El viceministro de Vivienda, Vladimir Ameller, informó, este martes, sobre la aprobación de la primera Guía Boliviana de Diseño Sísmico aplicable a todo tipo de construcciones, con el objetivo de evitar riesgos futuros.

"El Gobierno Constitucional no solamente tiene la tarea de hacer decretos y leyes porque lo más importante en la gestión pública es hacer instrumentos para los operadores de la política pública", afirmó el Viceministro de Vivienda.

El nuevo instrumento para la industria de la construcción fue elaborado entre el Gobierno y expertos en ingeniería, con el aporte de la sociedad civil, para contar con una nueva norma para la construcción "sismorresistente" y para la utilización del hormigón estructural, explicó la autoridad.

Esta guía técnica, aprobada el 18 de septiembre de 2020, fue emitida por el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda (MOPSV), por lo que en adelante las nuevas construcciones deberán estar preparadas para posibles eventos sísmicos y las construcciones antiguas también deberán tener un refuerzo antisísmico.

Informes internacionales señalan que en todo el mundo, cada año, se registran al menos 500.000 terremotos detectables, de los cuales, 100 causan daños humanos y estructurales por el colapso parcial o total de las edificaciones no sismorresistentes y/o construidas con materiales inadecuados.
En tanto, en Bolivia, los sismos de mayor magnitud fueron detectados en los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba, Chuquisaca, Potosí, Tarija y La Paz.

La nueva normativa establece las directrices sobre el diseño sísmico de edificaciones públicas y privadas, para viviendas, centros de comercios, oficinas, hoteles, restaurantes, centros religiosos, teatros, cines, museos, parqueos, escuelas, hospitales, universidades, centros deportivos, terminales de transporte, aeropuertos, fábricas, bodegas, entre otros.

El presidente de la Cámara Boliviana de la Construcción, Mario Terán Cortez, señaló que fue un trabajo de dos años que busco compatibilizar las normas relacionadas al tema, con el objetivo de garantizar que la construcción sea durable y funcional.

Esta norma técnica será de gran impacto en el área de la construcción y entrará en vigencia una vez sea elevada a rango de Decreto Supremo, conforme a disposiciones vigentes.
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