Pandemia, cuarta revolución industrial y educación


Con el fin de evitar la propagación y mitigar el impacto del COVID-19, en el mundo se ha dado lugar al cierre masivo de las clases presenciales en más de 190 países, afectando a más de 1.200 millones de estudiantes de todos los niveles de enseñanza (UNESCO, 2020). Es así como la educación a distancia, principalmente en línea (educación virtual), se ha convertido en la principal alternativa para garantizar la continuidad de las actividades educativas. En ese contexto, la educación virtual es el tema de moda del periodo actual; maestros, estudiantes y familias solicitan directrices sobre cómo se desarrollará y piden condiciones materiales como internet universal, dotación de plataformas y aplicaciones, así como de equipos.
El debate parece ser solo un asunto de entrega y uso de equipos, medios e instrumentos y de claridad en métodos, sin caer en cuenta que en el planeta se intenta adecuar a intencionalidades no explícitas. Por un lado, prevalece el sentido común del cambio o al menos adecuación de la educación, y por otro, la disputa entre el capitalismo cognitivo ("proceso por el cual el conocimiento es privatizado y mercantilizado con el fin de generar ganancias para el capital", Restakis John, 2014) que exige la adecuación funcional de la educación a los cambios tecnológicos del siglo XXI y el pensamiento crítico que da prioridad a la pertinencia y carácter transformador de la educación.

Es cierto que hay que procurar una buena aplicación de la educación virtual por la emergencia, pero también hay que tener en cuenta alertas como las enunciadas en la Declaración del Congreso Mundial en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo realizado el 25, 26 y 27 de septiembre de 2020:

"Con lo que respecta a educación, la pandemia del COVID-19 ha servido de pretexto para avanzar en la agenda neoliberal de sociedad educadora, la cual se concreta con novedosas formas de privatización educativa, asociadas al acceso a la conexión a internet y la posesión de equipos para participar en las clases remotas y virtuales. El experimento de la virtualidad en casa está siendo usado para colocar una disputa que no existía en febrero de 2020, entre educación presencial en la escuela versus educación virtual en casa.

El capitalismo sabe que no puede suprimir de manera impune y rápida las escuelas, pero está creando el imaginario social sobre la obsolescencia de lo escolar. Con ello procura dar entrada a las corporaciones tecnológicas y de contenidos educativos digitales al 'mercado educativo', lo cual va acompañado de una desinversión sostenida en la actualización y formación docente para contextos digitales como el actual."

El coronavirus ha impactado en la educación con la acelerada incorporación de la innovación tecnológica, en el marco de la irrupción de la cuarta revolución industrial y un capitalismo remozado, "…estamos a la puerta de un nuevo modo de vivir y convivir, de trabajar y consumir, de aprender y estudiar, de amar y juntarnos, de reproducirnos e integrarnos, de participar y ser gobernados. El COVID-19 ha sido usado como la puerta de entrada masiva a nuestra cotidianidad de las dinámicas virtuales y digitales que caracterizan a la cuarta revolución industrial." (Bonilla Luis, 2020).

Por esas razones, a tiempo de buscar una buena implementación de la educación virtual, se tiene que
preservar:

a) Que se garantice la pertinencia y calidad de la educación pública ante cualquier posibilidad de privatización y mercantilización; b) La validez, permanencia y aplicación, apenas se den las condiciones de bioseguridad, de la educación presencial, la educación virtual debe aplicarse a plenitud cuando existe emergencia sanitaria y de manera complementaria en tiempos de "normalidad"; c) Que las responsabilidades de las instancias estatales no se trasladen a las familias y maestros como una forma disimulada de "neo privatización educativa", garantizando el derecho a la educación del conjunto de la población; d) La soberanía de la tecnología, bienvenidos los aportes de las corporaciones del sector de la tecnología pero no pueden convertirse en rectoras de la educación y menos anular la educación presencial y vivencial.

Para no caer en ingenuas apreciaciones que pueden dar lugar a pretensiones políticas que quieren convertir a la educación en un capital hay mucho por debatir, además de elaborar propuestas desde el pensamiento crítico.


Noel Aguirre Ledezma es educador popular y pedagogo. Fue ministro de Planificación del Desarrollo y viceministro de Educación Alternativa y Especial.