Iniciamos una nueva década y parece pertinente hacer una muy breve evaluación de la calidad de nuestra democracia. Siguiendo algunos criterios de Robert Dahl, Leonardo Morlino, John Gastil y los diversos informes de la Asociación Boliviana de Ciencia Política -lamentablemente descontinuados- voy a comentar tres de ocho criterios que deben ser analizados, con sus diferentes componentes. El resto vendrán la próxima columna. Diseño de Estado: 1) ¿Existe separación y equilibrio entre los órganos del Estado? Después de ver la influencia del Ejecutivo sobre el Judicial, del Judicial y Legislativo sobre el Electoral, la respuesta es no. 2) ¿La Asamblea Legislativa es representativa y con pluralismo político? Existe pluralismo limitado, pongo en duda la representatividad de los asambleístas. En su mayoría son desconocidos para los electores, seguro, con excepción de los pobladores de su localidad. 3) ¿Hay Estado de derecho y respeto a la ley? La actuación de la justicia anulando procesos a las autoridades del anterior gobierno del MAS es un buen ejemplo de que la ley es sólo un componente discursivo. 4) ¿Tod@s l@s ciudadan@s somos iguales ante la ley? En verso y en el papel. Por ejemplo: los hombres ejercen derechos en mejores condiciones que las mujeres. 5) ¿El Órgano Judicial es efectivamente independiente? No comments! Instituciones: 1) ¿La acción de los representantes esta jurídicamente limitada a los deseos de los representados? ¡Por supuesto que no! ¡¡Aquí se le mete nomás!! 2) ¿Los representantes disponen de recursos para exigir que se respeten sus decisiones? Sólo aplica a los representantes del oficialismo, a los demás ni siquiera le responden a una petición de informe escrito dentro del plazo, con respuestas pertinentes y documentación de respaldo. 3) ¿Hay rendición de cuentas del uso de los recursos públicos? ¡Ni siquiera tenemos una ley de acceso a la Información y Documentos Públicos! Muchas instituciones publican informes de gestión, con fotos de la autoridad inaugurando actividades u obras, pero no presentan ante la ciudadanía un informe económico detallado y de cumplimiento de su plan de gestión. 4) ¿Existe control de las decisiones gubernamentales? De hecho, no, en el modelo presidencialista que tenemos la Asamblea no está por encima del Ejecutivo y ni siquiera puede cumplir efectivamente su función de fiscalización. 5) ¿Existen diversos partidos políticos? Eso sí. Cada vez son menos, pero existen. Hace dos décadas eran unos 20, ahora son 9 pero 2 no llegaron al umbral el 18/10 y sólo mantienen personería gracias a los artículos transitorios de la Ley de Organizaciones políticas. En los hechos, sólo cinco o seis de ellos tienen raíces en la sociedad, el resto son siglas vacías. Elecciones: 1) ¿Existen elecciones libres, regulares y transparentes? Respuesta muy dividida, muchos creen que la falta de transparencia trae gato encerrado, pero es claro es que no para todos los ciudadanos el voto es libre, en algunas comunidades hasta tienen "capataz electoral" para entrar al recinto a verificar el voto, pero el Órgano Electoral no sanciona, dicen que es "voto comunitario" ¡como si existiera tal cosa en la constitución! 2) ¿Las elecciones pueden ser influidas por alguna fuerza política? ¡Por supuesto que sí! No sólo porque el MAS designó a sus adherentes en los nueve tribunales departamentales, a tres vocales en el Tribunal Supremo Electoral y tiene amedrentados a otros tres, sino por la normativa electoral -las leyes del Órgano y del Régimen Electoral- que son Leyes "Sillerico", ¡cortadas a la medida del partido en el poder! ¿y el uso de recursos públicos para campañas y la propaganda? 3) ¿Los funcionarios son electos mediante procesos imparciales? Precisamente está en cuestión la imparcialidad del Órgano Electoral. Vimos una "Banda de los 7", una elección anulada por fraude, vocales presos y prófugos y otros levantando el puño, digamos que el tema está en debate. 4) ¿Las elecciones prueban la existencia de competencia y oposición relevantes? Podríamos decir que sí, pero no plenamente, ya que la competencia política tiene cancha inclinada a favor de quienes administran el Estado. Existe oposición, aunque a algunos les parezca irrelevante. 5) ¿La oposición puede ganar elecciones? Puede. Otra cosa es la crisis de liderazgo y la debilidad estructural de los partidos existentes. Ustedes pueden tomar los criterios de evaluación y responderlos. A mí me parece que el Covid también contagió a la democracia. Jimena Costa Benavides es politologa
La calidad de la Democracia
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