El presidente de Bolivia, Luis Arce, confirmó a Sputnik sus esperanzas en un pronto ingreso de su país al grupo BRICS (bloque fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), porque ello aceleraría el actual proceso industrializador en el Estado plurinacional.
Arce, que participa en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, estimó que Bolivia se favorecería en muchos aspectos con su integración al BRICS, sobre todo en materia de transferencia tecnológica, y señaló que la posible salida de Argentina podría acelerar el ingreso de su país al grupo.
En su conversación con Sputnik, el mandatario boliviano abordó otros aspectos, como el potencial de sus relaciones con Rusia, el reconocimiento del Estado palestino, el peligroso acercamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a América Latina, y la necesidad de romper la hegemonía del dólar.
— España, Noruega e Irlanda reconocieron a Palestina como Estado. ¿Qué repercusiones tiene esto a nivel internacional, en su opinión?
— Yo creo que en primer lugar es un acto de justicia. Palestina es un Estado que no estaba siendo reconocido, y lamentablemente no se obedecen las resoluciones de las Naciones Unidas. Yo creo que es un llamado de atención también para Israel, para que se pare este genocidio que se está dando allí, no es solamente un reconocimiento justo, sino que también le pone mucha más presión al Gobierno israelí de que todos los países ahora están en una clara tendencia de más bien generar un clima favorable para Palestina.
Y la guerra está siendo todo lo contrario que ellos esperaban, que era desaparecer Palestina, pero esto ha generado en el mundo entero movimientos que hemos visto muy interesantes, de varias universidades y todo el planeta, en apoyo al pueblo palestino, que está sufriendo este genocidio. Es una llamada de atención seria para el Gobierno israelí, y un acto de justicia para un pueblo que merece ser reconocido hace rato.
— ¿Y cuál cree que debe ser el siguiente paso para terminar con las hostilidades?
— Bueno, está claro que lo que tiene que ocurrir es un cese de fuego inmediato y una búsqueda de pacificación a través de Naciones Unidas u otro organismo que pueda intermediar para que eso se pare ya, y que el mundo entero tendríamos que acudir a Palestina a socorrer a la reconstrucción de un país que va a necesitar la cooperación esta vez de todo el planeta para hacerlo lo más rápido posible, en función de todas las imágenes en la televisión que uno ve de lo que está ocurriendo allí.
— ¿Cómo definiría usted el accionar que la OTAN está teniendo en el mundo?
— Yo creo que el accionar de la OTAN está poniendo en riesgo la paz mundial, y lo hemos visto no solamente aquí en Europa sino también en América Latina. Nosotros vemos con mucha preocupación que la OTAN esté actuando en varios países de la región donde antes no participaban, no existían, y eso genera un clima no muy amigable en la región, cuando América Latina se caracterizaba siempre por ser una región muy pacífica. Los conflictos siempre lo hemos resuelto entre los países con el diálogo, nunca ha habido necesidad de usar las armas, y sabemos que la OTAN cuando se acerca a nuestros países no viene con buenas intenciones ni a favorecer el diálogo. Eso es preocupante lo que está ocurriendo ahí, vemos como la OTAN actúa en otros lugares, y donde ha ido, ha habido problemas.
Entonces yo creo que en nuestra región hay preocupación sobre el accionar que tiene la OTAN, no compartimos los objetivos armamentistas, ni bélicos que se proponen desde ahí cuando el planeta lo que necesita hoy es paz. Hoy estamos enfrentando crisis, la crisis climática, la crisis alimentaria, la crisis hídrica, hay varias crisis. Hoy el capitalismo está mostrando una crisis multidimensional, y que no se va a resolver por ese lado el problema de las crisis. El planeta lo que requiere es que se den soluciones reales y prontas a la problemática que estamos enfrentando y repito, eso no pasa por la carrera armamentista ni bélica.
— ¿Tiene usted previsto asistir a la cumbre del grupo BRICS que este año acoge Rusia?
— Bueno, Bolivia es un país que ha solicitado formar parte de los BRICS, hemos atendido felizmente la reunión del año pasado ante una invitación y volveríamos a hacerlo si recibimos la invitación del grupo de los BRICS. Bolivia está muy interesada en ingresar, en formar parte de los miembros de los países BRICS, por lo tanto, vamos a atender todas las invitaciones que nos hagan para fortalecer, para mostrar primero nuestro interés y segundo el deseo de que el mundo entero se dé cuenta que el multipolarismo es el camino a seguir con respecto a un mundo unipolar.
— ¿Y cree que es posible la adición de Bolivia al grupo durante la cumbre?
— Bueno, estamos esperanzados que así suceda. Hoy día también lo hemos planteado en la reunión que tuvimos con el presidente (ruso, Vladímir Putin). El año pasado ingresó Argentina, por ejemplo, de manera muy grata para todos los que seguimos el proceso, sin embargo también hemos visto las declaraciones que ha hecho el actual presidente (argentino, Javier Milei) de que quiere abandonar el grupo, y para Bolivia por lo tanto se convierte en una oportunidad porque hemos sido uno de los primeros países en pedir la incorporación y, si se trata de quién está en el siguiente puesto en la fila, yo creo que Bolivia podría entrar, pero eso, por supuesto, depende de lo que vayan a pensar los miembros fundadores y los miembros actuales del grupo de los BRICS.
— ¿Y en qué aspectos favorecería a Bolivia este ingreso?
— En muchos, en muchos aspectos: Bolivia hoy está embalada en un proceso de industrialización, un proceso de industrialización que podríamos acelerar con la participación activa de los países BRICS, que han pasado ya por un proceso industrializador muchos de ellos, inclusive avances tecnológicas, científicos e industriales muy interesantes, que nosotros nos gustaría que nos pasen esa tecnología, nos pasen esos conocimientos para que Bolivia pueda acelerar el proceso industrializador, y por lo tanto pueda rápidamente avanzar hacia el desarrollo tan ansiado que tenemos en Bolivia, y la participación en el BRICS abre esa oportunidad a nuestro pueblo de poder beneficiarse del conocimiento la ciencia, la tecnología y por supuesto el comercio y la inversión que podíamos recibir de los países miembros del BRICS.
— ¿Y en qué proyectos están trabajando ahora Bolivia y Rusia?
— Son varios proyectos, tenemos el Centro de Investigación Nuclear, un proyecto de varias fases, tres de ellas ya han sido concluidas, este año vamos a avanzar en concluir una más. Eso ha sido un importante avance porque nos han dejado las tecnologías de punta en materia de energía nuclear y conocimientos en energía nuclear. Hoy estamos utilizando la energía nuclear para el tema de salud, queremos producir nuestros propios isótopos para poder tener una revisión médica mucho más certera utilizando la medicina nuclear, por ejemplo.
Hoy estamos utilizando también los rayos gamma para poder esterilizar los productos agropecuarios, estamos dándole una mayor vida a los productos que exportamos, en fin, hemos avanzado bastante, pero sin duda hoy también tenemos un proyecto que es con Uranium One sobre la explotación de litio, estamos trabajando activamente con Uranium One para llegar a un acuerdo y firmar el contrato que nos permita industrializar nuestro litio, y que por supuesto Uranium One venga con la tecnología que acelere el proceso de producción de litio grado batería. Entonces ahí estamos trabajando, esa es la intención. Creo que hay varios proyectos en mente que tenemos que conversar también con el presidente Putin, que van a beneficiar a ambos países.
— Bajo su gobierno, Bolivia ha adoptado un rumbo de sustitución de importaciones… ¿En qué medida ha reducido ya el país su dependencia de estas importaciones?
— Hemos arrancado en la gestión 2021 en realidad este proceso industrializador, hemos puesto a disposición tanto del sector privado como del propio Estado los recursos para industrializar. Hoy por hoy estamos ya en plena etapa para iniciar la construcción de la planta de zinc que va a significar que Bolivia poco a poco empieza a industrializar sus minerales, hasta ahora estábamos vendiendo simplemente mineral concentrado, pero ahora vamos a tener algo más de exquisitez en la exportación que hacemos, porque queremos entrar a exportar zinc metálico y el resto de los minerales que se quedan.
Bolivia es un país riquísimo en recursos naturales, tenemos también tierras raras, tenemos la minería tradicional, zinc, plata, estaño, cobre, que queremos seguir explotando, pero estamos entrando gradualmente a ese proceso industrializador. Lo mismo del hierro, y nos sirve la producción de hierro para sustituir la importación que tenemos. Bolivia, antes de que empecemos esa planta de hierro, era neto importador de hierro, cuando teníamos la materia prima. Hoy ya estamos entrando gradualmente a esa etapa tan ansiada, y hasta fin de este año vamos a estar inaugurando plenamente el funcionamiento del proyecto El Mutún, que es hierro.
También se encuentra ahí otro tipo de industrializaciones, como de los alimentos, y buscar otro tipo de industrias, como, por ejemplo, inclusive la industria naranja, es decir la cultura, que para nosotros también es importante. En fin, hay una multiplicidad de sectores que están siendo beneficiados en este proceso industrializador en nuestro país.
— ¿Los mayores avances se destacan en qué sectores?
— Estamos avanzando, como le decía, en minería, con el tema de la planta de zinc, estamos avanzando en litio, estamos avanzando en hierro, pero también estamos avanzando en la producción de alimentos, de frutas, y especialmente estamos entrando en la química básica, que es importante, y, por supuesto, en la industria de fármacos, estamos industrializando la hoja de coca, por ejemplo, que es muy importante para nosotros. Creo que con todas las condiciones ya estamos mostrando un avance en la industrialización, poco a poco ya hemos ido entregando varias plantas ya en funcionamiento, que se han ido beneficiando varios municipios de toda la inversión que hemos estado haciendo en materia de plantas de industrialización.
— ¿Cree usted que el dólar estadounidense ha dejado de ser la primera moneda mundial?
— Bueno, una moneda para que sea utilizada debería ser la que genera mayor movimiento comercial, la que tiene un Producto Interno Bruto que la sostenga, y nosotros creemos que esa hegemonía de los Estados Unidos, que quizás antes la teníamos, ha ido disminuyendo paulatinamente durante todos estos años, hasta darle un peso más importante hacia los países BRICS, en especial China, Rusia, India, y son mercados muy grandes.
Por lo tanto, nosotros creemos que es importante esta relación que se tiene de mercados con producción, y Bolivia va a penetrar paulatinamente en su proceso industrializador aún más, porque se abren posibilidades gracias a todo lo que está ocurriendo en el mundo de que Bolivia pueda tomar ventaja de su proceso industrializador, en momentos en que se está dando un cambio en la hegemonía mundial: del viejo bloque dominante estamos pasando a un nuevo bloque dominante, que paulatinamente empieza a cobrar más importancia y donde Bolivia quiere estar presente.
— En general… ¿Cómo ve el futuro del sistema financiero mundial?
— Bueno, sin duda alguna, uno de los desafíos que tenemos en la conformación del mundo multipolar también está el uso de nuestras monedas, el uso de otro tipo de mecanismos de medios de pago diferentes al hegemónico actual del dólar norteamericano o del euro. Creo que paulatinamente nos estamos dando cuenta que, en realidad, esos países cuando adoptan un tipo de políticas como estas de luchar contra la inflación y elevar tasas de interés encarecen el crédito, encarecen el financiamiento mundial, por una parte.
No hemos visto resultados en la consecución de inflaciones más bajas en esos países, pese a la elevación de las tasas de interés, y por lo tanto, a nosotros nos queda el sabor amargo de que lo que se está haciendo en los países desarrollados no nos está ayudando para poder dinamizar el comercio mundial. La única manera de hacerlo es utilizando nuestras propias monedas para poder avanzar en esto de generar mayores transacciones, de incentivar inversiones, y que de pronto veamos todos que en realidad la moneda simplemente facilita el trabajo y no es una unidad monetaria para controlar, para tener una hegemonía sobre el resto del planeta. Más bien son canalizadores, son viabilizadores de la temática entre los países antes que ser algo dé dominación, que se utilice como aspectos de dominación de un país al resto de los países que utilizan ese moneda.
— Hace unas semanas se supo que el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, tiene previsto viajar a Bolivia en julio para cerrar acuerdos sobre fertilizantes y agroindustria pues… ¿cuáles son las expectativas de Bolivia al respecto?
— Hay grandes expectativas a la llegada del hermano presidente Lula de Brasil, nos une una larga frontera para empezar, y segundo, yo creo que la llegada de Lula a Bolivia va a ser muy importante para nosotros poder definir varios proyectos que están ahí, dando vueltas, y que con la llegada del presidente Lula a Bolivia estamos seguros que ya vamos a definir, que ya vamos a cerrar, y que, por lo tanto, ambos países nos vamos a beneficiar de una manera mucho más provechosa.
— ¿De qué temas puede dialogar con el presidente Lula?
— Bueno, uno es evidente, es una planta de urea, una nueva planta de urea dada la cantidad de reservas de gas que tenemos y el potencial gasífero que tiene Bolivia ante la necesidad al lado de la urea. También tenemos fertilizantes, nosotros en este proceso industrializador hemos inaugurado hace par de años la planta de NPK (fertilizante formado por nitrógeno, fósforo y potasio), que es una planta de fertilizantes que evidentemente es relativamente pequeña a la necesidad que tiene Brasil, pero creemos podemos aportar para que paulatinamente esa producción vaya incrementándose y beneficiar a la necesidad de satisfacer esto en Brasil, en fin.
Yo creo que abren muchas posibilidades de negociación con Brasil, tenemos la interconexión caminera, la integración física que quisiéramos hacer entre Brasil y Bolivia, la cooperación para dar seguridad a nuestras fronteras. En fin, hay muchísimos temas que nosotros tenemos que hablar y estamos contentos de que se haya fijado una fecha para que venga a visitarnos el compañero presidente Lula, para que nosotros también les expliquemos los pros y los contras, los problemas que estamos enfrentando con Brasil, y que de una vez por todas gocemos de una tranquilidad que se merece para intercambiar mercancías.
— ¿Y van a impulsar algún tipo de acuerdo?
— Claro, por supuesto que sí, queremos firmar varios acuerdos, la verdad estamos trabajando arduamente con la Cancillería brasilera para llegar a varios acuerdos que sean importantes para todos, especialmente para nuestros pueblos, tanto de Brasil como de Bolivia.
— El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han asignado proyecciones de bajo crecimiento para Bolivia. ¿Qué piensa usted de estos reportes?
— Bueno, siempre ha ocurrido. Desde que yo era ministro de Economía teníamos que lidiar con que las proyecciones de crecimiento de Bolivia siempre han sido muy bajas, parece que era el modelo que les sirve para proyectar estos números no está suficientemente bien calibrado y, por lo tanto, comete muchos errores. El año pasado nos dieron un crecimiento de algo más del 2%, cuando hemos acabado con algo más del 3% de crecimiento. Entonces parece que las cifras no cuadran, hay muchos errores en la proyección que hacen sobre la economía boliviana, y esperamos que sea resuelto, para que nos den un dato imparcial, no sesgado, porque cada vez que saca uno de los organismos internacionales un dato así negativo, se hace un escándalo en los medios de comunicación, pero cuando nosotros sacamos el dato observado, que es mucho mayor al siquiera proyectado o el que se discutía en las mesas de trabajo con otros países, tenemos pues unas cifras mucho más altas de las que proyecta el Fondo Monetario, el Banco Mundial, inclusive la Comisión Económica (de la ONU) para América Latina.
— ¿Y cómo definiría que se encuentra la situación económica de Bolivia ante la escasez de dólares?
— Bueno, atravesamos un período transitorio de iliquidez en dólares que lo hemos visto y que tiene que ver con varios factores: está el problema que tenemos, por ejemplo, con la disminución de las exportaciones, una contracción de las exportaciones de varios productos, no solamente en Bolivia. Está el problema de la inflación importada que hace posible que nosotros tengamos que erogar más dólares que antes por el mismo producto que importamos, porque la inflación en varios países supera inclusive el 10%.
Hay una inflación que cuando es medida en términos internacionales es la que tenemos que pagar cada vez que importamos un producto, un producto que antes se producía o que se vendía en 10 bolivianos, supongamos ahora, por la presión de los precios, suba a 12, 15, no sé. Entonces hay que convencernos de que hay que pagar 15, es decir, tenemos que estar todos convencidos de que esa inflación importada la estamos internalizando cada vez que suben los precios de todo en el mundo, repercute después en el momento en que nosotros compramos.
Por eso nuestro proceso industrializador se llama la industrialización con sustitución de importaciones, porque si no vamos a entrar en una espiral absolutamente negativa.
Pero también ha colaborado, lamentablemente, la Asamblea Legislativa Plurinacional boliviana. Tenemos en este momento un gasto de 900 millones de dólares que no han sido homologados como crédito para el Estado, por lo tanto están sin poderse desembolsar, cuando hay grandes cantidades de recursos que no están siendo utilizados. Entonces, esos elementos y otros han contribuido a esta transitoria iliquidez, que estamos seguros que vamos a vencerla, que vamos a superar para llegar a un acuerdo entre todos los países que estamos experimentando aspectos similares.
— En su opinión, ¿qué papel desempeña Bolivia en el contexto regional e internacional y cómo planea fomentar sus relaciones bilaterales y multilaterales?
— Definitivamente, si no hay un relacionamiento con los países vecinos, con varios países de Europa, y otros continentes, Bolivia va a quedar destinada a estar marginada, y de lo que se trata es de que Bolivia integre estos procesos como el BRICS y otros, donde se comparte, donde se discute, donde estamos presentes en cada reunión, y es por eso que nosotros vemos que es la mejor oportunidad para poder avanzar, el que participemos en todo lo que sea necesario.
Bolivia se ha caracterizado por su vocación democrática integradora en todos los sentidos; Bolivia pertenece a todos los procesos de integración de América Latina; Bolivia es el único país que está en el Mercosur ya y también está en la Comunidad Andina, somos la bisagra entre la Comunidad Andina y el Mercosur; Bolivia ha establecido formar parte integral de los países BRICS, Bolivia forma parte de ALADI, que son todos los países de América Latina. En fin, Bolivia siempre ha mostrado una vocación integradora, y eso va a continuar, porque es importante la relación entre países, nos ayudamos mejor, trabajamos mejor si lo hacemos todos juntos que en lugar de ir por separado.
Luis Arce: El ingreso al BRICS aceleraría la industrialización de Bolivia
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