El autoproclamado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo el miércoles que sus rivales electorales tenían las manos manchadas de sangre tras impugnar su victoria, prometió que nunca estarían en el poder y pidió que vayan presos.
"Esa gente tiene que estar tras las rejas y tiene que haber justicia", señaló el mandatario en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros. "Yo diría como jefe de Estado que haya justicia".
"Tienen las manos manchadas de sangre", dijo Maduro sobre la líder opositora María Corina Machado y su candidato Edmundo González Urrutia en comentarios a periodistas después de que las protestas contra su reelección dejara 16 muertos.
"Jamás, jamás alcanzarán el poder político. Se los aseguro y sé lo que digo, estos criminales jamás lo alcanzarán", agregó.
Asimismo, Maduro llamó "cobarde" a González Urrutia y "fascista de ultraderecha criminal" a Machado.
"Ellos deberían, en vez de esconderse, presentarse ante la Fiscalía y dar la cara, en vez de huir como cobardes y seguir llamando a la insurrección a sus grupos criminales", agregó Maduro, pese a que ninguno de los dos opositores está resguardado en lugar alguno, ya que este mismo martes encabezaron una multitudinaria actividad en una calle de Caracas.
El llamado a la cárcel para ambos antichavistas lo hizo el martes el presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), el oficialista Jorge Rodríguez, quien los acusó de ser los responsables de una "conspiración fascista" contra los comicios, mientras que el considerado número dos del chavismo, el diputado Diosdado Cabello, amenazó con que los van "a joder".
Nicolás Maduro: "María Corina y Edmundo González tienen que estar tras las rejas"
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