Desde 2005, Angela Merkel ha llevado el timón de Alemania y ha sido todo un referente europeo. Su retirada del panorama político deja numerosas dudas en el horizonte, sobre todo ante los desafíos que se presentan para Alemania y para Europa. ¿Será su sucesor capaz de llenar ese vacío?
Angela Merkel, desde que tomó las riendas de Alemania, ha tenido que afrontar crisis de toda índole. He ahí la gran recesión de 2008, las grandes migraciones del año 2015 y el reciente estallido de la pandemia provocado por la expansión del COVID-19.
Su papel al frente de Alemania, la locomotora económica de Europa, le ha aupado a una posición de liderazgo. Por ello, su adiós deja un hueco muy difícil de cubrir. Y es que, tanto Europa como Alemania deben encarar desafíos de gran envergadura. Entre estos retos se encuentran sanar las heridas de una Unión Europea castigada por la división y por el Brexit, sin olvidar las relaciones con China, el cambio climático y una pandemia cuyos efectos sanitarios y económicos aún no han sido superados.
Un horizonte plagado de desafíos
Como la propia Merkel afirmaba, la respuesta a la pandemia debe de estar coordinada. En este sentido, hace falta un gran liderazgo no solo a nivel nacional, sino también a nivel europeo. Más aún, en un desafío global que requiere cooperación, el propio ministro de sanidad alemán, Jans Spanh, llegó a decir que para hacer frente al COVID-19 era necesaria una "OTAN sanitaria".
Los efectos económicos del virus en la salud y en la economía son innegables. De ahí que hayan surgido importantes discrepancias entre los distintos países europeos a la hora de abordar la crisis económica. Precisamente el sucesor de Merkel deberá aunar posturas encontradas, haciendo que todos los socios remen en la misma dirección en aras de la prosperidad económica de Europa.
Con la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y las dudas que se generan sobre el proyecto de integración europea, los populismos y los radicalismos han alzado la voz. Precisamente, en estos momentos en los que se requiere unidad, es cuando Europa necesita un líder, alguien que aúne a la Europa democrática frente a aquellos que quieren fomentar el conflicto y la división en tiempos de crisis.
Igualmente, el papel de la Unión Europea como gran potencia comercial debe ser relanzado, sobre todo ante unos competidores de la talla de China o Estados Unidos. También en esa constante competencia con Estados Unidos y China entra la carrera por la digitalización, puesto que ambas potencias van un paso por delante de Alemania y de la Unión Europea.
Por último, con la cuestión del cambio climático sobre la mesa, se hace necesario dar respuesta al equilibrio entre prosperidad económica y a la protección del medioambiente. Tanto Alemania como Europa deben decidir si apuestan por el tradicional modelo industrial o si abogan por una economía más respetuosa con el medioambiente.
¿Estará Laschet a la altura de Merkel?
Así pues, el partido de Merkel encabeza las encuestas en Alemania, lo que daría al próximo candidato de la CDU amplias opciones de hacerse con la cancillería en las próximas elecciones de septiembre de 2021. Por ello, todos los ojos están puestos sobre el moderado Armin Laschet (recientemente elegido como líder de la CDU en un congreso telemático).
Pero, ¿quién es Armin Laschet? ¿Tiene un perfil marcadamente conservador o centrista? ¿Aboga por los intereses nacionales de Alemania o es un hombre de profundas convicciones europeístas? ¿Cuál es su plan para gestionar la pandemia? ¿Cómo abordará el cambio climático? ¿Cuál es su modelo económico?
Armin Laschet nació en Aquisgrán, una ciudad profundamente vinculada a la historia de Europa. Y es que, la localidad alemana fue capital del Imperio de Carlomagno. Más aún, Laschet conoce bien los entresijos de la Unión Europea, pues fue parlamentario europeo entre 1999 y 2005. Por tanto, queda claro que Laschet es partidario de una Alemania comprometida con Europa.
Continuando con el perfil de Laschet en política internacional, todo apunta a que se decantaría por fortalecer las relaciones con Estados Unidos, especialmente con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca. La Unión Europea y Estados Unidos comparten valores y, con un político moderado como Laschet como cabeza visible de Europa, sería posible reconstruir unas relaciones que Trump dejó tocadas con su política de primar los intereses nacionales de los Estados Unidos.
Si bien tiene experiencia en cuestiones como política exterior y aspectos presupuestarios europeos, Laschet parece inclinarse en impulsar la economía a través de exenciones fiscales y rebajas de impuestos. En cuanto a la relación entre cambio climático y economía, Laschet es partidario de defender los intereses empresariales al tiempo que se encauza el modelo económico hacia una transición ecológica.
En doctrina económica, todo parece indicar que Laschet seguirá fiel al ideario de la CDU, especialmente al control de las cuentas públicas. Por ello, en la medida en que los países europeos vayan superando la recesión económica provocada por la pandemia, Alemania volverá a mostrarse como un socio exigente en el cumplimiento de los objetivos de déficit. En otras palabras, Alemania continuará en una posición de firme defensa de la austeridad.
No obstante, es evidente que Laschet no goza del reconocimiento de Merkel. Buena parte de los alemanes no confían en Laschet, especialmente entre los jóvenes. Otro elemento que también puede jugar en su contra sería su desafortunada gestión de la pandemia.
En conclusión, el próximo hombre que lidere Alemania se enfrentará a una Europa dividida, a la crisis sanitaria y económica provocada por el COVID-19, así como a un complejo panorama internacional.
¿Llenará Alemania el vacío que deja Angela Merkel?
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