Real Madrid y Borussia Dortmund se disputan el trono del fútbol europeo


El viernes, los hinchas de ambos equipos comenzaban ya a dejarse notar por las calles de Londres sin perder el ánimo festivo a pesar del día gris y ventoso.
El fútbol europeo de clubes baja el telón de su temporada este sábado con el pulso por el máximo de sus trofeos, la Liga de Campeones, con un Real Madrid que parece favorito ante el Borussia Dortmund (15.00 hora boliviana) en su duelo en Londres.
¿Ganará el reciente campeón de la Liga española su decimoquinto título en el torneo para agrandar todavía más su leyenda? ¿O por el contrario habrá sorpresa en Wembley y el quinto clasificado de la última liga alemana será capaz de levantar la emblemática 'Orejona'?
«Es el rival definitivo, no hay nada más grande en la Champions League que el Real Madrid, por sus títulos y por su historia», admitió el viernes Nico Schlotterbeck, uno de los jefes de la defensa de los alemanes.
El Dortmund prefiere llegar con perfil bajo a la final, la tercera de su historia en la Champions. Ganó la primera, en 1997 ante la Juventus, y perdió la segunda en 2013 contra el Bayern de Múnich, precisamente en el mismo estadio londinense del partido de este sábado.
Si bien el Real Madrid es una presencia habitual en las finales, pocos contaban con el Dortmund en el inicio del curso, sobre todo después de haber perdido en sus últimas temporadas a sus estrellas Erling Haaland, que se fue al Manchester City a mediados de 2022, y Jude Bellingham, que hace casi un año se unió precisamente al Real Madrid.
Ancelotti, con cautela
Aunque en Alemania su rendimiento ha sido discreto y no ha podido pelear por el título, en Europa el equipo de Edin Terzic ha sorprendido, derribando al Atlético de Madrid en cuartos y, sobre todo, al París Saint-Germain de Kylian Mbappé en semifinales.
El Real Madrid también llegó a la final con víctimas ilustres en su trayectoria, especialmente el Manchester City, defensor del título, al que superó en la tanda de penales en cuartos de final.
En semifinales, los españoles eliminaron a otro histórico, el Bayern de Múnich, con una remontada épica en los últimos instantes.
«Una final es una final, el partido más importante y el más peligroso a la vez. Hay que disfrutarlo, pero también tenemos la preocupación de que algo puede salir mal», dijo el viernes el entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti.
Blanco y amarillo
El viernes, los hinchas de ambos equipos comenzaban ya a dejarse notar por las calles de Londres sin perder el ánimo festivo a pesar del día gris y ventoso.
Con camisetas blancas y amarillas las dos aficiones fueron tomando los lugares más turísticos de la capital británica, posando con el Big Ben, el Palacio de Buckingham o los leones de Trafalgar Square.
Pero no todos los aficionados pudieron desplazarse desde España o Alemania hasta el Reino Unido y en sus respectivos feudos se han organizado distintas maneras para seguir el partido por televisión.
El Real Madrid abre su estadio Santiago Bernabéu para que los hinchas puedan seguir juntos la final europea, con filas para conseguir entradas, en un recinto que ya registró llenos el miércoles y jueves por los conciertos de Taylor Swift en la capital española.
Examen para Wembley
Más allá del pulso deportivo, el partido tiene su importancia para los responsables del fútbol inglés por el reto organizativo, sobre todo pensando en la Eurocopa que Reino Unido coorganizará con Irlanda en 2028.
La final de ese torneo de selecciones, dentro de cuatro años, se jugará en Wembley, que fue también la sede de la final de la Eurocopa en 2021, en un día en el que se registraron enfrentamientos violentos y hubo hinchas sin entrada que forzaron las puertas para intentar entrar.
«Aprendimos la lección y hemos implementado medidas adicionales», aseguró esta semana uno de los responsables de la Federación Inglesa de Fútbol, Chris Bryant.
La última final de Champions que jugó el Real Madrid, la de París en 2022, se vio marcada también por desórdenes en los accesos al estadio, el bloqueo de hinchas que no podían entrar al partido y escenas de caos que dieron la vuelta al mundo y obligaron incluso a retrasar la hora de inicio del partido.