El Real Madrid sacó su mística copera, derrotó al Borussia Dortmund y es campeón de la Champions League


No fue una final nada fácil hasta el punto que el equipo alemán disfrutó de más y mejores ocasiones para marcar. No lo hicieron y lo acabaron pagando con la derrota ante un Real Madrid que tiene una relación inexplicable con la Orejona.


El Real Madrid sacó a relucir su mística y ganó su décimo quinta Champions League al imponerse al Borussia Dortmund en Wembley por 2 tantos contra 0.


Eso sí, no fue una final nada fácil hasta el punto que el equipo alemán disfrutó de más y mejores ocasiones para marcar. No lo hicieron y lo acabaron pagando con la derrota ante un Real Madrid que hasta el minuto 74, con el gol de Carvajal, tenía la final cuesta arriba, pero eso gol cambió el partido, la final y abrió el camino del título al Merengue.

El Real Madrid saltó al césped de Wembley con el cartel favorito y con el once esperado por todo el mundo. Enfrente, un Dortmund con el equipo que eliminó al PSG y que tenía muy claro cómo debía jugarle a los blancos para ganar la Champions. Los alemanes sabían lo que tenían que hacer, pero los de Madrid no empezaron bien. Fue un equipo lento y previsible moviendo el balón, superado físicamente en el centro del campo y la zaga y al que le costaba un mundo llegar a la meta rival.

El papel de favorito se le quitó al Real Madrid en un primer acto en el que el Dortmund tuvo hasta cuatro ocasiones muy claras para marcar en menos de 15 minutos. La primera, Brandt en el minuto 14. La segunda, de Adeyemi en el 21' – solo frente Courtosis-. La tercera, un disparo al poste de Füllkruge en el 23' y la cuarta, otra vez Adeyemei en el 28'.

Fue casi un cuarto de hora en el que entre el poste, Courtois y la mala puntería de los alemanes impidieron que el Real Madrid encaje un gol. Unas ocasiones que, además, fueron idénticas. Fallo blanco con el balón en el centro del campo, salida en tromba del Dortmund, la defensa hace aguas y, claro, con ese escenario, ocasión de gol alemana.


La respuesta del Real Madrid a todo eso eran algunas jugadas aisladas de Vinicius. El resto de sus compañeros ni estaban ni se les esperaba. El Dortmund era superior, pero no marcaba a pesar de seguir generando ocasiones, como un disparo peligroso de Sabitzer que desvió Courtois. La mejor noticia para el Real Madrid fue llegar al descanso sin encajar goles y las peor que no había rematado entre los tres palos alemanes.

Estaba claro que si los de Ancelotti querían ganar, algo tenían que cambiar. Y cambió, o al menos, el Real Madrid tuvo su primera ocasión del partido con una falta lanzada por Kroos que Kobel despejó para evitar el gol.

Parecía que los blancos habían decidido ponerse a jugar, pero el Dortmund seguía superando a los de Ancelotti, especialmente a nivel físico. Para evitar las rápidas transiciones alemanas, Ancelotti puso a Kroos de mediocentro y desplazó a Camavinga a una banda. Con eso, el Real Madrid ganó mucha fiabilidad con el balón, al menos para no perderlo tan fácilmente en la medular.

El Dortmund, con variaciones o no del Madrid, seguía a lo suyo, con su fútbol directo y así, ponía en apuros a Courtois. La sensación en el campo era que si alguien tenía que marcar, estaba más cerca el Dortmund que el Real Madrid. Pero una cosa son las sensaciones y otra la realidad y esta fue que Carvajal marcó el 0-1 en el minuto 74. El lateral remató de cabeza un saque de esquina para adelantar al Real Madrid.


Ese gol obligó al Dortmund a apretar más, pero con el marcador a favor, el Madrid encontró su lugar en el partido hasta darle la vuelta por completo. Kobel evitó tres ocasiones claras de los blancos, pero no pudo hacer nada para evitar el 0-2 de Vinicius en el minuto 82 tras un pase de Bellingham, después de un grosero error en salida del conjunto alemán.

La final ya era historia. El Dortmund lo intentó e incluso marcó, pero el gol de Fullkrug lo anularon por fuera de juego.

Así, el Real Madrid ganó la 15ava 'Orejona' de su historia y confirma es, al menos en las vitrinas, el mejor equipo de Europa y, por qué no, del mundo.