El exembajador de Estados Unidos en Bolivia, José Manuel Rocha, dijo este jueves 29 de febrero, ante el tribunal, que se declarará culpable de los cargos de fungir como agente secreto para la Cuba comunista desde hace décadas, lo que supone una resolución relámpago a un caso que los fiscales describieron como una de las traiciones más descaradas en la historia del servicio exterior estadounidense.
El exdiplomático estadounidense del servicio civil de carrera, de 73 años, comunicó a un juez federal que admitirá dos cargos federales de conspiración para actuar como agente de un Gobierno extranjero, que conllevan una pena máxima de entre 5 y 10 años de prisión cada uno. A cambio, la Fiscalía aceptó retirar otros 13 cargos por delitos como fraude electrónico y declaraciones falsas, informa Telemundo.com.
La Fiscalía y el abogado de Rocha indicaron que habían acordado una sentencia, pero los detalles no se revelaron el jueves en el tribunal. Está previsto que vuelva a comparecer ante el juez el 12 de abril, fecha en la que probablemente se dicte sentencia.
"Estoy de acuerdo", contestó Rocha, con esposas en las manos y los tobillos, cuando la juez Beth Bloom le preguntó si deseaba cambiar su declaración a culpable.
Rocha fue detenido por el FBI en su domicilio de Miami en diciembre del año pasado, acusado de participar en "actividades clandestinas" en favor de Cuba al menos desde 1981 —año en que ingresó en el servicio exterior de Estados Unidos—, entre otras cosas reuniéndose con agentes de la inteligencia cubana y facilitando información falsa a funcionarios del Gobierno estadounidense sobre sus contactos.
Las autoridades federales han dicho poco sobre lo que Rocha hizo exactamente para ayudar a Cuba mientras trabajaba en el Departamento de Estado durante dos décadas en puestos en Argentina, Bolivia y México, antes de construir una lucrativa carrera posgubernamental que incluyó un período como asesor especial del comandante del Mando Sur de Estados Unidos.
En cambio, el caso se basa en gran medida en lo que los fiscales afirman que fueron las propias confesiones de Rocha, realizadas el año pasado a un agente encubierto del FBI que se hacía pasar por un agente de la inteligencia cubana llamado 'Miguel'.
En esas grabaciones, Rocha elogió al difunto líder cubano Fidel Castro al llamarlo "Comandante", tachaba a Estados Unidos de "enemigo" y alardeaba de sus servicios durante más de 40 años como espía cubano en el corazón de los círculos de la política exterior estadounidense, asegura la denuncia.
La decisión de Rocha de declararse culpable el jueves se produjo pocas horas después de que la viuda de un destacado disidente cubano muerto en un misterioso accidente de coche presentara una demanda por homicidio culposo contra el exdiplomático. La denuncia legal acusa a Rocha de compartir información que animó a los líderes comunistas cubanos a asesinar a un importante opositor.