El nivel educativo es mejor en Oruro y Tarija, a la cola se encuentran Pando y Potosí
Estudiantes de Bolivia en clases.


De acuerdo a un estudio de la UNESCO, los departamentos de Oruro y Tarija encabezan el nivel de enseñanza escolar en Bolivia, mientras Potosí y Pando son lo que tienen menor puntaje en cuando a enseñanza se refiere. De todos modos, la totalidad de los departamentos muestra resultados pobres y el país se encuentra por debajo del promedio latinoamericano.
El estudio, dado a conocer por Brújula Digital, fue realizado en 2017 por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), de la UNESCO-Santiago), en conjunto con el Ministerio de Educación de Bolivia.
Unos 12.000 estudiantes del tercer grado (ocho años de edad) y sexto grado (11 años) fueron sometidos a exámenes para establecer el nivel de la enseñanza en el país, que estableció que más de la mitad de los alumnos está rezagado respecto de lo que se espera que conozca y entienda dependiendo de su edad. Los mismos exámenes se desarrollan en otros países.
Los estudiantes de Oruro lograron, dentro de la tabla comparativa de calidad educativa en Bolivia, un total de 3.385,8 puntos en las áreas de aprendizaje de lectura, matemáticas y ciencias naturales en tercero y sexto grados, y ciencias naturales (sólo en sexto grado) y encabezan la lista de los departamentos.
Los de Tarija obtuvieron 3.383,6 puntos en total y se ubican en el segundo lugar. El máximo de puntos que podrían haber obtenido era de 5.000.
En contraparte, los resultados de los departamentos de Pando y Potosí están a la cola. En Pando sus estudiantes obtuvieron en conjunto 3.058,4 puntos y los de Potosí, 3.167,9.
El análisis fue realizado en la región latinoamericana con el nombre de Terce, en 2013, pero Bolivia no participó, lo hizo recién, por separado, en 2017.
La Paz, ocupa el tercer lugar en calidad educativa con un puntaje total del 3.376, seguido de Santa Cruz (3.327), Cochabamba (3.290,5); Chuquisaca (3.243,7) y Beni (3.228,7).
Sus resultados constituyen, según la UNESCO, un importante insumo para la generación de nuevas políticas educativas, dijeron especialistas de ese organismo.
La UNESCO entrega estos datos como base de reflexión y de acciones que apoyen los procesos de diseño, reforma e implementación de políticas educativas nacionales.