El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de 67 años, anunció este domingo que se contagió de COVID-19, pero que sus síntomas son leves y se siente optimista.
«Lamento informarles que estoy contagiado de COVID-19. Los síntomas son leves, pero ya estoy en tratamiento médico», señaló el mandatario izquierdista en un breve mensaje en su cuenta oficial de Facebook.
López Obrador, quien ha mantenido la mayoría de sus actividades durante la pandemia, designó a la secretaria de Gobernación (Interior), Olga Sánchez, para que lo reemplace en su conferencia matutina de lunes a viernes.
«Yo estaré pendiente de los asuntos públicos desde Palacio Nacional (…), mañana atenderé una llamada con el presidente (ruso) Vladimir Putin» para dialogar sobre la proyectada compra de la vacuna Sputnik V contra el nuevo coronavirus, añadió.
En el poder desde 2018, López Obrador tuvo tres actividades públicas desde el viernes pasado, la última de ellas ese día en el estado de San Luis Potosí. «Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos», prometió el gobernante tras confirmar su contagio.
La conferencia diaria, que suele durar hasta tres horas, se realiza con la presencia de reporteros, si bien se ha reducido de manera importante esa asistencia para mantener el distanciamiento. El mandatario también ha realizado los fines de semana viajes a distintos puntos del país, donde encabeza actos por lo general en espacios cerrados y con pocas personas.
López Obrador sufrió un infarto en diciembre de 2013, debido a lo cual estuvo hospitalizado cinco días y le practicaron una angioplastia. También es hipertenso.
Críticas
El jefe de Estado ha sido criticado por relativizar la efectividad del cubrebocas para prevenir los contagios. Solo lo ha usado en contadas ocasiones, como cuando visitó al entonces presidente estadounidense, Donald Trump, en Washington en julio pasado.
Sin embargo, reconoce la gravedad de la crisis y asegura que su mayor desafío es enfrentar adecuadamente la pandemia, que deja unos 150.000 muertos y 1,7 millones de contagiados en el país.
México, con 128 millones de habitantes, es el cuarto más enlutado en números absolutos.
El 24 de diciembre, México fue el primer país latinoamericano en comenzar a aplicar la vacuna contra el COVID-19, en este caso la desarrollada por el dúo farmacéutico alemán-estadounidense de Pfizer/BioNTech.
En una primera fase están siendo inmunizados el personal médico que atiende la epidemia y los maestros del estado de Campeche. No obstante, López Obrador declinó ser vacunado con las primeras dosis y dijo que esperaría su turno en marzo, cuando según el calendario de la secretaría de Salud corresponde aplicar la vacuna a mayores de 65 años.
El líder izquierdista también ha sido criticado por el manejo de la pandemia, sobre todo al inicio por no ordenar un confinamiento estricto y a raíz de polémicas declaraciones.
«No es, según la información que se tiene, algo terrible, fatal, ni siquiera es equivalente a la influenza», dijo el 28 de febrero, cuando se dio a conocer el primer caso de COVID-19 en México.
Dos semanas después, expresó: «Hay quien dice que por lo del coronavirus no hay que abrazarse. Pero hay que abrazarse, no pasa nada».
Según el gobierno, el presidente es sometido regularmente a pruebas de COVID-19, enfermedad que ya ha afectado a varios de sus más cercanos colaboradores.
López Obrador se suma a otros líderes mundiales que han contraído el COVID-19 como Trump, el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro; el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Boris Johnson, entre otros.
Presidente mexicano López Obrador anuncia que tiene COVID-19
El mandatario anunció que sus síntomas son leves y que esperará su turno en marzo para vacunarse
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