que se contagiaron en sus fuentes laborales y perdieron a un ser querido por la enfermedad, pues creen que llevaron la enfermedad a su casa e infectaron a sus familiares.
Jemio contó que efectivamente existe un cargo de conciencia, porque ella era personal de salud y aunque sabía que debía pedir permiso porque era población vulnerable a la Covid-19 por tener asma, no solicitó su baja, trabajó y toda su familia se contagió. "Lastimosamente mi papá falleció", dijo entre lágrimas.
Larrea aseguró que para algunos médicos el daño pulmonar fue tan grave que decidieron adelantar su jubilación. "El temor es terrible, es como si uno se salvó de la muerte en una guerra y luego de recuperarse un poco, tiene que volver al campo de batalla. Es muy complicado. Lo peor es que no tenemos insumos para defendernos, algunos no reciben los equipos de bioseguridad, por eso cada uno se compra este material de forma particular", indicó.
Contó que algunos galenos quedaron tan afectados por la enfermedad y por esa razón decidieron adelantar su jubilación. "El 20% del total de profesionales han optado por esa medida", sostuvo Larrea.
Tanto Romero como Larrea contaron que en Bolivia no existe una política de Estado para cuidar a los profesionales de salud y por eso quedan desamparados. Muchos requieren de tratamientos y atención médica hasta seis meses posteriores luego de cursar la enfermedad.
El representante de los galenos recordó que él también se contagió con el virus en mayo de 2020. "Pese a que me he cuidado y he seguido el tratamiento, aún permanezco con secuelas. No puedo respirar como siempre. Yo saturaba entre 95 y 97, pero ahora saturo entre 84 y 85", recordó.
La autoridad aseguró que él ahora debe realizar un tratamiento de fisioterapia día por medio. "Es para mejorar mi salud", precisó.
El médico general de la Caja Nacional de Salud (CNS), Fabián Conde, contó que él lastimosamente se contagió en junio de 2020 y tuvo una reinfección en septiembre durante la primera ola. Después de ser internado en el Hospital Santiago Segundo, haber recibido plasma hiperinmune y una tratamiento con Remdesivir, el profesional superó el virus, pero aún sufre por las secuelas que dejó la enfermedad.
"Tengo disnea -es decir dificultad para respirar- dolores musculares y problemas neurológicos porque tengo pérdida de la habilidad motriz", indicó el profesional. Pese a esa situación, el galeno tuvo que retornar a su trabajo. "No nos queda de otra", dijo e indicó que el temor aún invade a su ser , en especial cuando debe atender a un paciente. "En esos momentos, uno tiene mucho miedo de volver a contagiarse, además uno sufre por el temor de llevar el virus a nuestros hogares", relató.
Larrea aseguró que ahora como Colegio Médico de La Paz inició el trámite para la compra de 100 mil dosis de vacunas para sus colegas. "No podemos quedar desamparados", dijo.
Las secuelas
Preocupación El neumólogo intensivista Marco Antonio García explicó que luego de la presencia de la primera ola, en el país se registraron muchos pacientes que vencieron la Covid-19, pero quedaron con secuelas. "La mayoría de los afectados quedaron con fibrosis", dijo.
Análisis De acuerdo con el epidemiólogo Miguel Valverde y otros tres especialistas (dos neumólogos y un neurólogo), la fibrosis pulmonar es una de las al menos 15 secuelas que deja el coronavirus. Esta enfermedad causa otras nueve molestias e incluso cuatro problemas psicológicos. Según los cuatro especialistas, pese a que se identificaron esas secuelas y esas molestias, hasta la fecha no existe ningún estudio científico que pueda evidenciar esos problemas. Pero los médicos identificaron este tipo de afecciones de acuerdo con la experiencia en el tratamiento de la enfermedad y los cuadros clínicos.
Enfermera Jemio: "Salí del hospital dependiente del oxígeno"
La enfermera Lenny Jemio contó que trabaja en la unidad de reumatología del Hospital de Clínicas desde hace 23 años y durante ese tiempo jamás vio tal caos por una enfermedad que se llevó la vida de muchas personas. Pese a que el establecimiento donde trabaja al principio no atendía Covid-19, el personal siempre recibía pacientes asintomáticos que luego de las pruebas daban positivo.
"Eso me pasó. Luego de atender a una señora que dio positivo, me comencé a sentir mal a los pocos días", dijo e indicó que fue desde ese momento que peregrinó por atención médica. "Los hospitales estaban llenos y pese a que mi hermana es neumóloga y me dio atención médica, necesitaba internación", aseguró.
Ella fue al Hospital Obrero, pero por el colapso fue derivada al Hospital Santiago Segundo. "Llegué a saturar 40, era muy bajo", dijo y pese a esa situación ella se aferró a la vida. Logró salir adelante gracias a los médicos de su unidad y las enfermeras de la UPEA.
Hoy, la profesional está muy agradecida, pero también está muy triste por la muerte del fisioterapeuta de la CNS. "Ella me ayudó a recuperarme", dijo y aseguró que debe recorrer un camino muy largo para recuperarse de las secuelas.
"Los médicos me indicaron que el 70% de mi pulmón está dañado, además tengo inicios de aplastamiento de la columna, dolor en los pies e inicios de trombosis", sostuvo e indicó que aún falta la valoración del cirujano vascular. En su seguro social tiene cita para agosto.
Médico Conde: "Me reinfecté y eso trajo problemas a mi salud"
"A mí me han detectado la enfermedad de la Covid-19 en junio pasado. Una vez que me dieron los resultados, he entrado a un aislamiento de 21 días. Luego de ese tiempo, me hicieron un nuevo estudio y seguí saliendo positivo durante 14 días más", relató el médico general de la Caja Nacional de Salud (CNS) Fabián Conde. Contó que en ese tiempo fue casi asintomático porque tenía molestias casi leves.
Sin embargo, en octubre del año pasado el galeno se volvió a contagiar del virus y fue entonces que la enfermedad le jugó una mala pasada. "Tras una revisión médica tuve una fiebre muy alta, así que volví al hospital. Me derivaron al establecimiento Santiago Segundo, donde me internaron, me hicieron laboratorios y me colocaron plasma hiperinmune. Estuve con tratamiento de Rendesivir", relató.
Aseguró que tras esos momentos de angustia y depresión, logró superar la enfermedad. Pero ahora debe hacer tratamiento porque sufre de dificultad para respirar y problemas neurológicos.
"Ahora al volver al trabajo, uno siempre tiene el temor de volverse a contagiar", dijo al resaltar que él cree que eso sucede porque pese al cuidado extremo que hay en los hospitales, siempre uno se quita el barbijo para almorzar.
El galeno aseguró además que por eso ahora él evita almorzar y así no se saca el barbijo. "Es una experiencia muy terrible", indicó.
El secretario general del Sindicato de Ramas Médicas de Salud, Fernando Romero, dijo que luego de vencer la Covid-19, muchos profesionales de salud se encuentran desamparados, ya que no cuentan con el apoyo de sus autoridades para la atención de las secuelas a causa del coronavirus.
"Cada uno de los profesionales se hace cargo de sus tratamientos de forma particular porque si tienen seguro, la atención se posterga por dos o tres meses y no podemos esperar tanto", aseguró Romero.
El presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, dijo que por la falta de interés estatal muchos médicos realizan tratamientos de manera particular.
"Estamos expuestos al virus. Los hospitales tienen una alta carga viral y llevamos el coronavirus a nuestras casas. No puede ser que no exista un poco de empatía con sus profesionales de salud que luchan en primera línea", dijo.
Desde hace 11 meses, el virus está presente en Bolivia y ya afectó a más de 234 mil personas, de las cuales más de 11.000 fallecieron por el virus Sars-Cov-2.
De acuerdo con Romero, muchos profesionales de salud fallecieron por esta enfermedad en todo el país. Indicó que pese a la existencia de una norma que otorga a las familias de las víctimas fatales 100 mil bolivianos como indemnización, los beneficiarios no cobraron el monto desde el año pasado.
"Finalmente la vida de un médico vale 100 mil bolivianos. Ni eso hasta la fecha se pagó y lastimosamente la vida del profesional queda abandonada a su suerte", lamentó el médico general Fabián Conde.
De acuerdo con Conde, en caso de que un galeno tenga secuelas, en 10 años el Estado se olvidará de todo lo que trajo la pandemia y los que sufrirán más serán los profesionales de salud que siguen con secuelas, como la fibrosis pulmonar.
La Paz: 600 profesionales de salud sufren secuelas, un 20% adelanta su jubilación
Luego de superar la Covid-19, médicos y enfermeras padecen fibrosis (daño pulmonar), problemas cardíacos y psicológicos. Muchos tienen depresión porque perdieron a sus familiares por el coronavirus.
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