García dice que se queda en Bolivia a formar liderazgos para la defensa del Estado Plurinacional

El exvicepresidente Álvaro García aseguró que el gobierno de Jeanine Áñez debe ser recordado como "el año infame" por todo lo que representó e hizo

El exvicepresidente Álvaro García retornó a Bolivia y aseguró que se quedará con el objetivo de formar nuevos liderazgos para la defensa del Estado Plurinacional que significó romper con viejos esquemas del pasado e incorporar a los indígenas al poder, del que se los intentó sacar-dijo- en el "año infame" de Jeanine Áñez.

"Fue el año infame de la historia boliviana y así tiene que ser recordado para siempre este año infame en que se destruyó la democracia, se mató a gente humilde, se quiso sacar a los indígenas del poder, se quemó wiphalas, se humilló a la gente de pollera", recordó en una entrevista con la red ATB.

Áñez tomó el poder en noviembre de 2019, luego que Evo Morales se vio obligado a dimitir en medio de denuncias de fraude electoral, un motín policial, un prolongado paro cívico y la "sugerencia" militar de dejar el cargo.

García aseguró que permanecerá en Bolivia para formar nuevos liderazgos, justamente, para la defensa del Estado Plurinacional que emergió con la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado.
"Ahora quiero dedicarme mucho tiempo a la formación, no quiero salir de Bolivia, voy a estar acá, no voy a ejercer ningún cargo público. Quiero transmitir mis conocimientos y quiero recibir conocimiento", sostuvo.
El exvicepresidente estuvo asilado en Argentina. Retornó junto a Morales tras la asunción al poder de Luis Arce, en noviembre, pero retornó a cumplir con sus obligaciones académicas. Ahora se encuentra en La Paz.
Durante la entrevista sostuvo que "una minoría" pensó en 2019 que triunfó y que se quedaría en el poder por al menos 10 años. Un simbolismo de ese hecho, sostuvo, fue la quema y el ultraje a la wiphala.

"Esa minoría racista pensaba que podía extirpar a los indios, a los pobres, quemando su símbolo, en cambio eso fue lo que selló su destino", afirmó en alusión al triunfo del MAS en las elecciones con más del 50% del apoyo popular.
Tras asumiera Áñez el poder, se desataron conflictos que acabaron con muertes por herida de bala en Sacaba y Senkata. Militares y policías ejecutaron operativos para frenar protestas de sectores que apoyaban a Morales, que para entonces ya había dimitido.