En el último año, el alcalde Luis Revilla ha tenido que afrontar la crisis de la pandemia y ha contraído coronavirus dos veces (la segunda fue la peor). Ha vivido además la vorágine política de su partido, SOL.bo, que rompió con CC, apoyó la fallida candidatura de Añez y se retiró de la alianza que postuló a Albarrracín. En dos meses dejará la Alcaldía que lideró durante una década.
Su partido postula a Álvaro Blondel a la Alcaldía. "Daremos batalla hasta el final", dice Revilla y reprocha a Comunidad Ciudadana (CC) por "arruinar" la posibilidad de una candidatura de Juan Del Granado. En estas últimas semanas de su gestión, apura obras pero su preocupación es la pandemia.
"Hemos tomado contacto ya con los fabricantes de AstraZeneca y estamos en la gestión de adquirir vacunas exclusivamente para La Paz", asegura.
En su casa, las fotos de él junto a su esposa, Maricruz Ribera, han sido desplazadas por las de Luisita, su niña de dos años. "La política me impidió estar más con mi hija mayor cuando era bebé. Ahora estamos disfrutando mucho de Luisita, aprendiendo cada día con ella. Después de dejar la gestión debe haber un tiempo para dedicarme a la familia y a los seres queridos, aun pensando que luego volveremos a la vorágine", dice.
Ahora hay en la mesa un juguete, pequeño y a cuerda, que él agarra a ratos por la recobrada costumbre de ser papá después de 13 años.
Ahora tiene una venda en el dedo, se cortó en un accidente doméstico, le dieron dos puntos. Ahora sonríe más a menudo.
¿Cómo ve la campaña? El candidato de SOL. bo, Álvaro Blondel, no es muy conocido y las encuestas así lo reflejan.
Todo el mundo reclama democracia interna: Álvaro Blondel ha ganado una elección democrática, abierta, pública y transparente en nuestro partido. Todo el mundo reclama gente nueva y con experiencia: Álvaro es nuevo en el ámbito político pero tiene una experiencia de gestión incuestionable. Vamos a dar batalla hasta el final, por supuesto. Primero, nosotros sí sabemos con mucha claridad lo que La Paz necesita y los desafíos que tiene que enfrentar los próximos cinco años, a diferencia de los otros candidatos que, con todo respeto, no tienen los planes ni la visión necesarios. Y segundo, porque asumimos que es nuestra responsabilidad informar y representar todo lo que hemos hecho en estos diez años en la Alcaldía.
¿Por qué SOL.bo no ha apoyado la candidatura de Waldo Albarracín en el momento en el que buscaba la unidad de la oposición?
Con CC ya tuvimos problemas el año 2020, desde cosas más administrativas como deudas que seguimos cargando como SOL.bo, porque pusimos la personería en esa oportunidad, hasta temas de fondo como la manera en la que varios dirigentes de Comunidad Ciudadana entienden la política. En las elecciones de 2020 ellos cambiaron todos los acuerdos y reglas horas antes de inscribir la candidatura de Carlos Mesa. Ahí ya decidimos salir del acuerdo. Después, con motivo de la elección municipal, hablamos con Carlos y convenimos en que este conjunto de dificultades no se iban a repetir pero se repitieron.
Primero un ofrecimiento de muy mal gusto que se le hizo a Juan Del Granado para que sea candidato de CC, cuando se apuntaba a una alianza mayoritaria. Y digo de mal gusto porque en lugar de ir a convencerlo, lo fueron a desanimar, discutiéndole las listas a concejales. Cuando le pedíamos a Juan que ponga en juego su tranquilidad para postularse, él no estaba para eso y ello arruinó la posibilidad de que sea candidato. Después, el día de la inscripción de candidatos en diciembre, para sorpresa, nuestra ellos (CC) pretendieron inscribir en las listas a personas que habían sido cuestionadas ética y personalmente y echadas de la gestión municipal. Eso ya a la dirigencia partidaria nos pareció el colmo, que gente de estas características pretenda con nuestro trabajo acceder a cargos públicos y tengan auspicio de CC, siendo que ellos sabían sobre nuestros cuestionamientos.
Es en realidad una seguidilla de cosas las que llevaron a esta ruptura de la unidad que nosotros impulsamos con tanto interés de cara a las elecciones subnacionales. Y esto no tiene nada que ver con Waldo Albarracín, a quien yo tengo un enorme aprecio siempre. Pero él lamentablemente fue una víctima de estas circunstancias.
¿Qué opina de la renuncia de Albarracín a su postulación?
Nos preocupó que Waldo en su primer discurso dijera que iba a renunciar si había contenedores más fuertes. Era previsible una declinación, aunque no por las razones que él entendiblemente señala y tienen que ver con la seguridad suya y de su familia y la persecución que sufre de parte de la justicia al servicio del MAS.
Su partido apoyó la candidatura de la entonces presidenta Jeanine Añez. Habida cuenta de su renuncia, de la victoria del MAS, ¿cree que fue un error?
Primero son decisiones colectivas que, claro, como principal dirigente debo asumir. Segundo, Jeanine había propiciado la pacificación. No olvidemos que semanas antes nos quemaron los Pumas, quemaron la casa de Waldo, de Casimira. Vinieron a quemar mi casa, más bien no la encontraron. Vivíamos en zozobra. Ella tuvo la valentía creo yo de poner fin a una situación de caos como la que vivíamos. Parecía que podía ser un escenario electoral promisorio. Lo que vino después son cosas que no puedes prever ni adivinar.
Nosotros ya habíamos roto primero con Comunidad Ciudadana y todos los partidos decidimos que había que retirar las candidaturas para evitar la victoria del MAS, cosa que no ocurrió. Quizá una decisión más correcta hubiera sido no participar del proceso electoral 2020; pero, bueno, había pues un entusiasmo y una ebullición democrática en el país que ameritaba también tomar parte como organización política. Es difícil pensar que hubiéramos hecho algo diferente.
Y lo inimaginable fue la pandemia. ¿Cómo manejó la crisis la Alcaldía paceña? Recibió aplausos pero también críticas.
La gente en una crisis no sólo sanitaria sino económica a alguien tiene que echarle la culpa y a quién si no las autoridades. Lo mismo le está pasando al Gobierno actual, como le pasó a Añez.
En nuestra alcaldía si hay algo que tenemos es un gran equipo de trabajo con mucha experiencia. Y decidimos llevar adelante una estrategia en distintos sentidos: Primero con motivo de la cuarentena rígida darle alimento a los vecinos más pobres y distribuimos 20.000 canastas en el mes de marzo, en los barrios periféricos. Organizamos los mercados móviles, entendiendo que teníamos que evitar que la gente sufra de escasez. Junto con el COE tomamos la decisión de habilitar el centro de aislamiento en el ex-Radisson, en el entendido, avalado por la OMS, de que si controlábamos a un enfermo estábamos evitando el contagio de otras cinco personas. Finalmente en el hotel estuvieron 1.000 personas aisladas, evitamos el contagio de 5.000 personas que hubieran contagiado a otras 5.000 y hubiéramos tenido al menos 25.000 casos en la ciudad.
Y por supuesto, la decisión de convertir nuestros hospitales de segundo nivel en hospitales de tercer nivel, con equipamiento, personal, especialistas y todo lo demás para responder a la pandemia. Si no hubiéramos construido los hospitales en estos años sería una tragedia, porque no olvidemos que el complejo hospitalario de Miraflores nunca atendió la primera ola y que la Caja Nacional tampoco respondió. ¿Dónde hubieran ido esos pacientes? Lo hicimos porque era lo que cabía en circunstancias tan difíciles y no sólo vinculadas a la pandemia sino también a la coordinación. No hemos recibido mucho apoyo del Gobierno en 2020 y hasta el día de hoy seguimos esperando que nos permitan comprar laboratorios y pruebas para 250 mil personas.
Con esa experiencia, ¿cómo se está encarando la segunda ola?
Hemos aprendido un poco más, como todos, sobre la pandemia. La primera previsión ha sido mantener los hospitales de Cotahuma y La Portada como Covid. Se han distribuido 80.000 kits de medicamentos a la población el año pasado para pacientes leves y estamos seguros de que buena parte de ellos sirven para la segunda ola. Estamos volviendo a comprar kits para pacientes leves; esperamos que el Gobierno compre medicamentos para moderados y graves como le compete.
Estamos resolviendo los temas del personal médico, pues acabaron los contratos a fin de año y hemos mantenido ese personal con nuestros recursos durante enero para no cortar la atención.
Estamos en gestiones para adquirir vacunas exclusivamente para el municipio de La Paz en el entendido de que las dosis que tiene el Gobierno, que por supuesto todos aplaudimos, no van a ser suficientes en el corto plazo. Si podemos hacer un esfuerzo comprando vacunas exclusivamente para el municipio, va a ayudar a que más rápido podamos inmunizar a buena parte de la población de La Paz. Estamos en esa tarea, ya hemos tomado contacto con los fabricantes de AstraZeneca.
El gran problema, a diferencia de 2020, son los recursos. El año pasado a estas alturas todavía no se habían caído las recaudaciones tributarias -municipales y nacionales- de las que dependemos en un 90% los municipios. Se nos ha hecho un hueco financiero muy grande, sobre todo por las transferencias de coparticipación no cumplidas por el Gobierno que ascienden a más de 300 millones de bolivianos. La situación económica es muy difícil y no sólo para La Paz.
Fueron varios los problemas de coordinación de la Alcaldía con el gobierno del MAS, ¿ha cambiado la situación en esta gestión?
Es el MAS… pero quizá no es el mismo MAS. La verdad es que el Gobierno ha tenido una voluntad de coordinación mejor en estos primeros meses. Nos han resuelto algunos problemas administrativos importantes, faltan otros. La Ministra de la Presidencia ha estado ocupándose personalmente de hacer estas gestiones, lo cual es valorable. Creo que la emergencia y el tamaño de la crisis sanitaria y económica no está dando lugar a enfrentamientos políticos mezquinos que terminen perjudicando a la población. No sé si cuando pase la emergencia volverá el afán perseguidor sobre los opositores, por ahí sí, es el MAS; pero en este momento todos estamos haciendo las cosas lo mejor posible.
¿Por qué La Paz no entró en cuarentena rígida en esta segunda ola?
Lo hemos pedido y planteado. Está claro que no se puede establecer cuarentena rígida sin Policía ni FFAA, ni aquí ni en ninguna parte del mundo, y para ello necesitas que el Gobierno esté de acuerdo y el Gobierno no lo está. Tiene razones entendibles relacionadas a la problemática económica. El año pasado se entregaron bonos en la cuarentena, entiendo que el Gobierno hoy no está en condiciones de hacerlo por la crisis. Creo, sin embargo, que al menos siete días hubieran sido útiles para frenar la velocidad del virus.
¿Alcanzará a entregar las obras pendientes a la ciudad?
Muchas obras se atrasaron por la pandemia. La Terminal de Buses estaba prevista para diciembre y se entregó esta semana; el viaducto del parque Triangular se abrió en la fecha determinada. En cuanto al estadio, se entregó el primero de cinco viaductos de la monumental obra, en el peor de los casos abriremos tres. El viaducto Belisario Salinas está previsto para julio y hay Barrios de Verdad pendientes para que los entreguen las próximas autoridades. Ya empezamos la construcción del quinto hospital edil en San Antonio y esperamos la llegada de los Pumas que sustituirán a los quemados. Será vital la continuidad.
Tras diez años como burgomaestre, ¿cómo deja a la ciudad?
Estoy satisfecho con lo que hemos hecho en la ciudad: hemos implementado un sistema de salud de lujo con nuestros hospitales se da atención de calidad; tenemos el mejor sistema de transporte del país con los Pumas que va a seguir creciendo y el mejor sistema de recolección del país. Hemos entregado siete puentes de la talla del Gemelo, viaductos que son soluciones estructurales, obras de prevención de riesgos y más de 100 Barrios de Verdad, entre decenas de exitosos proyectos. Estamos dejando una institución fuerte y eficiente.
¿Qué hará a futuro? ¿Apunta a su candidatura en 2025?
Son diez años como Alcalde y 20 como funcionario municipal, demasiado. Hay cosas que voy a extrañar por supuesto y hay otras que no mucho, como el estrés. Hay qué ver que pasa. En la cooperación están interesados en que hagamos un proyecto de asistencia técnica a municipios en el país y el exterior. Soy abogado y también puedo retomar esas funciones.
Políticamente, con los tiempos necesarios que no son los inmediatos -ahora hay que ocuparse de la familia, de un trabajo, etc.- sí planeo seguir construyendo un proyecto alternativo para el país, lo que precisa mucho trabajo, calma, responsabilidad y gente buena como la que tenemos en SOL. bo. En esta elección, por ejemplo, están participando nuestros compañeros: Marcelo Medina, que está primero en las encuestas para la Alcaldía de Oruro, Adrián Oliva en Tarija, Damián Condori en Chuquisaca y son varios que van a ser puntal del proyecto nacional.
Si hay algo que ha hecho el MAS mal, además de las persecuciones a opositores incluyéndome, ha sido el pretender destruir la oposición democrática y ahora se enfrenta con una oposición irracional, que no tiene proyecto ni visión de país; hay que cambiar la situación.
Estemos o no en primera línea sí vamos a ayudar a construir un necesario proyecto de país.
HOJA DE VIDA
Vida Nacido en La Paz en 1972, Luis Revilla Herrero se tituló en derecho en la UMSA.
Política Formó parte del Movimiento Sin Miedo por el que fue concejal y fundó SOL.bo.
Autoridad Fue alcalde electo de la ciudad de La Paz en las gestiones 2010-2015 y 2015-2020.
El municipio gestiona la compra de vacunas exclusivas para La Paz»
El líder de SOL.bo asegura que su candidato Blondel dará "batalla hasta el final" en las urnas; reprocha a CC por "arruinar" la postulación de Juan Del Granado y habla de su apoyo a Añez en 2020.
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